Llegar a las Grandes Ligas es uno de los anhelos más
grandes para un jugador.
Un proceso por el cual no todos logran cumplir ese
propósito. Cada día la competitividad es más fuerte que incluso grandes
promesas que llegaron a ser firmadas, se quedaron en el camino y no pudieron
ver cristalizado su sueño.
Estas oportunidades no siempre llegan en bandeja de plata
para muchos; el draft de Regla V es uno de esos casos, y donde algunos han
llegado a triunfar. Allí esta Roberto Clemente, quien se convirtió en una
estrella con los Piratas de Pittsburgh y llegó a ser exaltado al Salón de la
Fama.
El boricua fue el primer pelotero en pasar por este
proceso, demostrando que a veces el talento tiende a ser vital para
consolidarse en las mayores.
Para Venezuela el draft, ha sido un proceso que ha traído
aspectos positivos y negativos para el jugador, si bien la experiencia va más
allá de la categoría Doble A o incluso Clase A, el desarrollo del jugador es
forzado ante los rigores de establecerse o no en el equipo grande.
Recordemos que el procedimiento establece que un pelotero
que no es protegido por un equipo es tomado por otro por 50 mil dólares, y si
este hace el equipo se convierte automáticamente en grandeliga, de lo contrario
sería devuelto a su organización por la mitad del dinero obtenido.
Johan Santana es el caso más representativo para el país,
su paso por Mellizos de Minnesota donde ganó dos premios Cy Young, le permitió
obtener un contrato millonario con los Mets de Nueva York, convirtiéndolo en su
momento en el mejor lanzador pagado de las mayores.
Así como las mieles del éxito llegaron a Santana, también
hay casos negativos como William Cañate, pelotero de unas herramientas de juego
que lo posicionaron muy bien dentro de la organización de los Rojos de
Cincinnati, lo cual no protegieron dejándolo a merced de unos Azulejos de
Toronto que obtuvieron su contrato y lo mantuvieron arriba todo el año, sin que
este pudiera demostrar sus aptitudes de juego.
Si bien obtuvo un anillo de Serie Mundial, jamás volvió a
exhibir sus condiciones que le valieron ser el Jugador Más Valioso de la LVBP,
deambulando por varias divisas mostrando un pobre desempeño.
En los últimos años la preparación del pelotero venezolano
ha evitado que casos como el de Cañate se repita, por lo cual la experiencia ha
sido menos traumática para el jugador. Muchos han aprovechado la ocasión y se
han convertido en verdaderas herramientas para el mánager, sino recordemos a
Tomás Pérez, Luís González o recientemente Marwin González.
Este año dos peloteros aspiran a consolidarse en el mejor
béisbol del mundo a través de esta regla, ellos son Odúbel Herrera y Oscar
Hernández.
Tanto Herrera (Filis de Filadelfia), como Hernández
(Cascabeles de Arizona), asisten a estos entrenamientos primaverales como
miembros del roster de 40 de sus nuevas escuadras, la misión será demostrar que
tienen las condiciones para hacer el equipo grande y ser útiles en lo que
disponga el cuerpo técnico.
De Hernández es poco lo que se conoce, es receptor y
pertenece a los Leones del Caracas en el país. Es considerado un bateador de
fuerza, el año pasado bateó nueve jonrones y remolcó 63 carreras en 94 partidos
con la filial Clase A media de los desérticos.
La salida de Miguel Montero, facilita la oportunidad del
venezolano de ser el careta suplente de Tuffy Gosewisch, para ello deberá
superar al veterano Gerald Laird y a los receptores Matt Pagnozzi, Jordan
Pacheco y Blake Lalli, quienes asisten en calidad de invitados.
De acuerdo al portal de los Cascabeles, Hernández se
vislumbra como parte del grupo de 25 peloteros cuando la campaña de inicio en
abril.
A sus 21 años de edad, Hernández estará listo para dar el
salto más importante de su carrera, firmado por los Rayas de Tampa Bay a los 16
años, fue tomado por Arizona, en la primera ronda del draft efectuada a finales
del año pasado.
Que sea tomado en una primera ronda habla de por sí de lo
que Arizona espera a futuro de este joven que aún no ha debutado en la LVBP.
Entretanto, Herrera tiene todo para establecerse este año
como el cuarto jardinero de los cuáqueros.
Darin Ruf, Ben Revere y Dominic Brown se perfilan como
los jardineros titulares de Filiadelfia, el zuliano se ha colado de acuerdo a
la página web del equipo como el cuarto jardinero por encima de Grady Sizemore
y Jordan Danks.
La actuación hecha en Venezuela ha sido la principal
razón para que el zuliano tenga ventaja sobre sus competidores. El Novato del
Año y MVP del circuito venezolano, se ha ajustado a las exigencias de los Filis
de defender el jardín izquierdo, demostrando que la transición del cuadro a los
jardines quedó en el pasado.
Para Rubén Amaro, lo hecho hasta los momentos por el
“Torito” no le garantiza el puesto en el roster de 25, pero es gratificante ver
lo que puede hacer con el bate.
“¿Podrá jugar (con regularidad) en las mayores?, no lo
sé, pero de que va a tener una oportunidad en nuestro club, la tendrá”, comentó
el gerente Rubén Amaro al Philadelphia Inquirer.
Las expectativas que hay con Herrera y Hernández son
grandes para pensar que no iniciarán la campaña en el equipo grande con sus
respectivos equipos.
El dato
27 venezolanos han sido tomado por medio del draft de regla V, y solo siete han sido devueltos a su organización original, siendo estos: Wilmer Montoya, Alberto Blanco, Rendy Espina, Reegie Corona, Armando Zerpa, José Flores y Ender Inciarte.
@beisboladentro
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