miércoles, 10 de agosto de 2016

25 años de la gesta de El Intocable



Este jueves se cumplen 25 años del primer juego sin hits para un lanzador venezolano, hito logrado por el zuliano Wilson Álvarez, que en su segunda salida como profesional – la primera desde 1989 -, silenció a la poderosa ofensiva de los Orioles de Baltimore, en el antiguo Memorial Park, casa de los oropéndolas.

Álvarez se estrenaba con los Medias Blancas de Chicago, conjunto que lo adquirió en octubre de 1989, procedente de los Rangers de Texas, equipo con el que debutó y salió valpuleado en su única apertura.

En una salida de emergencia, el joven de 21 años lanzaría una de las joyas monticulares más difíciles de alcanzar, y que desde ese momento lo enrumbo a ser ídolo de las próximas generaciones de lanzadores que llegarían a las mayores a finales de los años noventa y comienzo del nuevo siglo.

En Venezuela, las incidencias del partido se siguieron por Venevisión, que por cosas del destino no pudieron transmitir el encuentro pautado por lluvia, y se plegaron a la transmisión de los Medias Blancas. El recordado Gonzalo López Silvero, comentó que el abridor de Chicago era una promesa del pitcheo, que lanzó varios juegos sin hits en su etapa juvenil, por lo que había expectativas de como saldría en esta segunda apertura de su carrera, tras su triste debut con Texas, tres años atrás.

Y la premonición de López Silvero  se fue cumpliendo inning tras inning, Álvarez fue retirando a la poderosa ofensiva de los Orioles, que pese al descontrol del zuliano, no había podido conectarle ningún imparable durante todo el trayecto.

Ya en el octavo Chicago ganaba siete a cero, y Álvarez saldría más cerca de la gloria, en ese episodio se produciría una de las jugadas claves que permitió a Álvarez continuar con su joya monticular. Con David Seguí corriendo en la inicial luego de recibir boleto, el turno correspondió al bateador designado Chris Hoiles. El fornido toletero soltó un batazo entre dos, poniendo un nudo en la garganta de los fanáticos, pero apareció el guante del jardinero central Lance Johnson, quien con una fabulosa atrapada de cabeza, decapitó la conexión haciendo que la multitud se levantará para darle una sonora ovación al patrullero del equipo contrario.

Oswaldo Guillen, quien defendía el campo corto de los patiblancos, declaro a un medio venezolano años después, que no se había dado cuenta que Álvarez lanzaba no hit hasta que ocurrió esa jugada.

“Luego de la atrapada escuché la ovación y pensé: Fue una buena jugada, pero nada más”, dijo Guillen, que luego añadió que le preguntó a su compañero Joey Cora, sobre que sucedía y este le respondió: “Ozzie, Wilson lanza no hit no run”.

Guillen volteó a la pizarra y se asustó, y al final del encuentro señalo que le regaló una botella de vino a Álvarez y le dijo “Solo te faltan 299 triunfos para ingresar al Salón de la Fama”.

En el noveno, Álvarez con 113 pitcheos en su haber enfrentaría a Mike Devereaux que la elevó al jardín central, Juan Bell se poncha, Cal Ripken y Dwight Evans negocian boletos, dejando la escena servida para que Randy Milligan se ponchará y con ello se iniciará la algarabía en el Memorial Park.

Álvarez culminó su faena con siete ponches y cinco boletos, totalizando 128 pitcheos, de los cuales 75 fueron en zona de strike.

Meridiano, diario deportivo de Venezuela título al día siguiente “Intocable”, apodo con el cual sería conocido el zuliano durante sus 14 años como grandeliga en los que vistió los uniformes de Rangers de Texas (1989), Medias Blancas de Chicago (1991-1997), Gigantes de San Francisco (1997), Mantarayas de Tampa Bay (1998-2002) y Dodgers de Los Ángeles (2003-2005).

Al momento de su retiro Wilson tenía el liderato en victorias (102), juegos abiertos (263), ponches (1330) y episodios lanzados (1742.2). Después de Alejandro “Patón” Carrasquel y Luis Leal, ningún lanzador generó tanta expectativa que Álvarez que vivió sus mejores años con Chicago, donde ganó 15 triunfos en dos ocasiones (1993 y 1996).
Ron Karkovice guió la labor del joven zuliano

Las lesiones hicieron mella en su carrera, sobre todo en su época con Tampa Bay, equipo con el que firmó un contrato de 32 millones de dólares, haciéndolo uno de los mejores pagados del béisbol.

Se retiró a los 35 años, ya en labores de relevo con Los Ángeles, quizás aún tenía más que dar, pero su cuerpo ya no respondía a las exigencias del día a día.

Hoy cumple funciones como coach de pitcheo en ligas menores con los Orioles de Baltimore, conjunto con el que salto a la fama tras su faena monticular.

Tras la gesta de Wilson Álvarez, Venezuela esperó quince años para que otro criollo emulará lo alcanzado por el zuliano, siendo Aníbal Sánchez el predestinado en su año de novato con los Marlins de Florida.

Actualmente se han lanzado seis juegos sin hits por lanzadores venezolanos.

El dato

Wilson Álvarez fue el primer jugador nacido en la década de los años 70 en estrenarse en las mayores. Dejó marca en 1991 de 3-2 con 3.51 de efectividad en diez salidas, nueve de ellas como abridor.


@beisboladentro

No hay comentarios:

Publicar un comentario