martes, 20 de enero de 2015

¿Quién gana, quién pierde?


Desde que se juega el actual formato del todos contra todos, es la primera vez que a falta de cuatro jornadas se definan los dos clasificados a la serie final de la LVBP. Navegantes del Magallanes y Caribes de Anzoátegui, volverán a medirse por segundo año consecutivo por demostrar quién es el mejor conjunto de la temporada.

Ante este escenario, existió la posibilidad de que la final se adelantará debido al engorroso calendario y del doble juego extra para definir el quinto clasificado, que originó que el todos contra todos iniciará con un día de retraso.

Aunado a esto, la serie final también sufriría sus consecuencias al jugarse sin día descanso, algo inhumano en todo el sentido deportivo.

Ya se ha hablado en innumerables ocasiones de que la liga y los dueños de equipos deben velar por el bien del espectáculo. Un calendario tan exigente ha traído muchas consecuencias, sin contar los escenarios que se han sorteado con el mal tiempo, que ha ocasionado que se juegue un partido cuando en otra situación el mismo fuera pospuesto o suspendido.
De acuerdo a los rumores un solo equipo no voto
por adelantar la final entre Magallanes y Caribes
en la reunión efectuada en la sede de la LVBP

Es cierto que los equipos piensan económicamente, hay una inversión en un partido de pelota y esto conlleva a cumplir con esos cronogramas; pero como señale lo apretado del calendario deja pocas alternativas para que un equipo se reponga por los constantes vaivenes que ocasiona esta situación.

Ya jugar una final sin descanso obliga física y mentalmente a que los equipos se exijan más de lo pensado para definir lo antes posible el campeonato. Pero ese proceso también trae consecuencias que afectan al jugador, una lesión pudiera ser perjudicial cuando los entrenamientos primaverales están a la vuelta de la esquina.

De igual modo, la Serie del Caribe se ha convertido en un viacrucis para la delegación venezolana que ha tenido que sortear las pocas horas de celebración y sueño para armar un equipo “competitivo” para el evento.

Quizás el acto más heroico haya sido el de Tigres de Aragua en la Serie del Caribe de 2009, cuando se titularon campeones. Ese equipo llegó a México horas antes de su primer encuentro y jugaron con entrega.

Pero esto no siempre se cumple a cabalidad.

Desde entonces, los equipos que han ido a la Serie del Caribe han tenido actuaciones por debajo de lo esperado, siendo quizás la edición del año pasado en Venezuela en la que Magallanes quedó fuera de la instancia final.

A partir de esta semana volverán los debates acerca del exigente calendario, el resultado seguirá siendo el mismo: no hay consenso en las partes involucradas.

Un claro ejemplo se dio este lunes cuando la liga planteó la posibilidad de adelantar la final y que la misma tuviera uno o dos días de descanso como ha sido.

“No se pusieron de acuerdo los equipos”, expresó Oscar Prieto Párraga, presidente de la LVBP.

De acuerdo a los rumores de pasillos, la directiva del Magallanes jamás recibió un planteamiento por parte de la liga.
Omar López busca darle a Caribes el
segundo título en su historia

“Oficialmente al Magallanes nunca nos llegó esa propuesta. Será que esos escenarios los está analizando la liga y al final decidieron ellos mismos que no era factible”, sentenció Roberto Ferrari, secretario del equipo valenciano.

Sea cierto o no, la decisión que se haya tomado puede no gustar a unos y gustar a otros, cada equipo tiene sus planificaciones, proveedores, abonados y si se toma a la ligera finalizar el round robin, habrá pérdidas para cada uno.

Creo conveniente que la liga deberá plantearse junto a los dueños de equipos nuevas alternativas para evitar que esto se repita ante la segura aprobación de continuar con el calendario actual.

En República Dominicana, el calendario del round robin se da por finalizado si los dos finalistas clasifican antes que el mismo termine.

Una medida similar se pudiera aplicar aquí, no creen…


@beisboladentro

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