martes, 3 de marzo de 2015

El sueño de ser grandeliga

Venezolanos en el spring training


Llegar a las Grandes Ligas es uno de los anhelos más grandes para un jugador.

Un proceso por el cual no todos logran cumplir ese propósito. Cada día la competitividad es más fuerte que incluso grandes promesas que llegaron a ser firmadas, se quedaron en el camino y no pudieron ver cristalizado su sueño.

Estas oportunidades no siempre llegan en bandeja de plata para muchos; el draft de Regla V es uno de esos casos, y donde algunos han llegado a triunfar. Allí esta Roberto Clemente, quien se convirtió en una estrella con los Piratas de Pittsburgh y llegó a ser exaltado al Salón de la Fama.

El boricua fue el primer pelotero en pasar por este proceso, demostrando que a veces el talento tiende a ser vital para consolidarse en las mayores.

Para Venezuela el draft, ha sido un proceso que ha traído aspectos positivos y negativos para el jugador, si bien la experiencia va más allá de la categoría Doble A o incluso Clase A, el desarrollo del jugador es forzado ante los rigores de establecerse o no en el equipo grande.

Recordemos que el procedimiento establece que un pelotero que no es protegido por un equipo es tomado por otro por 50 mil dólares, y si este hace el equipo se convierte automáticamente en grandeliga, de lo contrario sería devuelto a su organización por la mitad del dinero obtenido.

Johan Santana es el caso más representativo para el país, su paso por Mellizos de Minnesota donde ganó dos premios Cy Young, le permitió obtener un contrato millonario con los Mets de Nueva York, convirtiéndolo en su momento en el mejor lanzador pagado de las mayores.

Así como las mieles del éxito llegaron a Santana, también hay casos negativos como William Cañate, pelotero de unas herramientas de juego que lo posicionaron muy bien dentro de la organización de los Rojos de Cincinnati, lo cual no protegieron dejándolo a merced de unos Azulejos de Toronto que obtuvieron su contrato y lo mantuvieron arriba todo el año, sin que este pudiera demostrar sus aptitudes de juego.

Si bien obtuvo un anillo de Serie Mundial, jamás volvió a exhibir sus condiciones que le valieron ser el Jugador Más Valioso de la LVBP, deambulando por varias divisas mostrando un pobre desempeño.

En los últimos años la preparación del pelotero venezolano ha evitado que casos como el de Cañate se repita, por lo cual la experiencia ha sido menos traumática para el jugador. Muchos han aprovechado la ocasión y se han convertido en verdaderas herramientas para el mánager, sino recordemos a Tomás Pérez, Luís González o recientemente Marwin González.

Este año dos peloteros aspiran a consolidarse en el mejor béisbol del mundo a través de esta regla, ellos son Odúbel Herrera y Oscar Hernández.

Tanto Herrera (Filis de Filadelfia), como Hernández (Cascabeles de Arizona), asisten a estos entrenamientos primaverales como miembros del roster de 40 de sus nuevas escuadras, la misión será demostrar que tienen las condiciones para hacer el equipo grande y ser útiles en lo que disponga el cuerpo técnico.

De Hernández es poco lo que se conoce, es receptor y pertenece a los Leones del Caracas en el país. Es considerado un bateador de fuerza, el año pasado bateó nueve jonrones y remolcó 63 carreras en 94 partidos con la filial Clase A media de los desérticos.

La salida de Miguel Montero, facilita la oportunidad del venezolano de ser el careta suplente de Tuffy Gosewisch, para ello deberá superar al veterano Gerald Laird y a los receptores Matt Pagnozzi, Jordan Pacheco y Blake Lalli, quienes asisten en calidad de invitados.

De acuerdo al portal de los Cascabeles, Hernández se vislumbra como parte del grupo de 25 peloteros cuando la campaña de inicio en abril.

A sus 21 años de edad, Hernández estará listo para dar el salto más importante de su carrera, firmado por los Rayas de Tampa Bay a los 16 años, fue tomado por Arizona, en la primera ronda del draft efectuada a finales del año pasado.

Que sea tomado en una primera ronda habla de por sí de lo que Arizona espera a futuro de este joven que aún no ha debutado en la LVBP.

Entretanto, Herrera tiene todo para establecerse este año como el cuarto jardinero de los cuáqueros.

Darin Ruf, Ben Revere y Dominic Brown se perfilan como los jardineros titulares de Filiadelfia, el zuliano se ha colado de acuerdo a la página web del equipo como el cuarto jardinero por encima de Grady Sizemore y Jordan Danks.

La actuación hecha en Venezuela ha sido la principal razón para que el zuliano tenga ventaja sobre sus competidores. El Novato del Año y MVP del circuito venezolano, se ha ajustado a las exigencias de los Filis de defender el jardín izquierdo, demostrando que la transición del cuadro a los jardines quedó en el pasado.

Para Rubén Amaro, lo hecho hasta los momentos por el “Torito” no le garantiza el puesto en el roster de 25, pero es gratificante ver lo que puede hacer con el bate.

“¿Podrá jugar (con regularidad) en las mayores?, no lo sé, pero de que va a tener una oportunidad en nuestro club, la tendrá”, comentó el gerente Rubén Amaro al Philadelphia Inquirer.

Las expectativas que hay con Herrera y Hernández son grandes para pensar que no iniciarán la campaña en el equipo grande con sus respectivos equipos.

El dato

27 venezolanos han sido tomado por medio del draft de regla V, y solo siete han sido devueltos a su organización original, siendo estos: Wilmer Montoya, Alberto Blanco, Rendy Espina, Reegie Corona, Armando Zerpa, José Flores y Ender Inciarte. 

@beisboladentro 

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