El
zuliano Eduardo Pérez ha conseguido lo que tanto anhelo… celebrar un título en
Venezuela.
No
lo hizo en su etapa de jugador y mucho menos en sus tres años como dirigente
de las Águilas del Zulia. Lo más cerca que estuvo de acariciar un título fue en
la temporada 1991-1992, cuando los aragüeños cayeron en siete encuentros ante
los zulianos. Tampoco fue parte del equipo campeón de las Águilas que se tituló
en la campaña 1999-2000 frente a Navegantes del Magallanes, ya que prefirió
descansar después de ser el careta regular de los Bravos de Atlanta (lesión de
Javier López) y donde obtuvo el premio al Jugador Más Valioso de la Serie de
Campeonato de la Liga Nacional.
El
destino fue paciente con él y supo darle la recompensa.
Llegó
a los Tigres tras una ruptura mediática con las Águilas y pese a todos los
comentarios negativos y problemas que atravesaron a lo largo de la temporada,
el citojense jamás decayó y demostró porque eligió estar con los felinos, él
sabía que con ellos podía alcanzar ese título esquivo en su carrera.
Hoy
saborea las mieles de un título alcanzado en el quincuagésimo aniversario de la
franquicia, él forma parte de la historia bengalí; fue su receptor durante diez
temporadas (1987-1997) y con ellos obtuvo el MVP de la temporada 1994-1995 y
dos Guantes de Oro (1993-1994 y 1994-1995), fue parte de una generación
prometedora que no cristalizó título alguno como Jesús “Chalao” Méndez, Rafael
D´Lima, Lester Straker, Silverio Navas, José “Cheo” García, Fernando Mejías y compañía.
Tomo
sus maletas y se fue a las Águilas para estar más cerca de su hogar, durante
cinco años tampoco pudo saborear título alguno. Cuando tuvo su mejor año en las
mayores, prefirió descansar y ver a su equipo ser campeón. Esa espina quedó
clavada y le fue esquiva cuando tomó las riendas de los rapaces.
De
carácter fuerte, Pérez no se anda con titubeos con sus peloteros, aprendió de
Bobby Cox, miembro del Salón de la Fama, a estudiar el juego de pelota; de allí
esa entrega y pasión cuando está en el terreno y que le ha ganado de alguna
manera negativa esa fama de “guerrillero”, pero así lo fue como jugador y lo es
como técnico, y ese esfuerzo se ve traducido en triunfos.
Su mejor temporada en Venezuela fue en la temporada 1994-95 al ser galardonado con el Premio al Jugador Más Valioso |
"Tuvimos muchos altibajos durante toda la temporada, las
lesiones y la partida de varios peloteros como Eduardo Escobar y Jorge Vázquez,
pero aquí estamos tenemos mucho corazón y por eso salimos campeones",
comentó Eduardo Pérez, manager de los Tigres, tras concretarse el out 27.
Pérez
hizo historia al ser el primer mánager criollo en coronar a los Tigres, uniendo
su nombre al panameño Rod Carew (1971-1972), el dominicano Oswaldo Virgil
(1974-1975 y 1975-1976) y el estadounidense Buddy Bailey (2003-2004, 2004-2005,
2006-2007, 2007-2008, 2008-2009 y 2011-2012).
Pérez
destaca que la entrega de los Tigres es colectiva, todos los días había un
protagonista y pese a verse envuelto en una sanción que lo alejó durante cuatro
encuentros en plena final, su vuelta se produjo en el juego que le dio el
título felino, que mejor manera de celebrarlo que estando en el terreno.
“A
pesar de todas las críticas al inicio del torneo demostramos que armamos un
equipo para ganar el título”, señaló Pérez. “Tuvimos muchos altibajos durante
toda la temporada…, pero aquí estamos tenemos mucho corazón y por eso salimos
campeones”.
Pérez
expresó que a pesar de las adversidades tenía plena confianza en su equipo
desde el inicio. "Recibí muchas críticas todo el año por haberme venido
para acá (Tigres) pero yo sabía que tenía un buen equipo aquí, No fue por
asunto de dinero ni nada. Gracias al apoyo de mi familia y de la gente de
Maracay", señaló.
Ahora Pérez
se enfocará junto a la gerencia en armar con bastante tiempo un equipo
competitivo que le permita sacarse esa espinita que le fue esquiva a Venezuela
en la pasada Serie del Caribe, en donde los Caribes de Anzoátegui fueron
eliminados en semifinales por Cuba, después de cerrar la primera fase del
torneo con marca de 4-0.
Los Tigres
tienen en su haber una corona del Caribe, conseguida en el año 2009 de la mano
de Buddy Bailey.
El dato
Eduardo Pérez jugó en las Grandes Ligas por espacio de 11 temporadas, siendo conocido por ser el receptor personal de Greg Maddux, en los Bravos de Atlanta
@beisboladentro
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