Los
Leones del Caracas se aferran al milagro para poder clasificar al round robin.
Pero
la realidad es otra.
La
salida de Dave Hudgens no hizo mucha mella en el asunto, su sucesor Pedro López
no ha contado con los elementos necesarios para mantener una racha positiva. Lo
cierto es que Caracas afronta dos semanas tumultosas en las que sus rivales
aprovechan el desespero capitalino de verse o no clasificados en enero.
Luís Avila ha dado mucho que hablar en su rol de presidente de los Leones del Caracas |
La
crisis de los melenudos va más allá de la falta de producción o de los errores
defensivos, la gerencia trazó un plan que nunca dio frutos y hoy pagan caro el
no haber tomado los correctivos necesarios para enmendarlos.
Importados
de lujo llegaron con credenciales y fueron más pitados que su hoja de vida. Las
lesiones tampoco dejaron mucho material para disponer, aunado a la deserción de
varios lanzadores y las imposiciones de los equipos en las mayores, el Caracas
afrontó una temporada negativa en todos los aspectos y lo que más se escucha en
los alrededores del estadio Universitario, es la salida de su plana gerencial.
Es
fácil hacer “mea culpa”, ante la situación presentada. El béisbol es un deporte
donde nada está escrito. El Caracas lo entiende y ahora vendrá la revisión
interna. La salida de varias figuras permitió el ascenso de jóvenes valores que
hoy los convierten en estrellas, pero una figura no hace la diferencia, la
crisis melenuda va más allá de las decisiones del mánager, tiene que ver con un
enfoque gerencial y los resultados son reflejados en el terreno.
Caracas
sería otro equipo si las piezas con la cual se planifico la temporada
estuvieran en acción, pero así son las cosas. Es fácil para Luís Ávila hablar
de nombres, pero como señale anteriormente el béisbol no tiene un código
escrito y a veces es fácil pasar inadvertido que ser un bocazas.
@beisboladentro
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