A lo largo de la historia de las grandes ligas, se han observado millares de jóvenes promesas llegar al mejor béisbol del mundo; algunos pasan la prueba y se convierten en estrellas, otros se quedan en el camino, al no cumplir las expectativas que se tejieron sobre él.
Constantemente esta situación la hemos visto diariamente, casos como Jackson Melián que firmo uno de los bonos más altos para un criollo y que hoy con 29 años a cuestas no alcanzo el estrellato del que se hablo, y otros que fueron también bonificados y que se quedaron allí, sin demostrar en las ligas a donde acudieron ese talento que provoco su firma.
Pero, qué pasa cuando un pelotero alcanza la cúspide a corta edad, como maneja ese pelotero la presión de ser la vedette del béisbol, como beneficia el equipo al pelotero y lo motiva a continuar su accionar sin decaer, como responde la familia y el público general; sin duda el proceso de un pelotero no se basa en que firmó, jugó y cobró; es un proceso más complejo, que si no es manejado de una manera correcta, puede ocasionar un declive en esa promesa.
Mirar al pasado
Son pocos los peloteros que llegan a las mayores con una edad entre 18 y 20 años, y son pocos los que de una vez se establecen como regulares en el Big Show.
El caso más emblemático es el de Bob Feller, quien con 17 años se estreno con los Indios de Cleveland, convirtiéndose en uno de los mejores lanzadores del béisbol durante las décadas de 1940 – 1950, pese a que prestó servicio militar en la II Guerra Mundial, su carrera fue tan espectacular que culminó con su exaltación al Salón de la Fama, una vez retirado.
Andruw Jones, fue otro de esos jóvenes que llegaron a las mayores a una corta edad (19 años), lo más excitante de Jones fue que su nombre resonó en una Serie Mundial dando dos cuadrangulares en turnos sucesivos ante los míticos Yankees de Nueva York, hoy el pelotero se encuentra en un limbo, debido a que perdió sus condiciones y que pese a su juventud (31 años), no supo manejar su carrera por no enfocarse en ver que era la estrella de unos Bravos de Atlanta que eran el equipo más dominante de los años 90.
Dwight Gooden, tuvo el mundo a sus pies con los Mets de Nueva York, al debutar a los 19 años, un lanzador que prometía mucho, una carrera que sucumbió producto del alcoholismo y las drogas, durante cinco años el lanzador lucho contra estos vicios, pese a tener temporadas positivas, el punto máximo llego en 1994, cuando fue apartado del equipo por las constantes recaídas, tenía 29 años aún y estuvo dos años alejado de los diamantes para tratar de superar sus adicciones.
Gooden regresó y no fue el mismo pelotero de antaño, ese lanzador que haría sucumbir a aquellas leyendas del montículo, en parte el lanzador reconoció que las drogas y el alcohol acabaron con su carrera a temprana edad.
Tal vez la carrera más prometedora antes que llegará Jones o Hamilton, la tuvo en sus manos Darryl Strawberry, jardinero del cual se dijo que tenía todas las herramientas para ser el jugador más completo del béisbol.
Con 21 años a cuestas, Strawberry revolucionó a la Gran Manzana con sus descomunales batazos y su presencia intimidante en el home plate, pero los problemas legales en lo que se envolvían constantemente y de enfermedades que mermaron además su accionar, fue apagando su prodigiosa y vertiginosa carrera a comienzos de la década de 1990.
Tuvo un leve resurgir en la etapa final de su carrera, pero las enfermedades como cáncer de colon, hizo que se retirará para tratar a fondo está enfermedad.
Aún hay tiempo
El arresto de Miguel Cabrera está semana, puso en el tapete un moretón que aún no ha desaparecido; el jugador afronta problemas con el alcohol.
El simple hecho de haberse enfrentado a las autoridades norteamericanas y negar que estuviera tomando y luego proceder a tomar una botella y bebérsela enfrente de los oficiales, denota que Cabrera es un alcohólico que le cuesta admitir un problema.
“Ustedes (los periodistas) andan diciendo que soy un alcohólico y no es cierto. Es otra cosa”, admitió el pelotero en los entrenamientos del año pasado, cuando en 2009, tuvo problemas familiares por causa del alcohol.
En una entrevista al diario Líder, Carlos Villarino, quien es psicólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela, señala que el primer paso para la rehabilitación del adicto es precisamente lo que Cabrera no hizo: admitir el problema.
Lo que muchos ignoran es que el alcohol es una droga legal, el simple hecho de consumir dosis constantes de un whisky, ron, cerveza, entre otras bebidas, hace que las personas actúen de una manera irracional, por estar en un estado alucigenoso, producto del alto consumo de alcohol en sus venas.
Cabrera llegó a los 20 años a las mayores en 2003, de inmediato tuvo el mundo a sus pies, fue el cuarto bate de un equipo repleto de jóvenes figuras, se hizo más famoso al desaparecerle una pelota a Roger Clemens en la Serie Mundial de ese año, ganada por los Marlins de Florida.
Desde entonces, el pelotero ha sido centro de atención por su espectacular despegue ofensivo, incluso después de Albert Pujols, es Miguel Cabrera la segunda estrella más ofensiva de este deporte; ese éxito repentino hizo que llegase al climax, hace dos años, cuando fue encarcelado por violencia domestica, en ese entonces, su esposa aseguro que el pelotero bajo la influencia del alcohol comenzó a agredirla.
La organización tomo en ese entonces al pelotero y lo llevo a un centro de asistencia, donde el pelotero “mostro” progresos favorables, y digo mostro, porque nuevamente ha reincido en la bebida, hasta tal punto que se niega a admitir que tienes problemas con el alcohol.
El estrellato le llegó a temprana edad, los Tigres de Detroit tienen un equipo que gira en torno al venezolano, aunque ellos digan que esa situación no los afectará, no pueden asegurar que el pelotero decaiga nuevamente durante la temporada.
Cabrera paso de un ejemplo para futuros grande ligas a una persona del cual no se debe seguir. Su futuro lo decide él, por primera vez, Venezuela tiene un pelotero con grandes posibilidades de llegar a los 500 cuadrangulares, a diferencia de Antonio Armas, Andrés Galarraga, Magglio Ordoñez, Richard Hidalgo y compañía, la edad de Cabrera es un factor a considerar, una vez se retire, tendrá en su haber todos los registros ofensivos para un jugador nacido en esta tierra, y quizás tenga números sólidos como una vez lo tuvo Luís Aparicio para ser tomado como miembro del Salón de la Fama.
Por lo pronto, el ámbito familiar deberá ser el soporte de este pelotero y comenzar a admitir que sus problemas no son otros, sino una mala bebida, que podrá ocasionarle el fin de una carrera prometedora.
Josh Hamilton, quien hoy es una megaestrella, tuvo un duro comienzo en la pelota su debut llego a los 26 años, pero pudo haber sido a una edad más temprana, sino fuera por las drogas y el alcohol que hizo al pelotero una persona inestable y a punto de perder la vida; hoy ha admitido que la ayuda de personas especialistas y de su familia, es una persona nueva y dispuesto a demostrar año tras año que sus vicios quedaron en el pasado.
Cabrera igual lo puede lograr, la disposición vendrá de él.
@Adonisalejandro
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