Desde
que se juega el actual formato del todos contra todos, es la primera vez que a
falta de cuatro jornadas se definan los dos clasificados a la serie final de la
LVBP. Navegantes del Magallanes y Caribes de Anzoátegui, volverán a medirse por
segundo año consecutivo por demostrar quién es el mejor conjunto de la
temporada.
Ante
este escenario, existió la posibilidad de que la final se adelantará debido al
engorroso calendario y del doble juego extra para definir el quinto
clasificado, que originó que el todos contra todos iniciará con un día de
retraso.
Aunado
a esto, la serie final también sufriría sus consecuencias al jugarse sin día
descanso, algo inhumano en todo el sentido deportivo.
Ya
se ha hablado en innumerables ocasiones de que la liga y los dueños de equipos
deben velar por el bien del espectáculo. Un calendario tan exigente ha traído
muchas consecuencias, sin contar los escenarios que se han sorteado con el mal
tiempo, que ha ocasionado que se juegue un partido cuando en otra situación el
mismo fuera pospuesto o suspendido.
De acuerdo a los rumores un solo equipo no voto por adelantar la final entre Magallanes y Caribes en la reunión efectuada en la sede de la LVBP |
Es
cierto que los equipos piensan económicamente, hay una inversión en un partido
de pelota y esto conlleva a cumplir con esos cronogramas; pero como señale lo
apretado del calendario deja pocas alternativas para que un equipo se reponga
por los constantes vaivenes que ocasiona esta situación.
Ya
jugar una final sin descanso obliga física y mentalmente a que los equipos se
exijan más de lo pensado para definir lo antes posible el campeonato. Pero ese
proceso también trae consecuencias que afectan al jugador, una lesión pudiera
ser perjudicial cuando los entrenamientos primaverales están a la vuelta de la
esquina.
De
igual modo, la Serie del Caribe se ha convertido en un viacrucis para la
delegación venezolana que ha tenido que sortear las pocas horas de celebración
y sueño para armar un equipo “competitivo” para el evento.
Quizás
el acto más heroico haya sido el de Tigres de Aragua en la Serie del Caribe de
2009, cuando se titularon campeones. Ese equipo llegó a México horas antes de
su primer encuentro y jugaron con entrega.
Pero
esto no siempre se cumple a cabalidad.
Desde
entonces, los equipos que han ido a la Serie del Caribe han tenido actuaciones
por debajo de lo esperado, siendo quizás la edición del año pasado en Venezuela
en la que Magallanes quedó fuera de la instancia final.
A
partir de esta semana volverán los debates acerca del exigente calendario, el
resultado seguirá siendo el mismo: no hay consenso en las partes involucradas.
Un
claro ejemplo se dio este lunes cuando la liga planteó la posibilidad de
adelantar la final y que la misma tuviera uno o dos días de descanso como ha
sido.
“No
se pusieron de acuerdo los equipos”, expresó Oscar Prieto Párraga, presidente
de la LVBP.
De
acuerdo a los rumores de pasillos, la directiva del Magallanes jamás recibió un
planteamiento por parte de la liga.
Omar López busca darle a Caribes el segundo título en su historia |
“Oficialmente
al Magallanes nunca nos llegó esa propuesta. Será que esos escenarios los está
analizando la liga y al final decidieron ellos mismos que no era factible”,
sentenció Roberto Ferrari, secretario del equipo valenciano.
Sea
cierto o no, la decisión que se haya tomado puede no gustar a unos y gustar a
otros, cada equipo tiene sus planificaciones, proveedores, abonados y si se
toma a la ligera finalizar el round robin, habrá pérdidas para cada uno.
Creo
conveniente que la liga deberá plantearse junto a los dueños de equipos nuevas
alternativas para evitar que esto se repita ante la segura aprobación de
continuar con el calendario actual.
En
República Dominicana, el calendario del round robin se da por finalizado si los
dos finalistas clasifican antes que el mismo termine.
Una
medida similar se pudiera aplicar aquí, no creen…
@beisboladentro
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