Los Tigres de Aragua son
oficialmente el primer equipo eliminado de la temporada 2012-13.
Luego de conquistar seis
coronas en los últimos nueves años y convertirse en uno de los equipos más
exitosos de esta década, los felinos volverán a quedarse con las ganas de
reeditar su título nuevamente, segunda vez que sucede en este período, pero a diferencia
de lo sucedido en la 2009-10, esta eliminación fue más dolorosa.
Acostumbrado a luchar contra
todas las adversidades, Aragua tuvo en las lesiones los peores rivales del
equipo en esta zafra. Héctor Giménez,
Luís Hernández, Deunte Heath, Justin Hampson, Francisco Buttó, Guillermo
Rodríguez, Edgardo Alfonzo, Luís Maza, Luís Hernández, Ramón Castro, Seth
Etherton, Josh Wilkie, Miguel Pérez, Carlos Colmenares, Miguel Pérez y Ronny
Cedeño, fueron parte del hospital bengalí, que privo al club de mejores
posiciones esta campaña.
A esto le sumamos la ausencia
de Wilson Ramos, quien se lesiono durante la temporada de las Grandes Ligas y
sembró la falta de un líder dentro del clubhouse tigrero.
Aunque la gerencia del club
aseguro que jamás bajaron los brazos, los felinos nunca fueron contendientes
durante gran parte del campeonato. Decepciones como Dallas McPherson –nunca se
reporto-, Esteban Yan o Jae-Hoon Ha, determinó que la gerencia jamás encontró
peloteros foráneos comprometidos con la organización y se dedicaron a
experimentar en busca de resultados.
Además realizaron varios
movimientos en busca de triunfos, pero nunca rindieron frutos inmediatos.
Otra de las decepciones que se
llevan los felinos fue en su bullpen, Buddy Bailey, manager con amplia experiencia
en el uso de sus lanzadores, adoleció durante la temporada de brazos confiables
que preservaran las ganancias.
Wilfredo Ledezma, Omar Poveda y
José Mijares fueron brazos que no se presentaron esta campaña, los problemas
familiares de Josmil Pinto incidieron en su desempeño, o la falta de un cerrojo
confiable, dejó huérfano a una rotación de abridores que no tuvo el apoyo
deseado.
Ahora vendrá un momento de
reflexión en el club felino, quizás sea hora de reestructurar la divisa y
empezar a armar un nuevo club. Aragua cuenta con varios jóvenes que se
proyectan en el norte y están comenzando a dar sus pasos en la LVBP, Oswaldo
Arcía es uno de esos peloteros.
Misma situación sucederá con
Buddy Bailey, amado por muchos y odiado por otros, pero que siempre supo
dirigir con eficacia y convicción a un equipo que nunca tuvo estrellas en su
roster. Bailey no fue culpable por el desempeño de Aragua esta temporada. Las
lesiones fueron determinantes en el futuro del club, aunque intentó hacer
milagros, la cadena de diez derrotas sufridas en el mes de noviembre, alejo al
club de mejores puestos en la tabla.
Ahora una señal de interrogación
ronda en su cargo, seguirá siendo el hombre de confianza de la gerencia aragüeña
o experimentará un nuevo cambio.
Bailey fue artífice de seis
campeonatos en esta década y se quedó igualado con José Antonio Casanova, como
los mánagers foráneos más exitosos en la LVBP.
Es el final de Bailey y de la
dinastía aragüeña… en los próximos días lo sabremos.
@beisboladentro
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