Tiburones tiene una base que puede volver a una instancia final en las próximas temporadas Crédito: Prensa Tiburones |
La organización de los Tiburones de La Guaira, pueden sentirse orgullosa por los resultados obtenidos en la temporada 2022-2023.
Después de haber finalizado últimos en la campaña 2021-2022 con registro de 15-34, Antonio Herrera, presidente del club, contrato a César Collins como gerente deportivo, y este prometió devolver la competitividad al equipo, así como realizar distintas reuniones para conversar con los principales grandeligas, que por motivos diferentes se habían alejado del equipo, explicándole el proyecto que se estaba gestando desde la gerencia deportiva.
Esos movimientos incluyó el cambio de varias figuras, así como la adquisición de otros peloteros que dieron como resultado inmediato su primera serie final desde la temporada 2011-2012, cuando cayeron en seis juegos ante los Tigres de Aragua de Buddy Bailey.
La llegada de Henry Blanco como mánager y de Edgardo Alfonzo como coach de banca, también influyó en la temporada que firmaron los salados, que los acercó a las puertas de la gloria y cortar la racha de 36 años sin título, la sequía más larga en la historia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y la segunda en la cuenca de la Confederación del Caribe, detrás de los Algodoneros de Guasave, que tienen 51 años sin ser campeones, en la Liga Mexicana del Pacífico.
La Guaira contó con un roster plagado de figuras como Maikel García, Ehire Adrianza, Alcides Escobar, Danry Vásquez, Rafael Merchán, Wilson García, así como la adición de Balbino Fuenmayor y Ángel Reyes, así como durante la ronda eliminatoria sumaron las adiciones brevemente de Jesús Yepez, Carlos Sánchez y Ronald Acuña Jr.
Por primera vez en el seno de la fanaticada guairista, existió el chance de borrar esa sequía de títulos, la gerencia apostó y el resultado fue inmediato, la primera final en once años era una muestra de que La Guaira está nuevamente para competir.
Pero la estrepitosa caída en el sexto juego de la final trunco ese sueño, ahora son 37 los años en que Tiburones no conoce un campeonato, la racha activa más larga en nuestra pelota. Es tanto que, el segundo conjunto activo con más años sin coronarse son los Tigres de Aragua con siete.
Mención aparte merecen los Bravos de Margarita, conjunto que inicio su andadura en la LVBP en la temporada 1990-1991 con el nombre de Petroleros de Cabimas, para posteriormente llamarse Pastora de Occidente, Pastora de Los Llanos y Bravos en la actualidad, sumando todas esas derivaciones y/o separándolas, los hacen el único conjunto de la liga venezolana sin ser campeón aún.
Donde fallaron
Maikel García es parte de esa nueva camada de jóvenes figuras
Crédito: Prensa Tiburones
La última vez que Tiburones se titularon fue en la campaña 1985-1986 frente a los Leones del Caracas, el verdugo de esta instancia, de hecho, con el título conseguido por el Caracas, igualó la serie de por vida en finales entre melenudos y salados con tres triunfos por bando.
En una final que fue bien disputada, La Guaira puede decirle a su fanaticada que tiene una buena base de jugadores jóvenes y veteranos que pudieran romper la sequía de títulos en un futuro cercano.
Por lo que no sería sorpresa si llegarán a una final en el próximo campeonato.
Sin embargo, La Guaira, pese a mostrarse competitiva durante los seis juegos, tuvieron momentos que no concretaron y que propiciaron su caída ante unos Leones que aprovecharon cada momento clave.
Una de las primeras causas fue el picheo abridor que se cayó en la final.
Para los dos primeros juegos, Henry Blanco se fue con lanzadores con poco día de descanso, algo inusual en esta instancia, pero que se debió a que La Guaira tuvo que asegurar sus últimos dos compromisos del todos contra todos para llegar a la final, usando a todo su cuerpo de lanzadores para ese cometido.
Ramón García Jr. quién se llevó los máximos honores como el Jugador Más Valioso de la postemporada, gracias a sus tres victorias, fue duramente castigado en esta final. En el primer juego lanzó con dos días de descanso. En tres capítulos recibió cuatro carreras, mientras que el relevo en cinco entradas de labor permitió cuatro carreras con dos abanicados.
Erick Leal, quien ha sido uno de los mejores lanzadores en las últimas tres temporadas, no pudo forzar el séptimo juego para Tiburones. Foto: LVBP |
Ricardo Pinto, inicio las acciones en el segundo juego también con pocos días de descanso y este solo duro 1.1 entradas en los que permitió tres carreras, mientras que el relevo fue duramente castigado con cinco carreras.
En el tercero, La Guaira encontró su rumbo con una soberbia actuación de Erick Leal, gracias a sus seis entradas de labor en los que no permitió carrera y contó con el bullpen que solo permitió una carrera en tres entradas.
Aldo Montes que lanzó en relevo el primero de la final, abrió el cuarto choque y en 3.2 de entradas solo permitió una carrera, Ricardo Pinto vino en relevo de una entrada y un tercio para acreditarse la victoria y contar con un bullpen que apago la rebelión melenuda en los restantes cuatro episodios.
Ramón García volvería para el quinto choque y en dos entradas permitió siete carreras, suficientes para que Caracas pusiera las acciones tres juegos por dos.
Por último, Blanco se jugó como Leal para el sexto encuentro y forzar el séptimo, pero el lanzador no cumplió saliendo antes del cuarto capítulo.
De acuerdo al cuerpo técnico, con la ofensiva que tenían, La Guaira tenía una rotación sólida con García, Leal, Montes y Pinto. Pero nada de eso salió como se planeó.
Sin bateo oportuno
Para nadie es un secreto que la ofensiva de La Guaira fue una de las mejores del round robin, si bien en la final mostraron consistencia, la misma careció de esos batazos oportunos con corredor en posición anotadora, sobre todo en los dos últimos encuentros.
En el juego cinco la ofensiva salada se fue de 10-1 con corredores en posición anotadora. Mientras que en el sexto les fue peor al irse de 10-3, teniendo en dos ocasiones bases llenas para concretar un rally y asegurar la victoria.
En ese último encuentro, la ofensiva de Caracas se fue de 16-7, lo que les permitió no solo venir desde atrás en el juego, sino asegurar el campeonato.
Tampoco podemos señalar que la ausencia de Ronald Acuña Jr, fue determinante. Durante toda la temporada solo intervino en doce encuentros, incluido los dos primeros de la final, por lo que La Guaira supo ganar sin su presencia, simplemente Caracas estuvo inspirado y le funcionaron las estrategias a José Alguacil.
Cuando se inició la final y se conoció que Blanco utilizaría a García con pocos días de descanso, dejo descubierta la debilidad del conjunto del litoral, y por allí fue donde prácticamente no pudieron mantener la paridad con su rival.
La sequía continúa, pero la esperanza está latente en un conjunto que devolvió alegrías en una de las mejores fanaticadas del país.
El dato
Antes de iniciarse la final en la pelota venezolana, Tiburones tenía 36 años sin un campeonato y Caracas llevaba 13 en su haber. Dentro de la Confederación del Caribe, fue la segunda final que tenía a dos conjuntos con más años sin coronarse campeón como protagonistas. La otra final fue en México, donde Los Cañeros de los Mochis cortaron una racha de 20 años sin títulos de la mano del venezolano José Moreno ante Algodoneros de Guasave que extendió su sequía a 51 años.
@beisboladentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario