lunes, 24 de agosto de 2009

20 años sin ser inmortal...

Durante el mes de julio Bud Selig, Comisionado del béisbol había señalado la posibilidad de que Pete Rose sea readmitido dentro del béisbol para que pueda ser elegible al Salón de la Fama, gracias a que ha contado con el apoyo de varios ex peloteros contemporáneos, quienes consideran que veinte años son mucho castigo para una persona, pero hasta los momento dicho acto no se ha realizado aún.

Hoy 24 de agosto de 2009, el más grande hiteador de este deporte se encuentre suspendido desde 1989, cuando el entonces Comisionado Bart Giamatti, expulso a Rose, quien era manager de los Rojos de Cincinnati por apostar en los juegos de Grandes Ligas, algo que confeso quince años después, cuando tuvo durante cinco años negando tal hecho.

Muchos se preguntan si Rose quien era candidato a ser entronizado en 1991, hubiera logrado la unanimidad por lograr la mayor cantidad de hits en la historia de las Grandes Ligas. Pero su confesión arruinó dichas posibilidades y hoy continúa fuera de toda actividad vinculada con el béisbol.

Rose siempre ha generado debates fuera y dentro del terreno con su caso; en contra de Rose está el argumento de que violó lo más básico: No apuestes juegos de béisbol (recordemos lo acontecido en 1919 con los Medias Negras), a su favor está su nivel como jugador, su condición de mega estrella que debe ser readmitido y elegible para el Salón.

A través de los años, Rose se ha hecho daño con su propio comportamiento. Durante 14 años negó que apostara juegos de béisbol. Luego publicó una autobiografía en la que reconoció que apostó partidos de Grandes Ligas y que mintió después sobre el tema. No sólo había apostado juegos de béisbol, había apostado partidos de los Rojos cuando él era manager de Cincinnati.

Rose insistió que siempre apostó a favor de su equipo, pero la prohibición de las apuestas de MLB está bien clara.

Cuando vemos este tipo de actitud, este deporte donde lo puro y lo tradicional se emite como imagen, sin duda alguna Rose no encaja en ese perfil y por eso su expulsión de toda actividad; pero en plena era de esteroides, donde muchas “estrellas” de renombre que eclipsaron con sus actuaciones los cimiento de este deporte han sido perdonados en su mayoría (Manny Ramírez, A-Rod, Jason Giambi, Andy Pettite), por citar algunos, y que hay una nube de interrogantes sobre otros peloteros, Pete Rose es culpado por un hecho que ya los fanáticos parece no importarle al igual que otros peloteros. Nunca se vio un tipo de conducta que rayase lo absurdo en Rose, solo aquel impase con un árbitro en 1986 que le valió 30 días de suspensión, pero es más recordado por su actitud aguerrida dentro del terreno lo que le dio el status de estrella sin ser un jonronero o un gran impulsador.


Rose sí fue víctima de algunas circunstancias luego de aceptar su expulsión, que siguió una investigación exhaustiva de John M. Dowd, ex abogado del Departamento de Justicia del gobierno de EE.UU. En el acuerdo de la expulsión, Rose no tuvo que confesar su culpabilidad y podía solicitar un reingreso al béisbol después de un año. Pero también como parte del acuerdo, Rose aceptó una expulsión de por vida.

Después del acuerdo, el Comisionado Giamatti dijo públicamente que creía que Rose había apostado juegos de béisbol. Por supuesto lo creía; de otra forma no hubiese hecho tanto para investigar al líder de hits de todos los tiempos.

Solamente ocho días después de la expulsión Giamatti, ex Presidente de la Universidad de Yale, murió de un infarto. Algunos de los amigos del académico afirmaron que el estrés de la investigación y expulsión de Rose fue un factor en su muerte.

Los dos siguientes Comisionados -Fay Vincent y Bud Selig- fueron muy amigos de Giamatti. De haber vivido más tiempo Giamatti, pudo haber readmitido a Rose. Pero los dos siguientes jefes del béisbol no estaban en buena posición para ser tan benevolentes en este caso.

Parecía que Rose tenía posibilidades de solicitar con éxito una readmisión en el 2003. Sin embargo, fue perjudicado por la confirmación de sus apuestas y una percepción de que no tenía mucho remordimiento.

Se presume que una readmisión de Rose significaría posibilidades de llegar a Cooperstown. Por un lado, es difícil aceptar que el líder en hits no tenga las puertas abiertas en el Salón.

Por otro está la gravedad de su ofensa. Has escuchado a la gente decir, "Dejaron jugar a todos aquellos que consumieron esteroides; ¿por qué no pueden aceptar a Rose?"

Son dos temas bien distintos. Los usuarios de sustancias para aumentar el rendimiento hicieron trampa en algún sentido, pero lo hicieron con la intención de tener una ventaja competitiva. Fueron motivados por eso, y son humanos.

Aquellos ocho peloteros que en 1919 se vendieron a un grupo de apostadores, jamás tuvieron por parte del recién electo Comisionado Kenesaw Mountain Landis, el perdón para volver a jugar en las Grandes Ligas, tal vez Rose a sus 68 años este cerca de recibir un perdón, y aunque como se expuso antes los esteroides y las apuestas son cosas distintas que requerirán de mucho debate, la reinserción del máximo hiteador debe ser un hecho, quedo demostrado en el 2000 cuando formó parte del Equipo del Milenio, Cooperstown está listo para recibir a Rose y poner su nombre al lado de Cobb, Ruth, Gehrig, Aaron, Mays, Boggs, Mantle y para usted de contar….

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