martes, 30 de junio de 2015

La confianza de V-Mart


Dice el viejo adagio que quien persevera gana y eso lo sabe Víctor Martínez, quien celebra a lo grande su vuelta al terreno de juego, tras superar algunos inconvenientes con su rodilla operada a principios de año.

Tras su regreso el pasado 19 de junio, el bateador designado de los Tigres de Detroit, promedia para 324, siendo pieza vital en el resurgir de los felinos, que se encuentran a seis juegos y medio de los Reales de Kansas City, quienes dominan la división central del joven circuito.

“Ese es el Víctor que vimos el año pasado, en 2014”, dijo Brad Ausmus, mánager de los Tigres. “Lo hemos visto desde que regresó de su rehabilitación. Siento que hay alguien ahí que realmente está protegiendo a Miggy”.

El oriundo de Ciudad Bolívar, apenas bateó para 216 en 34 juegos antes de ser colocado en la lista de lesionados a mediados de mayo con una inflamación en la rodilla izquierda. Desde su regresó su promedio es de 324 con tres dobles, un vuelacerca y diez remolcadas.
Los Tigres han ganado cinco de los nueve juegos que ha disputado en ese lapso, promediando 5.67 carreras por juego.

Para Ausmus, Martínez es el único que puede proteger a su compatriota Miguel Cabrera en la alineación felina, incluso el mismo Cabrera se ha visto beneficiado de la protección de su compañero, pues ha visto mejores pitcheos.

Cabrera batea para 414 con Martínez como su escudero.

Un fuera de serie
Para el receptor James McCann, el aporte de Martínez es valioso dentro del lineup felino.

“Es un out bien difícil – sin importar la situación – como cuarto en el orden, simplemente, le aporta otra dimensión al lineup. Es un bate de mucho peso que perdimos por un tiempo”.

Pese a promediar 243 con solo dos cuadrangulares y 25 remolcadas en 43 compromisos esta temporada, Martínez no se presiona por los números, para él, lo más importante era volver a la alineación y dar su aporte a la causa de Detroit.

“He conectado algunos cuadrangulares, pero conozco mis capacidades. No puedo volverme loco porque el año pasado conecté 32 cuadrangulares. Sé que soy un mejor bateador de líneas, es por eso que he podido hacer lo he estado haciendo durante toda mi carrera”.

En las últimas temporadas el guayanés, ha tenido que luchar con varias lesiones en sus rodillas que acabaron definitivamente con la posibilidad de volver a recibir un partido. Ahora se concentra en ser designado y eventual inicialista, cuando el mánager Ausmus decida darle descanso a Cabrera.

El año pasado ligo para 335 con 32 vuelacercas y 103 remolcadas para finalizar segundo en la elección al Jugador Más Valioso de la Americana.

Cuando restan tres meses de acción, Martínez se enfoca en mantenerse sano y ayudar a Detroit a llegar nuevamente a una postemporada.

El dato
En los últimos siete encuentros, Martínez promedia 355 (31-11) con cinco anotadas, un vuelacerca, diez remolcadas, un boleto y apenas dos abanicados.

@beisboladentro

viernes, 19 de junio de 2015

Un legado mancillado


Los Yankees de Nueva York están destinados para los récords.

Este viernes 19 de junio, Alexander Emmanuel Rodríguez, se convirtió en el pelotero 29 en arribar a los tres mil imparables, y apenas el tercero que lo hace a través de un cuadrangular, uniéndose a Wade Boggs (1999) y Derek Jeter (2011).

La víctima del batazo fue Justin Verlander, de los Tigres de Detroit en el mismo primer episodio. Rodriguez unió su nombre a Dave Winfield, que conecto su histórico batazo en 1993 ante Dennys Eckersley, que al igual que Verlander fueron ganadores de un premio Cy Young, algo que los restantes 27 miembros del club de los 3.000 no han alcanzado.
Rodríguez conectó su histórico hit en el Yankee Stadium,
siendo además el quinto jonrón que le conecta de por
vida a Justin Verlander la víctima del hit

Rodríguez también se codea junto a Hank Aaron y Willie Mays como los únicos con 3.000 imparables y 600 cuadrangulares, algo que Babe Ruth, Ted Williams y Barry Bonds, no pudieron lograr. Agregue a esa ecuación, que es junto a Aaron, los únicos en conseguirlo teniendo además 2.000 carreras remolcadas; simplemente hablamos de una figura con méritos suficientes para que su nombre figure dentro de unos años en el Salón de la Fama.

Lo lógico sería eso, pero Alex Rodríguez no tendrá ese placer, debido a su admisión al uso de esteroides cuando jugó con los Rangers de Texas y posteriormente con los Yankees, tras el escándalo de la clínica Biogénesis, en las que varias figuras estuvieron involucradas, y donde Rodríguez pago caro su pecado, al ser suspendido por toda la temporada 2014.

Antes de verse involucrado en el caso de los esteroides, Rodríguez era un pelotero de cinco herramientas, dotado con una cualidades atléticas que estaban destinadas a superar varias marcas ofensivas, se preocupo tanto por su legado, que podría ser la razón de los tropiezos en sus carreras, la presión que tenía en sus espaldas tras haber debutado a los 18 años con los Marineros de Seattle en la temporada 1994, lo enrumbo rápidamente a la fama.

Un título de bateo en su primera campaña completa como jugador en 1996, aderezada con una invitación al Juego de Estrellas y un segundo lugar al premio Jugador Más Valioso fue el inicio de una carrera en la que nombres como Willie Mays, Hank Aaron, Mickey Mantle y compañía eran moldes a seguir para el pelotero de ascendencia dominicana.

Tras firmar el contrato más lucrativo para deportista alguno en 2001 con los Rangers de Texas, Rodríguez admitió en 2009, haber usado esteroides entre 2001 y 2003, debido a la presión del contrato valorado por 250 millones de dólares, desde entonces, ha estado bajo escrutinio de la liga por consumo de esteroides, situación que tomo su punto alto cuando una investigación de la Administración para el Control de Drogas (DEA) a la clínica Biogénesis, determinó que varios atletas compraban drogas para mejorar su rendimiento.
Últimos pelotero en arribar a los tres mil hits en las Grandes Ligas.

Tras ver su nombre involucrado, Rodríguez negó vehemente todo y amenazo con varias demandas a la organización de Nueva York, un doctor de la organización, la Asociación de Peloteros y una clínica de la Gran Manzana.

Fueron 21 meses tumultuosos en los que Rodríguez negó el uso de esteroides, hasta que en enero de 2014, admitió en una sala de conferencia de la DEA, frente a agentes federales y fiscales que le concedieron inmunidad al jugador mejor pagado de todo el béisbol.

  • Sí, compró drogas para mejorar el rendimiento de la clínica Biogénesis de AMÉRICA, pagándole alrededor de $12,000 al mes a Anthony Bosch, el falso médico que era dueño del consultorio.
  • Sí, Bosch le dio jeringas precargadas de hormonas para inyectarse en el estómago, e incluso le sacó sangre en el baño de hombres de un club nocturno en South Beach.
  • Y sí, el primo del pelotero, Yuri Sucart, le conseguía la droga.
Una confesión que no logró reducir su sentencia con la mítica organización a rayas.

Con el talento que tenía Rodríguez, era necesario llegar a esos extremos, cual era la necesidad de mostrarse superior al resto de los pelotero, acaso su talento no hizo posible su firma al profesional.

En un deporte donde los peloteros van acompañados de consejeros y son ellos vitrinas para futuros jugadores, Rodríguez mancilla su carrera, poco importa su tres premios MVP, 14 comparecencias al Juego de Estrellas, 10 Bates de Plata, dos Guantes de Oro, 600 o más cuadrangulares y tres mil imparables, para los electores del Salón de la Fama, A-Rod es un tramposo que no respeto las reglas de juego.

Un rostro más en la llamada era negra del béisbol, donde Barry Bonds, Mark McGwire, Roger Clemens, José Canseco, Rafael Palmeiro, Manny Ramírez, Miguel Tejada, entre otros, engañaron a los fanáticos para ser los mejores.
La credibilidad de A-Rod se vio comprometida tras su
confesión a la investigación hecha por la DEA

Tampoco podemos obviar que aquellos que consumieron esteroides, no tienen ni la cuarta parte de los registros que Rodríguez ha alcanzado en su carrera.

La carrera de A-Rod llega a su nivel más bajo tras el escándalo de Biogénesis, la vehemencia con que negaba el uso de esteroides y acusar a Grandes Ligas de querer acabar su carrera, le hizo ganar adeptos, pero tras su confesión, perdió credibilidad, Rodríguez se hizo presa de su propia farsa, quizás llevado por un mal asesoramiento que hoy parece quedarse atrás, tras lo hecho en esta temporada, donde se ha convertido en el rostro más visible de una organización carente de una figura que arrastre masas como Derek Jeter, que decidió retirarse el año pasado.

Con esta marca, Rodríguez encara una nueva oportunidad para regresar por todo lo alto en las Grandes Ligas. Cerca de cumplir 40 años, el bateador designado de los mulos, quiere culminar su carrera y dejar que los electores decidan si merece ser entronizado o si sufrirá las consecuencias de sus actos.

Con números dignos de un Salón de la Fama, Mark McGwire, Barry Bonds y Roger Clemens, siguen en las boletas viendo como sus números descienden año tras año, acaso la tónica cambiara con A-Rod.

El dato
Alex Rodríguez ha jugado con tres equipos en su carrera de 21 temporadas en Grandes Ligas. Tiene 1.465 hits con los Yankees, 966 con el uniforme de los Marineros de Seattle y 569 con los Rangers de Texas para totalizar 3.000. Es el segundo pelotero de los Yankees en arribar a la marca, el primero es Derek Jeter, que totalizo 3.465, siendo el único en hacerlo como miembro firmado de la organización.

@beisboladentro

lunes, 15 de junio de 2015

¿Juego de Estrellas o Juego de fanáticos?


Cada edición del Juego de las Estrellas ha traído sus polémicas.
Infante ha sido centro de la
controversia por la cantidad de
votos para el Juego de Estrellas

El fanatismo ha sido la eterna lucha entre los peloteros que tienen meritos y aquellos que son electos en base a su popularidad.

Así son las normas y así ha sido el proceso desde sus inicios.

Pero que sucede cuando un equipo monopoliza las votaciones, lo más seguro es que el Comisionado Rob Manfred, tenga que tomar cartas en el asunto, tal como sucedió en la edición de 1957.

Antes de llegar a esa historia, es preciso conocer la que origina este artículo.

La publicación de un nuevo boletín con los favoritos a abrir el Juego de Estrellas por la Liga Americana, presentó cambios interesantes a la presentada hace algunas semanas atrás.

Nuevamente los Reales de Kansas City, marchan como el equipo con más representantes en la edición al tener a ocho de los nueves peloteros, siendo Mike Trout, el único de otra divisa que se mantiene al frente de su posición.

Semanas atrás los campeones de la Liga Americana tenían a seis representantes, mientras que Miguel Cabrera, José Altuve y Mike Trout estaban dominando sus posiciones; tanto Cabrera como Altuve tenían leves ventajas sobre sus cercanos competidores, pero la boleta presentada este lunes, tiene a los venezolanos fuera, siendo sustituidos por Erik Hosmer y Omar Infante de los Reales.

Llama poderosamente la atención el caso de Infante, que con un promedio de 204 y 17 impulsadas en 32 encuentros, ha coleccionado 4.518.765 papeletas a su favor para abrir la segunda base en el clásico de mitad de temporada, relegando a Altuve al segundo puesto con 4.209.702 votos.

Altuve batea para 290 esta temporada y viene de ganar el título de bateo del joven circuito el año pasado.
El primer boletín arrojado tenía a cinco miembros
de los Reales de Kansas City para abrir el Juego
de Estrellas

Ya el debate ha tomado candela, es Infante un claro merecedor del Juego de Estrellas.

A un mes de efectuarse el juego, la cita se perfila como histórica para los vigentes campeones de la Liga Americana. La supremacía de Kansas City en la votación electrónica ha captado mucha atención. Es una farsa, reprochan algunos sobre el proceso. Otros alaban el febril entusiasmo de los fanáticos de los Reales.

Si el juego fuera ahora, los Reales que saldrían como titulares son el receptor Salvador Pérez, el primera base Eric Hosmer, el segunda base Omar Infante, el torpedero Alcides Escobar, el tercera base Mike Moustakas, el bateador designado Kendrys Morales y los jardineros Lorenzo Cain y Alex Gordon.

Infante con un magro OPS de 496, es quien ha sorprendido en la votación. Si bien su promedio vitalicio es de 273 con un OPS de 703, es un pelotero con más de 14 temporadas en las mayores, donde la mitad de su carrera fue un jugador de reserva.

Fue en 2010, cuando su carrera tomo despegue, al sustituir al lesionado Chipper Jones, en los Bravos de Atlanta, tomando una considerable suma de turnos que le hizo disputar el título de bateo con otro venezolano, siendo Carlos González, de los Rockies de Colorado, el vencedor.

Desde entonces, Infante participó con Tigres de Detroit, Marlins de Miami y Reales de Kansas City, siendo un segunda base promedio, sin mucha atención mediática.

De hecho, su única comparecencia al Juego de Estrellas de 2010, se debió a una norma del entonces Comisionado, Bud Selig – que por cierto solo se aplico en esa edición -, de premiar la labor de los utilitys, Infante fue el seleccionado por el mánager Charlie Manuel en la Liga Nacional, mientras Ty Wigginton era el electo por el joven circuito.

Infante le ha sacado más de 309.063 votos a su compatriota Altuve, quien hoy por hoy, se ha ganado el derecho de ser considerado el mejor segunda base de las mayores en la actualidad.

Si Infante acaba como titular en el Juego de Estrellas con semejantes estadísticas, sería algo sin precedentes. Se uniría a otros seis bateadores con la peor producción en términos de OPS (embasado y slugging) que fueron titulares en el Juego de Estrellas, según STATS. El OPS del pelotero previo a la pausa del Juego de Estrellas aparece entre paréntesis.

Ozzie Smith, SS, 1983 (.526)
Davey Lopes, 2B, 1981 (.538)
Luis Aparicio, SS, 1971 (.559)
Sandy Alomar Jr., C, 1991 (.592)
Bobby Richardson, 2B, 1964 (.594)
Cal Ripken, SS, 2001 (.594)

Smith era un mago defensivo y las credenciales de Richardson con el guante también le ayudaron. El venezolano Aparicio y Ripken estaban en el ocaso de sus carreras. Ambos acabaron en el Salón de la Fama. Lopes ya se había establecido como estelar cuando se ganó la titularidad en '81. Alomar fue el Novato del Año en 1990, lo cual explica su selección en el Juego de Estrellas en la temporada posterior.

Formar parte del equipo ideal en el momento ideal ha sido un aliciente para Infante, hubo rumores de su salida del equipo antes de iniciarse la temporada, sobre todo después de promediar 252 con 66 carreras remolcadas y nueve vuelacercas en 2014.
El penúltimo boletin presentado la semana pasada
trajo la novedad de Erik Hosmer. Puede verse la leve
ventaja que Altuve tenía sobre Infante

Seguirá el ferviente fanatismo de Kansas City apoyando al camarero, eso se sabrá en las próximas semanas, por lo pronto, Infante tendrá la misión de levantar su promedio y demostrar que merece estar codeándose con lo más granado del béisbol.

La edición de 1957, fue el primer precedente en la historia de estos eventos.

En ese entonces todos los jugadores de los Rojos de Cincinnati a excepción de Stan Musial en la inicial, fueron electos para abrir el Juego de Estrellas, que se celebró en el Busch Stadium, hogar de los Cardenales de San Luis.

Bowie Kuhn, quien fungía como Comisionado de las mayores en ese entonces, intervino e incluyo a Hank Aaron y Willie Mays como outfielders sacando a dos miembros de los Rojos que no tenían méritos.

La historia pudiera repetirse con Infante y cuidado si con Hosmer, ya que Cabrera lo supera en todos los renglones ofensivos.

Votaciones 15 de junio de 2015Receptoría
1. Salvador Pérez, Reales: 7,202,292
2. Stephen Vogt, Atléticos: 3,260,864
3. Russell Martin, Azulejos: 2,225,889
4. Brian McCann, Yankees: 1,154,530
5. Alex Avila, Tigres: 868,321

Primera base
1.
Eric Hosmer, Reales: 5,777,363
2. Miguel Cabrera, Tigres: 5,301,216
3. Prince Fielder, Rangers: 1,794,589
4. Mark Teixeira, Yankees: 1,032,924
5.
Albert Pujols, Angelinos: 931,585

Segunda base
1. Omar Infante, Reales: 4,518,765

2. José Altuve, Astros: 4,209,702
3. Jason Kipnis, Indios: 1,859,756
4. Ian Kinsler, Tigres: 1,632,770
5. Dustin Pedroia, Medias Rojas: 1,210,882

Tercera base
1. Mike Moustakas, Reales: 6,505,258
2. Josh Donaldson, Azulejos: 4,880,315
3. Nick Castellanos, Tigres: 923,589
4. Adrián Beltré, Rangers: 908,343
5. Manny Machado, Orioles: 881,635

Campocorto
1. Alcides Escobar, Reales: 6,332,981

2. José Iglesias, Tigres: 3,491,530
3. José Reyes, Azulejos: 1,649,076
4. Marcus Semien, Atléticos: 1,132,210
5. Jed Lowrie, Astros: 978,177

Jardines
1. Lorenzo Cain, Reales: 6,611,781
2. Mike Trout, Angelinos: 5,944,068
3. Alex Gordon, Reales: 5,581,096
4. Alexis Ríos, Reales: 3,952,551
5. Adam Jones, Orioles: 3,248,559
6. Yoenis Céspedes, Tigres: 3,165,784
7. José Bautista, Azulejos: 2,794,526
8. Michael Brantley, Indios: 2,101,577
9. Jacoby Ellsbury, Yankees: 1,788,449
10. Josh Reddick, Atléticos: 1,517,538
11. Hanley Ramírez, Medias Rojas: 1,188,662
12. J.D. Martínez, Tigres: 1,172,305
13. Rajai Davis, Tigres: 1,073,790
14. Torii Hunter, Mellizos: 1,041,097
15. Carlos Beltrán, Yankees: 1,012,302

Bateador designado
1. Kendrys Morales, Reales: 5,422,250
2. Nelson Cruz, Marineros: 4,873,273
3. Edwin Encarnación, Azulejos: 1,430,262
4. Victor Martínez, Tigres: 1,188,737
5. Alex Rodríguez, Yankees: 1,176,506


@beisboladentro

lunes, 8 de junio de 2015

Ases prometedores

Williams Pérez y Eduardo Rodríguez tienen mucho en común. Ambos debutaron este año en las Grandes Ligas y se han constituido en los principales referentes de sus rotaciones con los Bravos de Atlanta y Medias Rojas de Boston respectivamente.

Ambos llegaron a las mayores para suplir fallas en el cuerpo de lanzadores, en el caso de Pérez comenzó a ser usado como relevista, pero debido a una emergencia fue movido a la rotación abridora, donde ha impresionado al cuerpo técnico de los tomahawk, mientras que Rodríguez recibió el llamado para abrir un partido de emergencia, pero fue su actuación la que motivo a John Farrell a darle una nueva oportunidad y este no defraudo demostrando que está listo para asumir un papel determinante en la rotación de los patirrojos, que ya lo han ratificado como uno de sus abridores por lo que resta de temporada.

Tanto Rodríguez como Pérez avizoran un gran futuro en las mayores de continuar el trabajo realizado en sus primeras presentaciones, constituyéndose en la nueva camada de abridores jóvenes en el big show.

Debut por todo lo alto
Rodríguez surgió como una nueva “esperanza” dentro de las filas de Boston.
Eduardo Rodríguez fue firmado por los Orioles de
Baltimore y fue cambiado a Boston hace dos temporadas


Debuto el 28 de mayo ante los Rangers de Texas, dejándolos en tres hits durante 7.2 entradas de labor, en las que no permitió carrera con siete abanicados y tres boletos.

Dicha actuación fue la mejor para un lanzador debutante de los Medias Rojas desde 1967, cuando Billy Rohr, trabajó las nueve entradas.

“Sentimos que después de su debut, hubo una inyección de energía y optimismo” comento el manager de Boston, John Farrell, quien decidió utilizar al zurdo ficha de los Navegantes del Magallanes para una segunda apertura ante los Mellizos de Minnesota.

El plan original era que Rodríguez regresaría a las menores después de hacer esa apertura ocasional, pero lo dominante de su actuación hizo que el alto mando probara al joven promesa ante su público.

No defraudo y volvió a lanzar siete episodios permitiendo dos hits, una carrera (un cuadrangular), con siete abanicados y dos boletos.

De acuerdo a “Elias Sports Bureau”, Rodríguez es el primer lanzador desde 1900 en trabajar por espacio de siete episodios en sus primeras dos salidas y conceder menos de tres inatrapables, con sólo una carrera en cada jornada.

Farrell sólo tiene elogios para el lanzador, que con apenas dos aperturas se erige como una figura del equipo patirrojo y una de las bocanadas de aire fresco que necesitaban para mostrar una mejor cara, que al comienzo de la temporada.

Los adjetivos del mánager hacía Rodríguez son “soberbio, especial, sereno e impresionante”.

Su efectividad es de 0.61, mientras que los oponentes le batean para 161

Desde que recibió el llamado a las mayores, Boston tiene marca de 6-5; y este lunes buscara su tercer lauro ante los Orioles de Baltimore.

De relevo a abridor
Pérez ha sido una noticia positiva para el cuerpo de
lanzadores de los Bravos de Atlanta
Tras dos relevos nada convincentes, Pérez ha mostrado su mejor cara, cuando fue insertado a la rotación de abridores por una emergencia.

El resultado ha sido un total acierto, para el cuerpo técnico de Atlanta, pues el venezolano ha permitido seis carreras 23 episodios de labor para una efectividad de 2.34 en cuatro aperturas, en las que ha ganado un partido con 22 abanicados y 11 boletos otorgados.

Su efectividad global es de 3.55, aunque todavía tiene que mejorar su control, el joven de 24 años ha demostrado que es un ponchador y que puede ser de mucha valía por lo que resta de campaña en los Bravos.

Así lo piensa su mánager Freddi González, que ha señalado “si se mantiene dando este tipo de salidas para nosotros, va a estar bien… él lanza con los ojos y ve lo que está pasando. Tiene buenas armas. Tiene una sinker que induce muchos roletazos.

Para el nativo de Portuguesa, todo ha sido una sorpresa, el éxito que ha alcanzado y espera no decaer en cada una de sus salidas.

Las proyecciones para ambos lanzadores son grandes, por lo que es probable que ambos terminen la campaña por encima de las diez victorias, nada mal para un estreno no esperado.

El dato
Luis Leal tuvo el debut más largo para un lanzador criollo en las mayores antes de la llegada de Eduardo Rodríguez. Leal lo hizo en 1980, con los Azulejos de Toronto, cuando lanzó 7.2 entradas ante los Yankees de Nueva York, en los que permitió doce hits, tres carreras, sin ponche y cuatro boletos para llevarse la victoria.

@beisboladentro

Generación prometedora


El año pasado fue histórica para los debutantes venezolanos en el mejor béisbol del mundo. Veinte promesas dieron el salto a las mayores, estableciendo un registro para el país y dejando atrás la marca de 18 estrenos lograda en 2006 y 2008.

Para la temporada 2015, la cifra parecía una utopía, pues eran pocos los candidatos con méritos suficientes para dar el salto a las mayores, salvo algunas sorpresas, muchos consideraron que lo acontecido la zafra pasada estaría lejos de repetirse.

Tras dos meses de acción, el talento pujante de nuestros jugadores ha echado tierra a esa premonición y con el ascenso de Junior Guerra, con los Medias Blancas de Chicago, la cifra de debutantes esta temporada podría colocarse en 12, si el derecho de 30 años es llamado a relevar en el transcurso de esta semana.

Dicha cantidad de estrenos en tan poco tiempo constituye en sí un récord; ya que restan cuatro meses de acción, dejando claro que todavía hay varios peloteros que esperan el llamado y cumplir el sueño de ser ligamayorista.

Figuras como Oscar Hernández (Cascabeles de Arizona), José Peraza (Bravos de Atlanta), Wilfredo Boscán y Elías Díaz (Piratas de Pittsburgh), Arcenio León (Medias Blancas de Chicago), Breyvic Valera (Cardenales de San Luis), Renato Núñez (Atléticos de Oakland), José Gregorio Martínez (Mellizos de Minnesota) y Ronald Torreyes (Azulejos de Toronto), son en estos momentos los nombres más llamativos para recibir el ascenso a las mayores.

Salvo alguna “otra” sorpresa, la cifra de debutantes se ubicaría este año en 21, uno por encima de lo alcanzado el año pasado.

De cumplirse dicho pronostico, estaríamos en presencia no sólo de tener a una centena de venezolanos jugando una temporada en las mayores, sino que seriamos testigos del avance acelerado de nuestros peloteros, que gracias a los trabajos realizados en las academias de béisbol, han ido posicionándose rápidamente entre los principales prospectos del béisbol y por ende su estreno es por sí un hecho.

Tampoco podemos olvidar los beneficios de la Regla V, donde 26 venezolanos lograron debutar antes del tiempo establecido, y de aquellos que gracias a su vertiginoso desarrollo pudieron estrenarse en las mayores antes de jugar en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
161 jugadores venezolanos han debutado en los últimos once años.
La imagen representa los peloteros más destacados de su grupo.

Odúbel Herrera y Eduardo Rodríguez son dos de esos casos nombrados.

Ante tanto talento emergente siempre surge la interrogante de si la liga venezolana estaría lista para una nueva expansión, y poder apreciar todo ese desarrollo de las jóvenes promesas, muchas de las cuales son vetadas de jugar por imposición de sus organizaciones en las mayores.

República Dominicana es el principal exportador de peloteros en el béisbol de las Grandes Ligas, en los últimos años la cantidad de jugadores venezolanos en ligas menores ha recortado la diferencia, y los debuts de 2014 y 2015, son un indicio de que pronto la tierra de Bolívar se convertirá en el principal sustento de peloteros extranjeros en las mayores.

El dato
Oscar Hernández, quien fue tomado por los Cascabeles de Arizona en el draft de Regla V, está en lista de lesionados por una fractura en el hueso ganchoso de la mano izquierda y aún no ha hecho su debut en las mayores. Otro venezolano que estuvo arriba por unos días fue Wilfredo Boscán, con los Piratas de Pittsburgh, pero no debutó y fue devuelto a las menores.

@beisboladentro

lunes, 1 de junio de 2015

El día de la infamia



La carrera de Armando Galarraga en las Grandes Ligas no fue del todo exitosa. Solo lanzó por espacio de seis temporadas con los Rangers de Texas, Tigres de Detroit, Cascabeles de Arizona y Astros de Houston. Su nombre, permanece en los anales de la historia de este deporte, por un hecho fortuito que quizás altero para entonces su carrera en el mejor béisbol del mundo.

Era un miércoles dos de junio de 2010, y los Tigres se aprestaban a jugar el segundo de una serie ante los Indios de Cleveland, en el Comerica Park, sede de los felinos.

Con un registro de 1-1, Galarraga intentaba ganar el compromiso y convencer a su mánager Jim Leyland, de que sus problemas con el descontrol habían quedado atrás. Pese a ser miembro de la rotación de abridores, existían rumores de que sería movido al bullpen, debido a la inconsistencia que estaba mostrando.
Galarraga sonrió irónicamente al ver la sentencia
del árbitro de primera, Jim Joyce

Pese a todo, el lanzador inicio su transitar y fue retirando bateador tras bateador, mientras la ofensiva indígena hacía lo posible para embasar algún bateador.

En la mente de Galarraga, jamás pensó que estaría lanzando un juego perfecto, no se había percatado del hecho ya cuando el juego estaba en las postrimerías, sus compañeros si lo habían notado y evitaban conversar con él para evitar una distracción.

Ya en el noveno episodio la adrenalina era tal que Galarraga solo quería mantener la bola baja, en espera de que los bateadores se fueran con roletazos o elevados.

Leyland hizo un movimiento defensivo en esa entrada, Don Kelly sustituyó a Jhonny Damon en el jardín izquierdo, mientras Galarraga utilizó cinco lanzamientos para retirar a Mark Grudzilanek y Mike Redmond.

A un out de conseguir el juego perfecto y convertirse en el primer lanzador venezolano con esa hazaña, el caraqueño enfrentaría a Jason Donald, noveno y campocorto de Cleveland.

En cuenta de una bola y un strike, Donald conecta un roletazo a la inicial, Miguel Cabrera toma la bola y la lanza a Galarraga para finalizar el encuentro, pero el árbitro de la inicial, Jim Joyce decreta quieto y con ello el sonoro reclamo de las 17.738 personas que colmaron el coso felino, y vieron como el lanzador llego primero a la almohadilla en vez del corredor.

Cabrera fue enérgico en su protesta al igual que el coach de la inicial, mientras Galarraga sonreía mirando a Joyce, las repeticiones mostraban claramente el pie del lanzador primero que las piernas de Donald en la almohadilla, para ese entonces, las Grandes Ligas, no contaban con la repetición instantánea que entró en vigencia en 2014, incluso en mismo Donald se mostró incrédulo de ser decretado quieto.

Galarraga sereno regresó al montículo como si nada hubiera pasado y retiro al siguiente bateador Trevor Crowe para finalizar el encuentro.

El venezolano, sin dudas, tuvo una noche magistral. Abrió 24 de los 28 turnos al bate en su contra con un strike. Marcó tres bolas contra un bateador solamente una vez –en la quinta entrada ante Travis Hafner- y alcanzó la cuenta de dos bolas solamente cinco veces, iniciando sólo dos turnos al bate con cuenta de 2-0.
Joyce llorando recibió de Galarraga la alineación
de los Tigres al día siguiente

Lágrimas y disculpas
De no haber sido por esta decisión, Galarraga se habría convertido en el primer pitcher venezolano en lanzar un juego perfecto en las Grandes Ligas y el cuarto con NO HIT NO RUN. Wilson Álvarez (Medias Blancas de Chicago) fue el primero en conquistar esta hazaña el 11 de agosto de 1991. Aníbal Sánchez (Marlins de Florida), logró el segundo el 6 de septiembre de 2006 y Carlos Zambrano (Cachorros de Chicago) el tercero el 14 de septiembre de 2008.

Una vez concluido el partido, Galarraga se mostró incólume y con mucha madurez aceptó lo ocurrido. "No pensé en discutir en el momento de la sentencia porque estaba en shock. Luego, cuando el árbitro vino a disculparse estaba llorando. Le doy mucho crédito a este señor por haberse disculpado", dijo Galarraga. Más tarde, agregó "Me siento mal por no haber logrado el juego perfecto, pero creo que Jim Joyce se siente peor".

Y probablemente tenía razón. En declaraciones a la prensa, Joyce admitió su garrafal pifia. "Le quité un juego perfecto al muchacho, pensé que el corredor superó el tiro, hasta que vi la repetición".

Fue una semana dura para Joyce, constantes pitas en su contra y hasta amenazas contra su integridad estuvieron presentes, cada decisión que hacía se convertía en una utopía de lo que le hizo al criollo, fue un momento difícil para el árbitro que desde entonces ha estado envuelto en otras decisiones desde entonces.
Galarraga era en ese entonces
el décimo lanzador que le rompen
un juego sin hits a un out
de la victoria

Pese a la imperfección decretada, la fanaticada de Detroit movió cielo y tierra para que la oficina del Comisionado cambiara la decisión, cosa que fue imposible de lograr. Al día siguiente, en el último de la serie, Joyce sería el árbitro principal del encuentro y Galarraga fue el encargado de entregar la alineación de su equipo. Hubo pitas y un inmeso “Buuuu” desde las gradas cuando la autoridad salió a recibir el papel… unos segundos después y tras la imagen de Joyce llorando y Galarraga estrechando su mano, llovieron los aplausos. El venezolano nuevamente derrochó clase… para él lo ocurrido ya era cosa del pasado y ambos pasaron a la historia por protagonizar un juego perfecto de 28 outs.

Tras esa actuación, la carrera de Galarraga entró en un limbo, ese año cerró su actuación con marca de 4-9 en 24 salidas y fue trasferido a los Cascabeles de Arizona donde dejo registro de 3-4 en apenas ocho aperturas.

En 2012, firmó con Orioles de Baltimore pero fue cesanteado en abril, sin haber logrado hacer el equipo y en mayo es contratado por los Astros de Houston, pero tras marca de 0-4 es despedido, iniciando su periplo en ligas menores por Rojos de Cincinnati y Rangers de Texas.
Actualmente, se encuentra lanzando en México y muchos consideran que la actuación de ese dos de junio pudo haberle afectado psicológicamente, pues jamás se mostró dominante en el montículo.

De interés….
Al día siguiente de haber lanzado el juego imperfecto, Galarraga recibió por parte de General Motors un Corvette, en parte como un premio por la hazaña no registrada.

@beisboladentro