El año pasado afirmó que volvería a jugar sea como sea |
El anuncio hecho por Pablo Sandoval este fin de semana de no participar en la siguiente temporada de la Liga de Béisbol Profesional de Venezuela que iniciará en el mes de octubre, era un claro indicio de lo que ha sido su novela con el conjunto californiano.
“No jugaré este año con el Magallanes”, anunció tajantemente el antesalista de San Francisco; la noticia cayó como pólvora en el país y fue eco en varios medios de comunicación social. Pero no era de extrañar tal decisión, debido a su condición de figura indiscutible en el equipo, tarde o temprano San Francisco, ejercería presión en que Sandoval no “participará” en Venezuela.
Atrás queda el capitulo donde Kun Fu Panda le rogó a la directiva de los Gigantes que le permitiera jugar el quinto partido de la final en Venezuela, donde Magallanes caería ante el Caracas, para coronarse campeón. Helicóptero, caravana de policías, entre otras situaciones que rodearon la llegada de Pandoval al José Bernardo Pérez para aquel juego.
La excusa “Quiero descansar y ponerme a tono para la próxima temporada… no jugaré con Magallanes, hay que viajar mucho y es peligroso. Aunque no pienso hablar de ello, ya que estamos peleando por la postemporada…” será que Sandoval no recuerda que hasta hace dos años él hacía el mismo recorrido en las menores, pero lo que pocos desconocen es el verdadero motivo de la decisión del carabobeño de “no jugar este año” con la nave turca.
395 de promedio, 3 jonrones y 21 impulsadas con Magallanes |
No ha bajado de peso
Antes de incorporarse al Magallanes, los Gigantes de San Francisco le recomendaron a Sandoval quedarse en el norte para un programa de entrenamiento para reducir de peso, después de tanta alharaca que formo el pelotero por querer jugar en su país, San Francisco accedió con la condición de que si subía de peso sería parado.
Sandoval, cumplió a medias pues en enero fue requerido por su organización que ha girado el equipo en torno a él (bateó para 330 con 25 vuelacercas y 90 remolcadas en 2009). En San Francisco se dieron cuenta que subió unos “kilos” y volvieron a someterlo a entrenamientos.
La actuación que está teniendo en esta campaña (263, 6 jonrones y 44 remolques) dista mucho de lo hecho un año antes, por lo cual la organización está preocupada por ese declive que tiene actualmente Sandoval, amén de sus 245 libras, las cuales San Francisco quiere que rebaje para que tenga una mejor actuación y sea ágil en su posición (tercera base).
“Los entrenadores me recomendaron descansar un tiempo, bajar la presión y resolver sus problemas personales…Quiere dejar claro que no viene por recomendación de sus trainners”.
Es claro que el peso es una razón fundamental para que Sandoval no juegue en el país, acaso Andrés Galarraga, Omar Vizquel, Edgardo Alfonzo, Magglio Ordoñez o Bob Abreu, han sacado una “excusa” similar a la de Big Pablo. Simplemente diga que la organización está protegiendo su inversión y no quiere arriesgarse, la cual es entendible, en una época donde la danza de los millones es la que marca pauta.
La excusa de no jugar porque se viaja mucho, es escueta y carece de sentido, sino porque tanto alboroto por jugar el año pasado.
Simple, San Francisco es quien invierte en el pelotero y si este no hace caso a lo que ordena, un cambio o un despido bastará, eso lo sabe Sandoval quien a juró tendrá que bajar de peso y recuperar su condición de estrella la cual ha sido opacada por Juan Uribe y el novato Buster Posey.
Allí está Ryan Howard, quien en su segundo año se quito varias libras y ahora está ágil en la primera base y mantiene intacto su poder.
En Sandoval simplemente San Francisco es quien manda….
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