El jardinero zuliano Gerardo Parra está viviendo su temporada de consagración en el béisbol de las Grandes Ligas, proyectado como cuarto outfielder al inicio de la misma; el venezolano se ha ganado la titularidad en base al trabajo y a la confianza que la gerencia de los Cascabeles de Arizona han depositado en él.
Cuando
se iniciaron los entrenamientos primaverales, el mánager de los Cascabeles,
Kirk Gibson pasó más de una sesión con los medios explicando cómo pensaba
encontrarle turnos al bate a Parra teniendo a Jason Kubel en el izquierdo, el
novato Adam Eaton en el central y el recién llegado Cody Ross en el derecho.
Eaton sufrió una lesión de codo en marzo, Kubel y Ross pasaron tiempo en la
lista de lesionados, y Parra y el novato A.J. Pollock terminaron recibiendo
tiempo de juego que no anticipaban tener.
Cinco
meses más tarde, Parra se encuentra en camino a establecer nuevas marcas en su
carrera. Se ubica sexto en la Liga Nacional con 98 hits y tercero en dobles con
24. Con nueve asistencias en los jardines, se encuentra empatado en el liderato
de la Liga Nacional con su compatriota Carlos González.
Además
ha jugado en 81 de los 84 partidos de los Cascabeles esta temporada.
Sin puesto fijo
Desde
que recibió el llamado del equipo grande Parra se las ha ingeniado para ser una
pieza fija en la alineación de los desérticos, jugando 120 juegos (2009), 133
(2010), 141 (2011) y 133 (2012), cual es su secreto, ninguno el zuliano carece
de una fórmula científica que explique el momento que vive. Asegura no haber
cambiado nada, reitera que sigue siendo el mismo, a pesar de que los números
que produce no lo son y explica que si cambió, no fue él, fue su situación en
el equipo.
Antes
del spring training Arizona no tenía en su esquema el que Parra fuera uno de
los tres jardineros regulares del equipo en esta campaña, pese a haberse
desprendido de Justin Upton y de Chris Young. Arizona esperaba contar con sus
jóvenes prospectos Adam Eaton y A.J. Pollock como ejes vertebrales en los
bosques, donde el venezolano tenía la opción de sustituto.
Sin
embargo, las lesiones de varias figuras le abrieron el chance de ser regular y
no ha parado de rendir tanto con el madero como a la defensiva, siendo claro
candidato a obtener su segundo Guante de Oro esta temporada.
“No
se cuales adjetivos o palabras utilizar para describir lo valioso que es él
para nosotros”, dijo Gibson. “Nosotros siempre hemos sabido la clase de
pelotero que Parra es y lo que él puede hacer, pero lo de este año nos ha
sorprendido a todos, porque ha sido su gran año, el año en el que todas esas
cosas por las que uno siempre había estado esperando han llegado, porque
incluso él ha superado nuestras proyecciones”.
Sin
duda ese juego diario es lo que ha identificado al venezolano como uno de los
aspectos claves en el rendimiento que ha tenido esta temporada.
“Juega
duro cada día. Tiene las mejores manos que he visto en un jardinero. Y siempre
tiene un brazo fuerte y certero. Lo otro es su personalidad y cuan vibrante es
cada día. Tiene una actitud que es inigualable en las Grandes Ligas. Es
increíble con cada persona que toca en este equipo”, espeto Gibson.
Camino al estrellato
El
estratega de Arizona ha manifestado que prefiere colocar a Parra en las
esquinas por su brazo dominante, en el que los escuchan catalogan con un 70 en la
escala de evaluación 20-80.
Parra
ya tiene en su corta carrera un Guante de Oro conseguido en 2011 y a pesar que
dicho reconocimiento no le aseguró la titularidad, el venezolano ha sido
paciente aprovechando las oportunidades para hacerse indispensable. Este año
Parra se está ponchando menos (15.1%, el más bajo en su carrera), está
negociando más boletos (9,5% también el más alto) y es, básicamente, el mejor
bateador de rectas de las Grandes Ligas, según fangraphs.com.
Méritos
suficientes para colocarlo como titular y no un cuarto jardinero.
Esa
consistencia que ha tenido con el bate le ha permitido asentar su confianza en
sus habilidades y condiciones que posee, sacándole así mayor provecho. Además,
la experiencia que ha recogido desde 2009, cuando debutó de manera soñada en
las mayores, conectando un jonrón en su primer turno al bate, le ha dado mayor
ventaja para este año, especialmente en el aspecto ofensivo.
“He
estado más paciente en el home y he estado buscando un buen pitcheo para
batear, esas han sido las claves. No he estado haciendo swing a pitcheos malos,
que son los que el pitcher quiere”, dijo el venezolano a ESPNdeportes.com en
junio.
Pese
a desempeñarse como primero al orden, Parra proyecta entre 15 y 20
cuadrangulares y 70 u 80 remolcadas, nada mal para un primer bate.
Esta
temporada su promedio como abridor del line up es 288 con 7 vuelacercas y 21
remolcadas, números similares a los que tiene en promedio global: 301 de average
con 7 jonrones y 26 remolcadas.
Pese
a sus buenos registros, hay un aspecto, importante y valioso para un primer
bate y un pelotero de sus características, no ha sido un robador, tarea
pendiente que tiene el zuliano. Apenas tiene seis en quince intentos y es líder
en outs robando con 9.
“Estoy
trabajando un poquito más en el robo de bases, ya que tengo un porcentaje
negativo. Pero todavía falta mucha temporada y son cosas que uno puede ir
mejorando.” exclamo el jugador ficha de los Leones del Caracas en la pelota
invernal.
Para
ser un tipo que entró a la temporada como cuarto jardinero, Gerardo Parra ha
encontrado de forma callada la manera de hacerse indispensable. Firmado por
Arizona con un bono de $125,000 en 2004, llegó a ser el nº 2 en el ranking de
prospectos antes de debutar con el equipo grande en 2009.
Nada
mal para un pelotero sin mucha promoción…
@beisboladentro
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