Este miércoles la ciudad de San Francisco se preparará para recibir una nueva edición de la Serie Mundial. Una Serie que podría catalogarse de reservada, ya que ambos equipos accedieron a esta instancia venciendo a dos grandes favoritos que protagonizaron la edición de 2009.
Los Gigantes que llegaron sin mucho ruido a los play off, vencieron en duelos cerrados a los Bravos de Atlanta y luego a los súper favoritos Filis de Filadelfia, equipo que había llegado a la Serie Mundial en los dos años anteriores ante Tampa Bay en 2008 (ganándola) y 2009 ante Nueva York (perdiendo).
La última participación de San Francisco en una Serie Mundial se remota en 2002, cuando cayeron en siete compromisos ante los Angelinos de Anaheim, en una serie de comodines. Al igual que ese año, Texas y San Francisco jugarán por primera vez una final, por lo cual ambos buscan la gloria máxima.
Y aunque, los Gigantes ya no cuentan con aquellos peloteros que formaron parte de ese equipo que encabezaban Barry Bonds y Jeff Kent, el equipo de la bahía cuenta con un grupo de jóvenes y veteranos dispuesto a darle por primera vez la satisfacción a una ciudad que ha visto a su equipo coronarse pero en otra ciudad cuando eran los Gigantes de Nueva York, comandados por el legendario Willie Mays.
Buster Posey (seguro Novato del Año), Pablo Sandoval y Andrés Torres, son la sangre joven en el equipo, a ellos hay que sumar los nombres de Tim Lincecum y Madison Bumgarner en el pitcheo. Pero ellos no están solo; peloteros con experiencia como Aubrey Huff, Juan Uribe, Edgar Renteria, Brian Wilson, Javier López, Jonathan Sánchez, Freddy Sánchez, Pat Burrell, Aaron Rowand y Cody Ross estarán allí para demostrar que los dirigidos por Bruce Bochy, están encendidos y dispuesto a seguir ese camino ante Texas; sobre todo cuando abran en su casa, gracias a la victoria que consiguió la Liga Nacional en el pasado Juego de Estrellas.
Si San Francisco tiene ese talento, Texas no se queda atrás, después de tantos años intentando llegar a esta fase, los Vigilantes harán lo propio por primera vez en su historia, comandados desde la presidencia por Nolan Ryan, (ex estrella de este club) y compuestos por un grupo de peloteros que demostraron al mundo su valor, están dispuestos a acabar con la magia de San Francisco y demostrar que tienen las condiciones necesarias para ser los nuevos monarcas del béisbol… en su hoja de vida está que derrotaron al actual campeón y costoso equipo en las mayores los Yankees de Nueva York.
Elvis Andrus, Pedro Borbón, Mitch Moreland, Nelson Cruz, Tommy Hunter y Neftali Pérez son la nueva sangre texana, ellos formaran parte de los veteranos Michael Young, Josh Hamilton, Vladimir Guerrero, Bengie Molina, Rich Harden, Darren Oliver y Jeff Francouer de un grupo que demostró que supo jugar al béisbol, por algo dejaron en el camino a Tampa y a los Yankees, equipos que estuvieron en la Series Mundiales de 2008 y 2009.
La escena está servida y a partir de este miércoles un nuevo monarca reinará en las mayores, y aunque los puritanos de este deporte digan que la misma será aburrida por que no están los Yankees, sólo hay una cosa clara en el béisbol que los mercados pequeños se imponen en la actualidad. De los ochos equipos que fueron a los play off sólo cuatro eran de mercados minoritarios: Tampa, Minnesota, Cincinnati y Texas.
De interés…
Algunos analistas seguro dirán que está serie tiene poco brillo, Texas y San Francisco nunca figuraron en los pronósticos al inicio de la temporada.
San Francisco buscará su primera Serie Mundial desde 1954, cuando conquistaron el trofeo como los Gigantes de Nueva York. Texas, por su parte asiste a su primer clásico.
Cliff Lee es sinónimo de éxito, en postemporada tiene ocho salidas con marca de 7-0 y 1.26 de efectividad. Sólo Sandy Koufax y Christy Mathewson tienen una efectividad menor en al menos cinco salidas en postemporada. Además el lanzador de Texas tiene cinco juegos de 10 ponches (uniéndose a Randy Johnson) como los únicos en tener dicha marca. Si en su próxima apertura el zurdo logra diez abanicados superará al mítico zurdo que lanzo para Texas, Houston, Montreal, Nueva York, Seattle y Arizona. Lo mejor de todo esto es que no ha dado boleto en sus salidas.
Aparte de que van a su primera Serie Mundial, los Vigilantes de Texas deben tomar en cuenta que nunca han ganado en San Francisco y registran nueve derrotas en un estadio muy favorable a los lanzadores. Si tomamos en cuenta el viejo Candlestick Park, Texas tiene una cadena de 11 derrotas seguidas en San Francisco que datan desde las noches frías en la otrora casa de los Gigantes, el Candlestick Park. Aunque desde que el AT&T abrió para la campaña del 2000, los Vigilantes de Nolan Ryan han hecho las cosas al menos interesantes. De las nueve derrotas ante los Gigantes, cinco fueron por dos carreras y tres por una. Lo único parecido a una paliza terminó en 5-1.
Los Gigantes han de agradecer por comenzar la Serie Mundial en casa. Esta es la primera ocasión en que la serie empieza en un parque de la Liga Nacional desde el 2001 en Arizona. La ventaja de local dejó de rotar entre las ligas en el 2003 para entregarla a la liga que ganara el Juego de Estrellas. La Nacional terminó por fin una sequía de 13 años al ganar el partido estelar de este año, y los Gigantes fueron los beneficiados.
Cliff Lee abre el primero por Texas, en un duelo entre ganadores del Premio Cy Young. Lee ganó el Cy Young de la Liga Americana en el 2008 con Cleveland. Lincecum ha conseguido el premio por la Nacional en los dos últimos años.
Nolan Ryan compro el equipo a mediados de campaña y fue determinante en la contratación de varias figuras como Lee, Molina y Francouer.
San Francisco y Texas tienen un hombre en común: Bengie Molina, el receptor comenzó la campaña en San Francisco jugando en 61 compromisos, antes de ser cambiado a Texas donde participo en 57 encuentros. Su llegada fue vital para Texas, ya que Ryan afirmo que Molina ayudo a conducir un cuerpo de lanzadores que carecía de un líder en la posición dos.
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