sábado, 29 de junio de 2013

La 2013-2014 seguirá jugándose bajo el mismo formato


Hace pocos días la Liga Venezolana de Béisbol Profesional presentó en su sitio web (www.lvbp.com) las nuevas condiciones de campeonato para la temporada 2013-2014, modificadas en la pasada Convención Anual, realizada el mes pasado en la ciudad de Panamá.

La temporada arrancará el 10 de octubre, el round robin seguirá jugándose tal como ha venido desarrollándose en los últimos años al igual que la instancia final, donde ambos clubes tendrán solo  un día de descanso.

Aunque en la convención se trato de implementar un nuevo round robin, para dar mayor flexibilidad a la final y que el equipo campeón tuviera sus merecidos días de descanso antes de partir a la Serie del Caribe, la misma no gozó de apoyo, siendo el factor económico lo que privo de modificar el actual calendario de esta fase.

Por supuesto esto no quiere decir que para la 2014-2015, el actual formato del “Todos Contra Todos”, no pueda sufrir modificaciones.

Lo más importante es que los ochos conjuntos que integran la liga y la nueva directiva, encabezada por Oscar Prieto Parraga, oficializaron varios cambios para la temporada que arrancará exactamente en 103 días.

Del 10 al 28 de octubre, el roster será de 36 peloteros y bajará a 34 hasta el final de la ronda eliminatoria. En el round robín, se harán tres sustituciones más una adición, lo que aumenta la cantidad de peloteros a 35.

Para la final, se hará una sustitución y otra adición, llevando el roster a 36 peloteros.

Asimismo, se concretó el Comité de Apelación para analizar y resolver decisiones que sean tomadas por la LVBP, esto tras el caso de Yorvit Torrealba, donde la liga tuvo que enfrentar un recurso de amparo impuesto por el jugador para poder jugar en el país.

Quizás una de las normativas que más aplaudo y que por fin dará más brillo al campeonato será la sanción a equipos que jueguen con uniformes del mismo color, así como establecer límites y restricciones para los anunciadores internos de los estadios, esto tras los eventos ocurridos en la pasada final entre Magallanes y Lara.

El factor económico tuvo más peso
No es un secreto que la etapa del round robin ha resultado exitosa para los equipos que la integran, salvo algunas excepciones cuando uno de ellos resulta eliminado tempranamente. Lo cierto, es que jugar en enero ha representado un nuevo campeonato, donde cada victoria cuenta para llegar a la final.

El cambio de formato en la postemporada se ha convertido en un verdadero toma y dame en los últimos años, no es fácil cambiar un modelo económicamente rentable, pese a que cada club presentó propuestas para el bien del espectáculo, muchas presentaban incongruencias, por ende se aprobó seguir jugando con el actual formato, a la espera de que para el próximo campeonato exista otra propuesta que beneficie a los agremiados.

Un playoff o series directas donde se retomaría el viejo formato de cuatro clasificados y doce partidos para cada conjunto se asomo primero. No contó con el beneplácito de los miembros de la liga, aunque este formato presentaría sin duda varios días de descanso para el equipo campeón.

Se hablo de alargar la temporada a 70 encuentros y que todos los conjuntos jueguen en enero. Este modelo se utilizo hasta comienzos de la década de los años 80, si bien resulta rentable, se jugaría una semifinal entre cuatro equipos para dimitir al mejor de siete a los dos finalistas. No fue aprobado.

Una propuesta de seis clasificados tomo mucho interés pero presentó muchas divagaciones. Desde un round robin de ocho encuentros para luego jugar semifinales (clasificarían cuatro) y una final con los dos mejores clubes, se presentó complicado. Otro donde los seis clasificados jugarán una especie de playoff donde el mejor perdedor clasificaría a otro playoff con los tres ganadores de cada serie y de allí escoger a los dos finalistas fue más complicado.

En fin se optó por el actual modelo  por las ganancias que ha arrojado, dejando a la final con un solo día de descanso y deponiendo al equipo campeón con un día para conformar un club competitivo a la Serie del Caribe.

Quizás porque la Serie del Caribe se juegue en territorio venezolano vieron el lado positivo. Pero como será cuando se juegue en otro país el año que viene.

Si me preguntan cuál sería la medida viable que beneficiará a todos, escogería reducir el calendario de temporada regular de 63 a 60 encuentros, un round robin tal como está y una final que si se extiende a siete choques tenga dos días de descanso –los reglamentarios entre el juego 2 y 3, y el existente entre el juego 5 y 6, dejando dos días de descanso o tres si la serie se define temprano para que el equipo campeón arme sus refuerzos para el Clásico caribeño.

Al final ellos son los expertos y uno un simple comunicador.


@beisboladentro

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