lunes, 1 de marzo de 2021

Historias del Spring Training

 

El Rey a demostrar que aún tiene combustible

LVBP.com

Durante el spring training de 2020, Félix Hernández estaba demostrando que había dejado atrás los problemas que le afectaron en las últimas tres temporadas y que incidieron en que los Marineros de Seattle no le renovarán su contrato.

No era para menos, estaba con una nueva organización, los Bravos de Atlanta, conjunto que lo firmó con un contrato de ligas menores e invitación al campo de entrenamiento, además de que si hubiera hecho el equipo, obtendría un millón de dólares.

En el papel era un reto grande para el venezolano, estaba cambiando de liga y en los pocos encuentros que lanzó dejó constancia de que había signos de recuperación. Había dejado 1.98 de efectividad y todo indicaba que formaría parte de la rotación de abridores, pero la aparición del Covid-19, incidió en que Hernández declinará actuar en la temporada.

No fue el único… un grupo de nueve jugadores entre los que se destacaba Buster Posey, decidieron no jugar por temor al contagio.

Un año después, Hernández está de regreso. Con una nueva organización, los Orioles de Baltimore, conjunto que se encuentra en reestructuración y que sirve como propósito para el venezolano, pues confeso que no tendrá presión en demostrar sus herramientas, pues considera que con este conjunto puede dar el nivel que le permitió obtener un premio Cy Young en 2010.

Con metas claras

Como muchacho en juguetería, así llegó Félix Hernández al complejo de los Orioles en Sarasota, Florida.

Buscando participar en su temporada 16 en el Big Show, el “Rey” buscará nuevamente ubicarse entre los grandes lanzadores en la historia de este deporte. Con marca de 169-136, 3.42 de efectividad y 2.524 abanicados en 2.729.2 entradas lanzadas, el venezolano buscara entre sus primeras metas un lugar en la rotación oropéndola.

Segundo, durante sus primeras declaraciones a los medios, aseguró que irá por 3.000 ponches y las 200 victorias, para así potenciar su candidatura al Salón de la Fama, meta que se ha convertido en su motivación.

“Les diré algo, tengo los números”, tengo los innings y tengo los ponches, pero mi meta es llegar a los 3.000 y las 200 victorias”, atizó el venezolano, quien además admitió que en los últimos años la velocidad de sus pitcheos disminuyó, por lo que ha trabajado en otra forma para dominar a los bateadores.

“Me velocidad declinó cuatro, cinco años atrás”, admitió. “Durante las últimas dos campañas, no estuve saludable. En este instante, no soy el mismo de antes. Soy un lanzador más inteligente, que trata de colocar la bola en las esquinas y mezclar mis envíos. No hace mucha diferencia, pero tienes que ser un poco más inteligente”.

No jugar el año pasado puede representar un escollo en sus aspiraciones, por lo que sabe que esta oportunidad que le brinda Baltimore puede ser la última y quiere aprovecharla al máximo.

“Los Orioles me dieron el chance de venir y competir por un lugar en la rotación. Es por eso que tomé la decisión de firmar con ellos”, comentó el experimentado lanzador al Baltimore Sun.

El manager Brandon Hyde le dijo a MLB.com, que sopesa la idea de ir con una rotación de seis brazos, tal como planean otros equipos de las mayores, entre ellos Marlins y Piratas.

En este instante, detrás de John Means, la competencia está abierta. Además de Hernández, se menciona a Matt Harvey y Wade LeBlanc, quienes también firmaron contratos de Ligas Menores, así como los prospectos Dean Kremer y Keegan Akin, que ya se mostraron en 2020.

Hernández además de haber ganado el Cy Young en 2010, figuró en el Top 5 en el 2009, 2012 y 2014. Tiene 25 juegos completo, segundo en la lista igualado con Clayton Kershaw entre los lanzadores activos, Justin Verlander es el líder con 26.

En cuanto a su ambición del Salón de la Fama, habrá que ver como se desempeña en lo que le resta de carrera, si bien, cuenta con ciertos pergaminos, Hernández siempre adoleció de falta de apoyo, muchos aseguran que hace rato hubiera llegado a los 200 triunfos.

Johan Santana presentó números similares a varios integrantes al Salón de la Fama, pero no sobrevivió el primer cohorte, podrá Hernández demostrar que aún tiene combustible.

Son 35 años a cuesta, una edad en la que pocos lanzadores estelares consiguen temporadas ganadoras, pero como dijo el venezolano, “es una temporada de reivindicación”.

@beisboladentro

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