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venezolanos seguían firmes en sus intenciones de hacer el equipo grande cuando
esté domingo se cierren los rosters. La cifra sin duda representa un incremento
a lo que se vivió en 2015, cuando 65 criollos fueron parte del Opening Day.
Para
este domingo, la lista pudiera descender o mantenerse, pueden surgir sorpresas
agradables en algunos peloteros, lo cierto es que la representación criolla que
hace vida en las Grandes Ligas, sigue agigantándose, si ya el año pasado
conseguimos llegar al centenar de peloteros en jugar una temporada, en los
venideros años pudiéramos tener esa cifra para una apertura de temporada.
Mientras
esperamos que ese día se acerque; el talento palpable de nuestros peloteros
sigue siendo importante en el desarrollo del béisbol norteamericano. El año
pasado cien peloteros vieron acción por primera vez en una temporada, de los
cuales 20 fueron debutantes, un récord que ya se había alcanzado hace dos años
atrás.
Ambas
cifras nuevamente se ven amenazadas.
Atrás
quedo aquel glorioso 2012, considerado el mejor año para Venezuela, cuando
Miguel Cabrera lograría ser el primer pelotero en conseguir la Triple Corona de
las Grandes Ligas desde 1967 y que le valió ser el primer y único pelotero
criollo en ganar el MVP. Una Serie Mundial con nueve peloteros, siendo Pablo
Sandoval el Más Valioso de esa edición, mientras que Marco Scutaro se llevaba
los honores en la Serie de Campeonato y un Juego de Estrellas que contó con
siete nativos.
Todas
estas cifras representaron un récord para el país.
En
2015 la legión de bigleaguers criollos se las ingenió para emular y superar
muchas de las marcas registradas colectivamente en 2012, al punto de
considerarse la recién culminada zafra una de las mejores ofensivamente en la
historia del béisbol criollo.
La
figura de Ronald Torreyes al final de la temporada con los Dodgers de los
Ángeles, representó para Venezuela una marca de 100 peloteros en una campaña,
este hito fue influenciado por los 20 prospectos llaneros que se estrenaron en
2015, empatando el registro establecido en 2014; sin embargo, la lista de
ascenso subió a 21 con Wilfredo Boscán, quien no pudo lanzar en las tres
oportunidades que estuvo con los Piratas de Pittsburgh.
En
2014, en el Target Field de Minnesota se presentó la oportunidad de ver por
primera vez en la historia a tres de jugadores criollos entre los titulares del
Juego de Estrellas, mientras que en 2015 en el Great American Ball Park,
Salvador Pérez, como receptor; José Altuve en la segunda base; y Alcides
Escobar, compocorto, por el lado de la Liga Americana, mantuvieron la
continuidad de este logro que no pudo ser roto por Miguel Cabrera, que quedo
fuera por una lesión después de haber ganado el derecho de ser el primera base
abridor.
Ofensiva
de plata
No
fue casualidad que por segunda vez en la historia tres toleteros criollos
ganaran el Bate de Plata. Carlos González, Miguel Cabrera y Altuve, emularon lo
hecho por Víctor Martínez, Melvin Mora y Bob Abreu en 2004.
Este
hecho se da en la primera temporada en la que 21 paisanos superaron la barrera
de los 10 cuadrangulares y en la que la mayoría establecieron topes personales
en sus departamentos ofensivos.
“CarGo”
llegó por primera vez en su carrera a 40 vuelacercas, mientras que Luis
Valbuena pasó de 16 en 2014 a 25 este año y Pérez hizo lo propio elevando su
marca personal de 17 a 21.
Con
los D-backs, David Peralta duplicó sus topes en cuadrangulares (17) y
remolcadas (78), algo similar a lo hecho por Altuve y Rougned Odor, quienes
superaron sus cosechas individuales de estacazos y fletadas en una campaña en
las Mayores.
Clásico
criollo
En
la edición 2012 de la Serie Mundial, Sandoval y Marco Scutaro guiaron a la
ofensiva de los Gigantes de San Francisco a consecución del campeonato. El
“Panda” fue el MVP del clásico de otoño, mientras que Scutaro tuvo el galardón
en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
La
historia se repitió en 2015 con los Reales de Kansas City. Salvador Pérez se
apoderó del trofeo en la Serie Mundial, mientras que Alcides Escobar lo hizo en
la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Escobar
estableció un récord histórico en el big show de 15 juegos seguidos de
postemporada con al menos un imparable.
Corona
de bateo
Por
sexto año consecutivo un venezolano termina siendo el pelotero con mejor
promedio de bateo de su liga.
Y
para Miguel Cabrera, más que tradición, ya parece cotidiano. El toletero de los
Tigres de Detroit es el primer jugador en las Grandes Ligas desde 1997 (Tony
Gwynn) que logra cuatro títulos de bateo.
Wade
Boggs, con los Medias Rojas de Boston en 1988, fue el último con cuatro o más
coronas entre los toleteros de la Americana.
Es
la sexta zafra al hilo en la que un criollo termina comandando su circuito en
promedio ofensivo, una cadena que inició con Carlos González (2010) en la
Nacional, seguido por Cabrera (2011-2013) y José Altuve, campeón bate del joven
circuito en 2014.
Tanto
Cabrera como Altuve saltan con el favoritismo para reeditar esa continuidad
criolla en las mayores.
Mención
Carlos
Torres se convirtió en el segundo umpire venezolano en las Grandes Ligas,
siguiendo los pasos de Manuel González. La experiencia de Torres le sirvió para
recibir la venia de participar en más encuentros está temporada.
Robert
Moreno parece ser el próximo venezolano que reciba su ascenso. Las proyecciones
que se han tejido sobre su ética de trabajo han abierto los ojos del cuerpo de
umpire de las mayores.
@beisboladentro
Crédito de la imagen: www.meridiano.com.ve
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