Durante la era “cubana” de la Serie del Caribe, en la que los equipos antillanos ganaban casi siempre, los campeones venezolanos se acostumbraron a ser el cordero cebado y ofrecido como sacrificio. Fueron once años de reveses para los clubes de la LVBP, tormento que se detuvo con el ascenso de Fidel Castro.
¿Qué diantres tiene que ver Castro con la suerte corrida por los elencos de Liprobeisbol en el clásico caribeño? Muchísimo, aunque indirectamente. El torneo regional, cuya partida de nacimiento asegura que vino al mundo en 1949, se jugó de manera ininterrumpida hasta 1960, cuando la Revolución abolió el beisbol profesional dentro de la isla. La Serie del Caribe entró en “vacatio legis” hasta 1970, calendario que marca el regreso del certamen, ahora sin presencia cubiche y con la adición de los mandatarios de Dominicana y México.
En la edición primogénita del nuevo ciclo, la liga venezolana consiguió la sede y la corona, con Caracas como hogar y Magallanes como primer ganador de la segunda etapa, a lo largo de la cual los clubes de aquí suman seis cetros.
A fuerza de regio pitcheo abridor, Magallanes ganó sus cuatro encuentros iniciales. Reforzada con los guairistas Mike Hedlund, Larry Jaster y Aurelio Monteagudo, y apuntalada por los bucaneros Dámaso Blanco, Gustavo Gil, Ray Fosse, Jim Holt y los caraquistas César Tovar y Gonzalo Márquez, (prestados desde la semifinal) la nave zarpó con victoria el 5 de febrero de 1970. Orlando Peña tiró nueve innings, Armando Ortiz dio jonrón de dos carreras en el séptimo y los filibusteros se impusieron 3-1 a los boricuas Leones de Ponce. Al día siguiente, Jaster cubrió la ruta y la toletería disparaba 17 cohetes. Navegantes 10-Licey 4.
Gil decisivo
En vista de que sólo había tres participantes, pues el supremo mexicano no aparecía aún, los eléctricos volvieron a enfrentar al Licey, y lo derrotaron 4-0. Le repitieron la dosis a Ponce, cayeron ante los propios rayados y volvieron a batir al Licey 4-3.
El 10 de febrero, en el undécimo inning y con la partida igualada a tres, Dámaso Blanco suena doble y Gustavo Gil lo traería con hit para liquidar a Ponce. La pelota venezolana subía a lo alto del podio.
Vendrían otras cinco tiaras. La siguiente se produjo en 1979 con la magia del “Brujo” Willie Horton como fuente del poder magallanero en Puerto Rico. Aunque el barco perdió 1-0 el duelo inaugural ante las Águilas Cibaeñas, encontraría luego el rumbo con cinco lauros al hilo. Jerry White mató la serie con average de .522 y Mitchell Page trabajó como grúa.
Entró Caracas
Los Leones del Caracas se unieron a Magallanes como reyes venezolanos del Caribe en 1982. Fue en Hermosillo y con un equipazo que incluía a Antonio Armas, Baudilio Díaz, Luis Salazar y Luis Leal. Caracas ganó los dos primeros, perdió el tercero y dominó en otros dos lances para festejar. Leal ganó dos de los juegos.
Zulia fue modelo de eficacia. En sus dos primeras comparecencias en el Caribe fue campeón. En 1983 alzó los brazos en sus cinco primeras presentaciones con un plantel dirigido por Rubén Amaro y encabezado por Anthony Shines, José Leiva, Leonel Carrión y Rafael Cepeda. En 1989 repitieron la receta con dos vuelacercas cruciales: uno de Phil Stephenson con dos en bases en el duodécimo acto del quinto partido de la Serie y otro del refuerzo Gustavo Polidor en el decimotercer tramo del lance nueve para desempatar el duelo con Escogido. Así se aseguró el título.
La gesta de los Leones
Luego del triunfo del Zulia en 1989, en Mazatlán, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional atravesó el Sahara. 16 años duró la sequía de los clubes locales hasta que en 2006 los Leones del Caracas pusieron a rugir a Maracay y a Valencia. Quedaron invictos, único conjunto nacional que ha ganado todos sus duelos antillanos. Géremi González fue triple coronado del pitcheo y Ramón Hernández del bateo. La jugada que decidió la serie fue aquel elevado de Henry Blanco que le cayó en la cabeza a Erick Aybar mientras Alex González anotaba.
Tomado de www.liderendeportes.com
¿Qué diantres tiene que ver Castro con la suerte corrida por los elencos de Liprobeisbol en el clásico caribeño? Muchísimo, aunque indirectamente. El torneo regional, cuya partida de nacimiento asegura que vino al mundo en 1949, se jugó de manera ininterrumpida hasta 1960, cuando la Revolución abolió el beisbol profesional dentro de la isla. La Serie del Caribe entró en “vacatio legis” hasta 1970, calendario que marca el regreso del certamen, ahora sin presencia cubiche y con la adición de los mandatarios de Dominicana y México.
En la edición primogénita del nuevo ciclo, la liga venezolana consiguió la sede y la corona, con Caracas como hogar y Magallanes como primer ganador de la segunda etapa, a lo largo de la cual los clubes de aquí suman seis cetros.
A fuerza de regio pitcheo abridor, Magallanes ganó sus cuatro encuentros iniciales. Reforzada con los guairistas Mike Hedlund, Larry Jaster y Aurelio Monteagudo, y apuntalada por los bucaneros Dámaso Blanco, Gustavo Gil, Ray Fosse, Jim Holt y los caraquistas César Tovar y Gonzalo Márquez, (prestados desde la semifinal) la nave zarpó con victoria el 5 de febrero de 1970. Orlando Peña tiró nueve innings, Armando Ortiz dio jonrón de dos carreras en el séptimo y los filibusteros se impusieron 3-1 a los boricuas Leones de Ponce. Al día siguiente, Jaster cubrió la ruta y la toletería disparaba 17 cohetes. Navegantes 10-Licey 4.
Gil decisivo
En vista de que sólo había tres participantes, pues el supremo mexicano no aparecía aún, los eléctricos volvieron a enfrentar al Licey, y lo derrotaron 4-0. Le repitieron la dosis a Ponce, cayeron ante los propios rayados y volvieron a batir al Licey 4-3.
El 10 de febrero, en el undécimo inning y con la partida igualada a tres, Dámaso Blanco suena doble y Gustavo Gil lo traería con hit para liquidar a Ponce. La pelota venezolana subía a lo alto del podio.
Vendrían otras cinco tiaras. La siguiente se produjo en 1979 con la magia del “Brujo” Willie Horton como fuente del poder magallanero en Puerto Rico. Aunque el barco perdió 1-0 el duelo inaugural ante las Águilas Cibaeñas, encontraría luego el rumbo con cinco lauros al hilo. Jerry White mató la serie con average de .522 y Mitchell Page trabajó como grúa.
Entró Caracas
Los Leones del Caracas se unieron a Magallanes como reyes venezolanos del Caribe en 1982. Fue en Hermosillo y con un equipazo que incluía a Antonio Armas, Baudilio Díaz, Luis Salazar y Luis Leal. Caracas ganó los dos primeros, perdió el tercero y dominó en otros dos lances para festejar. Leal ganó dos de los juegos.
Zulia fue modelo de eficacia. En sus dos primeras comparecencias en el Caribe fue campeón. En 1983 alzó los brazos en sus cinco primeras presentaciones con un plantel dirigido por Rubén Amaro y encabezado por Anthony Shines, José Leiva, Leonel Carrión y Rafael Cepeda. En 1989 repitieron la receta con dos vuelacercas cruciales: uno de Phil Stephenson con dos en bases en el duodécimo acto del quinto partido de la Serie y otro del refuerzo Gustavo Polidor en el decimotercer tramo del lance nueve para desempatar el duelo con Escogido. Así se aseguró el título.
La gesta de los Leones
Luego del triunfo del Zulia en 1989, en Mazatlán, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional atravesó el Sahara. 16 años duró la sequía de los clubes locales hasta que en 2006 los Leones del Caracas pusieron a rugir a Maracay y a Valencia. Quedaron invictos, único conjunto nacional que ha ganado todos sus duelos antillanos. Géremi González fue triple coronado del pitcheo y Ramón Hernández del bateo. La jugada que decidió la serie fue aquel elevado de Henry Blanco que le cayó en la cabeza a Erick Aybar mientras Alex González anotaba.
Tomado de www.liderendeportes.com
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