domingo, 22 de abril de 2012

Pudge a las puertas de Cooperstown



Iván Rodríguez, considerado por muchos como el mejor receptor de las Grandes Ligas, anunciará este lunes su retiro de manera formal de los terrenos de pelota. El boricua quien fue galardonado con el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1999, decide colgar los spikes en una rueda de prensa con la organización que le brindó la oportunidad de convertirse en estrella: Los Vigilantes de Texas.

Integrante de 14 equipos Todos Estrellas, ganador de 13 Guantes de Oro y 7 premios Bate de Plata; Rodríguez es actualmente el líder de todos los tiempos en juegos jugados en la receptoría con 2.427. Bateó para 296 con 311 cuadrangulares y 1.332 carreras remolcadas en 21 temporadas repartidas entre Texas (1991-2002, 2009), Florida (2003), Detroit (2004-2008), Yankees (2008), Houston (2009) y Washington (2010-2011). Ocupa el quinto puesto entre los receptores con más vuelacercas con 304. Por encima de él se encuentran Mike Piazza (396), Carlton Fisk (351), Johnny Bench (327) y Yogi Berra (306).

Conocido como “Pudge”, Rodríguez se quedó corto en alcanzar uno de los hitos más importantes del béisbol, los tres mil imparables (le faltaron 156 hits). Pero aún así, el boricua cuenta con suficiente elementos para no dudar que será exaltado en su primer intento, por allá en 2018.

Nacido en Vega Baja, un área en el norte de Puerto Rico, terreno fértil para el desarrollo de peloteros, Rodríguez rápidamente llamo la atención de los escuchas por sus habilidades en la receptoría. Debutó a los 19 años el 20 de junio de 1991, su rival en la receptoría ese día era otro grande en esa posición que sería entronizado unos años más tarde como lo fue Carlton Fisk.

El mejor mascoteador

Desde muy joven Rodríguez fue ganando adeptos por sus cualidades defensivas, quien iba a pensar que dos décadas más tarde, sus números estarían a la par de Fisk, Bench y Berra, receptores que hoy ocupan los máximos sitiales en su posición.

Para mencionar algunas de sus virtudes detrás del plato, Rodríguez tiene un porcentaje de 67.3 victorias por encima del reemplazo, empatado en el segundo lugar junto a Carlton Fisk; el líder es Johnny Bench con 71.3. De igual modo de los 16 receptores que se encuentran en Cooperstown, el boricua es quien tiene más imparables, colocándolo como líder en ese departamento. Sus 14 Juegos de Estrellas lo colocan como el único jugador que ha servido en estos eventos.

Su mejor campaña en el Big Show fue en 1999, cuando conquistó su único premio al Jugador Más Valioso. Esa campaña participó en 144 compromisos, bateando para 332 con 35 jonrones y 113 remolcadas. Estableció topes en cuadrangulares y remolcadas. Apenas tenía 27 años y ya estaba en la crema y nata del béisbol.

Otro de los hitos que tiene el boricua son sus 13 Guantes de Oro, de los cuales diez de ellos son consecutivos. Sin duda nadie tiene más galardones en esa posición que Rodríguez. Esos galardones se deben a que logro capturar al 42 por ciento de los jugadores que intentaron robarle una almohadilla durante su carrera.

Para que vean la importancia de este último renglón, desde su debut en 1991, el promedio de las mayores para los receptores era de 26 por ciento.

Igualmente es el único jugador de las mayores que como receptor robó 20 bases y dio 20 cuadrangulares en una campaña, logró que alcanzó en 1999, cuando fue declarado MVP de la Liga Americana.

Anillo de Serie Mundial y otros logros

Una de las metas que se estableció Iván Rodríguez en las mayores fue jugar una Serie Mundial, sueño que alcanzo en dos ocasiones con dos divisas diferentes. La primera fue en 2003, cuando formó parte de los Marlins de Florida quienes se coronaban ante los favoritos Yankees de Nueva York, y la segunda en 2006 con los Tigres de Detroit, equipo que cayó ante los Cardenales de San Luis.

En la Serie de Campeonato de 2003, Rodríguez remolcó diez carreras en 7 compromisos y fue pieza vital para ayudar a Florida a remontar una desventaja de tres juegos a una, para eliminar a unos Cachorros de Chicago que lucían como los grandes favoritos. Pudge fue declarado MVP de esa serie, en parte por sus 17 remolcadas en 17 cotejos.

Entre los jugadores nacidos en Puerto Rico, nadie ha sido más importante que Roberto Clemente, el nacido en Carolina es el único pelotero en llegar a los tres mil imparables. Alomar y Rodríguez se quedaron cortos en alcanzar al jardinero derecho, que falleció en un accidente aéreo. Alomar le faltó 276 hits, mientras que Rodríguez 156.

Su camino hacia la inmortalidad ya está abonado, Rodríguez es uno de los cinco jugadores en la historia de las mayores con un promedio de bateo de 290, 2.500 hits, 550 dobles, 300 jonrones y 1.300 remolcadas. Los otros son Babe Ruth, Hank Aaron, George Brett y Barry Bonds.

A pesar del interés de cuatro franquicias por tener sus servicios, su bajo promedio de 218 y 19 remolcadas en 44 choques con los Nacionales de Washington, hizo que no se concretaran las ofertas, a pesar de que se mantenía entrenando en busca de llegar a los tres mil imparables.

Sin embargo, no hay nada poético o triste en ver la partida de Iván Rodríguez en la casa donde triunfo, será recordado no sólo por su envidiable defensa, sino por la capacidad de hacer lo que nadie más podía hacer detrás del plato.

Su exaltación demostrará que es sin duda el mejor de todos los tiempos en su posición.

@beisboladentro

No hay comentarios:

Publicar un comentario