Desde que Johan Santana alcanzo
la gloria del juego sin hits el pasado primero de junio, el venezolano ha
perdido el rumbo de sus lanzamientos. En sus últimas cinco aperturas registra
15.63 de efectividad. Tiene marca de 3-7 y ha permitido seis carreras en cinco
salidas consecutivas, convirtiéndose en el primer lanzador de los Mets que sufre
tal situación desde 1980.
Parece que los 134 lanzamientos
que utilizo el merideño – en el juego sin hits - le están pasando factura.
Aunque la gerencia de los metropolitanos asegura que el brazo del lanzador no
tiene ningún percance, los resultados distan lo contrario.
En sus primeras once aperturas
el criollo dejo efectividad de 2.38 con 68 ponches y 21 boletos en 68 entradas,
pero desde que regreso de la lista de lesionados su efectividad se ha disparado
a 4.85.
Desde el año 2000, Santana no
experimenta una temporada negativa.
Más allá de las alarmas, la
gerencia asegura que el cronograma que el lanzador lleva se está cumpliendo. La
recta de Santana ha promediado exactamente la misma velocidad (88.4 mph), por
lo cual consideran un éxito si llega a cumplir las 30 aperturas y decretar por
finalizada la temporada del criollo.
Pero porque esperar hasta las
30 aperturas y decretar el fin de Santana hasta la temporada 2013. Con los Mets
fuera de pelea es preciso que lleven el proceso de recuperación del criollo con
suma cautela. Allí está Stephen Stransburg, a quien los Nacionales le impusieron
un tope de 160 episodios y está a seis salidas de llegar al límite.
La prensa neoyorquina especula
que el hombro del lanzador jamás estuvo recuperado del todo. Aunque Santana y
los Mets demuestren lo contrario, las últimas salidas distan que hay problemas
en su mecánica.
Sólo queda esperar porque
concluya la temporada y ver cómo responde su brazo de lanzar. Lo cierto es que
Santana aún tiene el talento y la capacidad para seguir triunfando en las
mayores.
@beisboladentro
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