Ronald Acuña Jr y su relación con la pelota venezolana tuvo un triste final Crédito: LVBP.com |
Los Leones del Caracas ganaron su segundo juego de la serie final ante los Tiburones de La Guaira, por lo que se colocan en buena posición de obtener su gallardete 21 en la pelota venezolana.
Y la intención de este autor, era hablar de los dos primeros cotejos donde los melenudos fungían como home club, pero la verdad, es que los hechos ocurridos en el segundo juego, donde se ve involucrada la familia de Ronald Acuña Jr, me imposibilita de hacerlo. Quizás tome unas líneas para relatar mis impresiones, pero ahora mismo, y el motivo del título de este artículo es "Siembras lo que cosechas".
El título juega con esa actuación que tienen los deportistas como figuras públicas. Sea la disciplina que practiquen, las actitudes que tienes en el campo, definen quien eres y no estás exento de críticas, ya sea positiva o negativas.
Hay estrellas que pasan por momentos álgidos y aun así evitan enfrentamientos ante el rival o el público. Incluso, hay quienes son profesionales y disfrutan de ese "chalequeo" porque sienten que con su actuación están perjudicando al rival.
En el fútbol hemos visto los desaires de Cristiano Ronaldo, ya sea con el Real Madrid o en su última etapa con el Manchester United, y con todo ello, sigue siendo idolatrado por unos y odiado por otros, eso no le ha restado brillo a su carrera como uno de los mejores futbolistas. Incluso, su rival generacional, Lionel Messi, también tuvo etapas donde se exacerbó ante aluviones de críticas, si no recordemos aquel partido entre el Real Madrid y Barcelona, donde después de conseguir un gol, se quitó su franela y se la mostró al público.
Lionel Messi celebrando un gol y mostrando su camiseta a la afición del Real Madrid Crédito: futbolred.com |
Acaso el argentino fue a agredir al público, se burló del rival o lanzó improperios a los presentes. Un simple gesto demostró que por más abucheos que recibas, tu mente está enfocada en el juego y ayudar a triunfar a tu equipo.
Pero cuando un deportista pierde la compostura, lamentablemente las cosas no saldrán bien. El 19 de noviembre de 2004, Ron Artest, quien posteriormente se cambió el nombre a Metta World Peace, se vio involucrado en una pelea en un partido de la NBA entre Indiana Pacers y Detroit Pistons. El jugador se enfrascó en una pelea con Ben Wallace, para posteriormente ir hacia las gradas de The Palace of Auburn Hills, casa de los Pistons, para caerse a golpe con varios fanáticos.
Ron Artest perdió la compostura y agredió a los fanáticos en una de las peores peleas en la historia de la NBA. Crédito animoapps.com |
El desagradable espectáculo ocasionó multas y sanciones severas a varios jugadores, algunos de ellos tuvieron que cumplir servicios comunitarios, para evitar la cárcel. Todos estos sucesos fueron relatados en un documental titulado Untold: Malice at the Palace, que fue lanzado por la plataforma Netflix en 2021, por si quieres disfrutarlo.
Un deporte de familia
"Take me out to the ball game" es una canción estadounidense que se toca después del séptimo episodio en los parques de pelota. La canción hace mención a la emoción que hay en un partido de béisbol, donde se apoya al equipo, gane o pierda; la misma se convirtió en la tercera canción más popular de los Estados Unidos, después de "Feliz Cumpleaños" y "The Star Spangled Banner", el himno norteamericano.
El béisbol ha sido siempre un deporte que realza los valores familiares, un deporte que es apreciado por niños, jóvenes, adultos y ancianos, sin importar a quien le va, es un deporte que muestra la unión del entorno familiar.
Quizás eso no se vio la noche del martes en el estadio Universitario, cuando familiares del grandeliga Ronald Acuña se enfrentaron verbalmente a algunos fanáticos. No sabemos quién inició la situación, pues no pretendo ponerme a favor del fanático ni tampoco defender a los Acuña. Lo cierto es que, como dije al principio, el deportista debe saber manejar sus emociones, porque si tu "perreas" o "chalequeas", debes aceptar ese mismo "chalequeo" o "perreo" de otros.
Secuencia del cuadrangular de Ronald Acuña y su celebración efusiva Crédito: AguacateTV |
Desde que llegó a las mayores, Ronald Acuña Jr, ha tenido una manera de celebrar sus cuadrangulares, esto le ha traído llamados de atención de su equipo relacionados con esos códigos del béisbol. Con todo y eso, para los que realmente seguimos y apreciamos la carrera de este venezolano, sabemos que esa "celebración" no fue la que él realiza de manera acostumbrada.
Tras sacudir su batazo, Acuña celebró lanzando unas palabras hacia sus compañeros, para posteriormente voltearse y decir unas palabras, no sabemos a quién en dirección al home plate, mientras hacía su recorrido al llegar a tercera base volvió a soltar algunas palabras hacia el público, para no señalar al dogout del Caracas, terminando con un extraño baile a unos pasos de pisar el plato.
Hay quienes aseveran que Acuña actuó así porque estaba cansado de los improperios del fanático, sobre su posible participación en el Clásico Mundial de Béisbol, donde su organización, los Bravos de Atlanta, están reacios a otorgarle el permiso.
Si esa fue la catarsis para quitarse de encima esos comentarios, entonces Acuña aún debe aprender sobre el béisbol, si no pregúntele a José Altuve, quien todavía recibe insultos y pelotazos por el escándalo en el robo de señas en el título de los Astros de Houston, y seamos claro, en ese robo estuvieron involucrados todos los peloteros del equipo sideral, pero es Altuve la víctima de los rivales, en lo personal, no sé por qué ese enfrascamiento hacia el venezolano. Pero yo no vi a los jugadores de los Yankees decir improperios cuando Gerritt Cole se unió a ellos dos años después.
De quien es la culpa
Aún no sabemos el detonante de la situación con la familia de Acuña, pues son muchos los videos que han circulado, y casi todos muestran al papá del jugador lanzando insultos, así como el séquito de amigos y familiares del pelotero, abalanzándose sobre algunos fanáticos.
De acuerdo al entorno del pelotero, él se percató de la situación y decidió irse en medio del encuentro, sin importar el equipo y sus compañeros. De hecho, anunció, a través de su cuenta en Instagram, que después bloqueo, para evitar comentarios, su retiro de la LVBP.
No soy quien para decir si lo que hizo es bueno o malo, pero como fanático y como periodista, la actitud del jugador fue en defensa de su familia, pero también debes entender que si el festejo del cuadrangular ocasionó el detonante, entonces debes ser responsables de tus actos.
Aquí el gran perdedor es el fanático que está disfrutando de la presencia de una estrella ya consagrada, un pelotero que fue Novato del Año en la Liga Nacional y que quizás no volvamos a ver por la liga venezolana. Sabemos que, por su condición, los Bravos no le volverán a dar un permiso para jugar en el país.
También debo condenar la violencia venga de donde venga. Los estadios son sitios para el disfrute del espectáculo, más si estás en familia. Como fanático recuerdo ir al Luis Aparicio de Maracaibo o al Víctor Davalillo de Cabimas, y el fanático siempre lanzará improperios al equipo contrario o al equipo de casa.
Recuerdo cuando el inmortal Luis Aparicio era mánager de los Petroleros de Cabimas, y decidió colocar en pleno juego a Marlon Nava, un campocorto natural en el jardín izquierdo. Este no supo fildear un batazo que al final le costó unas carreras al equipo, varios fanáticos gritaron improperios a Aparicio y este se encontraba inmune a esas palabras. No reaccionó a ningún insulto, estaba sentado viendo el juego en el dogout como si nada.
Otro pelotero que recibía improperios era Robert Pérez, y este disfrutaba de los mismos, pues cada batazo que conectaba, era su dulce venganza contra ese grupito.
Reflexión
Acuña forma parte de esa camada de peloteros que son firmados al profesional y que son imposibilitados de jugar en el país, esto se debe a que las organizaciones quieren cuidar su inversión.
Atrás quedaron los años, cuando en los parques venezolanos, los fanáticos disfrutaban las actuaciones de varios peloteros antes de que sus organizaciones les prohibieran jugar en el país. Por eso apreciamos el talento de Miguel Cabrera, Omar Vizquel, Wilson Álvarez, Carlos Guillén, Magglio Ordoñez y compañía.
Acuña aún no ha tenido una relación satisfactoria con el público venezolano, que celebra sus triunfos en el béisbol norteamericano, tiene el talento para convertirse en la próxima estrella venezolana, y tomar el testigo que Miguel Cabrera tuvo cuando sustituyó a Andrés Galarraga, como el máximo referente entre los venezolanos en el béisbol de las grandes ligas.
Quizás su prepotencia, al momento de celebrar el cuadrangular, exacerbó al fanático venezolano que vive y respira béisbol, por algo es el deporte número uno de Venezuela. Más triste es la actuación de su padre, que como ex pelotero sabe el comportamiento del fanático, y cayó en esa diatriba de improperios, que como dije anteriormente, no pretendo colocarme a favor de uno ni de otro, pero si el detonante fueron algunas palabras subidas de tono, entonces hubo mala actuación en el entorno familiar del pelotero.
Incluso, el padre lanzó insultos y amenazas hacia el periodista Manuel Rodríguez y al ex pelotero Alex González, por lo que deja mucho que desear esa actitud.
La gota que derramó el vaso es que el Fiscal de la República, Tarek William Saab, anunció una comisión para investigar el incidente, del cual es imposible determinar las causas y lo que pudiera ocasionar es un daño al espectáculo como tal.
@beisboladentro
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