viernes, 17 de noviembre de 2023

70 años de un debut INMORTAL

Este sábado 18 de noviembre se conmemoran 70 años del debut de Luis Aparicio Montiel, en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), el primer y hasta ahora único venezolano en ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown.

Aparicio hizo su estrenó con los Gavilanes en el Estadio Olímpico de Maracaibo (hoy Alejandro Borges), ante el Pastora. A los 19 años, el hijo de Luis Aparicio Ortega, se convertiría en el pelotero más joven en estrenarse en el béisbol profesional.

Luis Aparicio Ortega "El Grande" y su hijo Luis el día de su debut al profesional. Crédito: Desconocido

Ese día de 1953, Gavilanes actuaba como visitante, y Aparicio sería el primer bate del club. Antes de iniciarse el cotejo, su padre quien ya era una gloria en el béisbol aficionado y profesional, le entregó su guante y su bate en un gestó "simbólico" que marcaba un cambio generacional.

Y vaya que cumplió con creces el hijo.

La ahora leyenda, cuenta que el debut del junior estaba pautado para el 17 de noviembre, pero una fuerte lluvia, impidió que las acciones se llevarán a cabo, por lo que el partido quedó reprogramado para el día siguiente, como si la Virgen de la Chiquinquirá, patrona de los zulianos, intercediera para que su debut fuera en su día, dándole sus bendiciones, a una prometedora carrera que lo enrumbó a ser el máximo representante del país en el béisbol de las Grandes Ligas.

En Venezuela, Aparicio participó en 13 temporadas con Gavilanes, Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia y Cardenales de Lara, bateando para .309 con 116 dobles, 18 triples, 44 jonrones y 279 carreras empujadas.

Con los Orioles de Baltimore alcanzo la Serie Mundial para ser el primer latino en obtener ese galardón
Crédito: el-nacional.com


Una carrera que despego rápidamente

Una vez debutado en el profesional, las destrezas de Aparicio fueron reconocidas por sus compañeros de equipo y por sus rivales, hubo un primer acercamiento para que firmara con un equipo en las mayores, los Indios de Cleveland, el mánager de Gavilanes, Red Kress, era coach del equipo grande y recomendó su firma a la gerencia, pero Hank Greenberg, co-propietario del club y posterior miembro del Salón de la Fama, declinó la proposición, por considerar al zuliano "muy bajito" para jugar al béisbol.

Sería Alfonso "Chico" Carrasquel, el ídolo de Aparicio, y que para ese entonces, se desempeñaba como el campocorto de los Medias Blancas de Chicago, quien llamaría a Frank Lane, gerente general de los patiblancos, para que firmarán al prospecto zuliano, firma que se concreto en enero de 1954.

Dos años en ligas menores bastaron para que Aparicio demostrara que estaba hecho para las mayores. El 25 de octubre de 1955 los Medias Blancas traspasan a Cleveland a Alfonso Carrasquel y Jim Busby por Larry Doby, el primer jugador de color en jugar en la Liga Americana.

Cuando se conoció la noticia, la prensa en Chicago confrontó a Lane sobre el porque cambio a Carrasquel, quien era uno de los mejores torpederos de las mayores desde 1950. Lane le respondió a un periodista que dijo que si tenía una máquina para hacer outs como el venezolano, y el gerente de los patiblancos dijo "Si", su nombre es Luis Aparicio.

Aparicio posando el día de su debut en las mayores con Alfonso Carrasquel, su ídolo y mentor en su carrera como beisbolista. Ambos representan la historia del campocorto en el equipo de los Medias Blancas de Chicago. Crédito: mlb.com

Aparicio pasaría a convertirse en el nuevo campocorto de los Medias Blancas, sustituyendo a quien era su ídolo de infancia y principal mentor en su desarrollo como pelotero, pese al trago amargo de la noticia, su estrenó fue ante Carrasquel y Cleveland, escribiendo su nombre como el sexto criollo que llega a las mayores e iniciando así un camino que lo llevó a ganar el Novato del Año de 1956, primer latinoamericano en recibir esa distinción.

Revivió el robo de base, un arte que se había perdido por las gestas jonroneras de Babe Ruth, Lou Gehrig, Jimmie Foxx y compañia, estableciendo un récord aún vigente de nueve años consecutivos liderando la categoría de estafadas.

Durante su carrera de 18 temporadas defendió los uniformes de Chicago (en dos etapas), Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston. Asistió a trece Juegos de Estrellas, ganó nueve Guantes de Oro, fue el primer venezolano en jugar una Serie Mundial en 1959 y ganarla en 1966 con Baltimore.

Cuando los Medias Rojas lo cesantearon, este recibió una llamada y un cheque en blanco de George Steinbreinner, dueño de los Yankees de Nueva York, señalando que pusiera su valor para jugar en Nueva York. Aparicio, tan reservado y con su acostumbrada caballerosidad, le respondió al dueño del conjunto "Muchas gracias Sr. Steinbreinner por su oferta, pero a mi solo me cortan una vez".

Y así culminó su carrera siendo fiel a la promesa que le hizo a su padre de siempre ser el número uno en su posición, a sabiendas de que aún podía estar dos o tres años en las mayores.

Estableció varias marcas defensivas en el campocorto, las cuales fueron superadas muchos años después por figuras como Ozzie Smith y Omar Vizquel.

El máximo reconocimiento llegó en 1984, cuando en su sexto año en las boletas de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos, lideró la clase de exaltados a Cooperstown, con un 86.4% de los votos. Conoció la noticia en la carretera por radio, ya que para ese entonces trabajaba como comentarista en Radio Caracas Televisión.

Su número 11 fue retirado de todos los equipos de la LVBP en homenaje a su carrera y desde el 11 de noviembre de 2011, en Maracaibo, se celebra el día de Luis Aparicio, para rememorar su historia en las mayores.

La única debilidad que tuvo en su carrera es que no pudo ser un ganador como mánager en la LVBP donde dirigió a Tiburones, Águilas, Navegantes del Magallanes y Petroleros de Cabimas.

Su debut en la LVBP representa un momento histórico para el béisbol venezolano. Aparicio se convirtió en una de las figuras más importantes del deporte en el país, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de jugadores.

Hoy a sus 90 años sigue siendo una referencia deportiva, y en su honor se entrega el Premio Luis Aparicio, al mejor jugador venezolano de las Grandes Ligas desde hace veinte años.

@beisboladentro

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