jueves, 3 de febrero de 2011

Entre retrasos y profesionalismo, peloteros venezolanos defienden su nacionalidad


Esto podría ser una medida de lo que año tras año, viene padeciendo el equipo campeón del torneo venezolano; un extenuante torneo que tiene una final sin un descanso obligatorio y que corona a un equipo que en medio de una celebración debe estar preparando maletas para en cuestión de horas irse al país sede y jugar la Serie del Caribe.

Díganme si esa serie se juega en Puerto Rico donde se entra con visa; definitivamente la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, está en el ojo del huracán, el eco que se está manifestando entre peloteros, directivos y medios de comunicación social, sobre la situación del calendario, será elemento a discutir en la convención de mayo próximo.

La directiva del equipo campeón, Caribes de Anzoátegui, aseguran que tuvieron que ingeniárselas para poder cubrir con todos los peloteros y familiares la situación de las visas para entrar a Puerto Rico; eso sucedió el martes ya que el lunes la embajada norteamericana se encontraba cerrada; con escasas horas para tomar su vuelo, nuevamente el equipo venezolano vivió un calvario que culmino con una llegada retrasada al país sede del evento, situación que se ha vivido en los últimos años, a excepción de cuando la sede es en suelo criollo.

Una travesía interminable

Caribes solo celebro a medias su primer título
Tigres de Aragua, máximos jerarcas de la liga en esta década vivió esta situación durante los años que fue campeón y actúo en el clásico caribeño, sólo pudieron salir airosos en una ocasión en el año 2009 donde con un equipo desmantelado se entrego de corazón para traer el título al país.

Misma situación la vivió los Navegantes del Magallanes, que con una llegada en horas de la madrugada y con sus peloteros aún con trasnocho por la movilización no tuvo una buena serie; tal vez los Leones del Caracas, la tuvieron más fácil en 2006, cuando la serie se hizo en el país y obtuvieron el título de forma invicta, pero hace un año y con varios días de descanso no lograron ese cometido y fueron humillados en suelo patrio.

Ahora el turno es para los Caribes de Anzoátegui, el equipo debutante en estos eventos, la llegada del equipo indígena a suelo boricua fue una total travesía extenuante y agotadora, debido a que el plan inicial era tomar un vuelo chárter en el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía (todo esto pautado el día martes), a través de la línea Avior a las 9:50 de la noche. Pero el procedimiento de chequeo y registro de los pasajeros se volvió un proceso engorroso.  

Desde problemas con la lista de pasajeros del equipo oriental, la cual no coincidía con la línea aérea; por lo que el procedimiento tuvo que hacerse manual; una vez realizado este paso, la delegación fue retenida en la sala de espera de la terminal internacional durante hora y media; es decir eran las 11:30 de la noche y aún el equipo campeón no había salido del país a tierras boricuas.

Nuevamente más trabas

Cuando al fin parecía haberse solucionado los problemas, surgió otro inconveniente, pasaportes de peloteros que no estaban registrados en el sistema y se necesitaba enviar la información a los Estados Unidos para certificar a esos pasajeros.

Quienes eran los afectados, Orber Moreno, Francisco Buttó, Juan Pablo Camacho y Leonardo Mendoza, debían aguardar hasta verificar nuevamente sus credenciales; la espera seguía haciéndose larga para el equipo.

Lo insólito

El estadio Isidoro-Cholo-García de Mayaguez
Después de tanto esperar y pasar la noche acomodados en la terminal aérea, la delegación criolla salió el miércoles dos de febrero a las 5:30 de la madrugada (siete horas de retraso) con destino a Puerto Rico; su llegada a la isla fue a las 7.00 de la mañana y de allí, mientras eran enviados para los trámites de inmigración y embarque a los autobuses y registro al hotel, se hicieron dos horas más, ya que de San Juan a Mayagüez, son dos horas y media de viaje.

Con todo esto y un trasnocho que pudiera pasar factura, la tribu salió a jugar ante el equipo sede del torneo, los Criollos de Caguas, para vencerlos en su debut; las cosas por lo pronto salieron bien – sin contar el partido del jueves -, pero no sabemos aún cómo será el porvenir del equipo nacional en tierras boricuas.  

Medidas a tomar

Situaciones como están parecen estar a la orden del día para la Liga, como es posible que aún estos correctivos no hayan sido solventados, nuevamente cobra mayor importancia recortar el calendario o volver a un round robin de cuatro equipos, opción que permita retomar doce partidos por equipo y no 16 como se hace para que la final se juegue con días de descanso y exista por lo menos dos días para tramites de viaje.

Un equipo que llegó al hotel a las nueve de la mañana y que un descanso de ocho horas para retomar energías no fue cumplido, ya que entre desayuno, almuerzo y preparativos para ir al estadio (debían estar a las siete de la noche), no se cumplió a cabalidad; nuevamente nuestros campeones, demostraron su profesionalismo al salir al terreno con un desgate físico.

Es imposible controlar cualquier anomalía a última hora, pero se puede tomar los correctivos pertinentes y evitar esta situación si la liga nuevamente revisa que la final no coincida con la cercanía de la Serie del Caribe.

Solo horas tuvo Caribes de organizar al equipo. En 2009, ese calvario lo vivió los Tigres de Aragua quienes ganaron el séptimo partido y al día siguiente en la noche salieron a tierras mexicanas, porque el calendario fue programado para un séptimo partido a dos días de efectuarse la cita caribeña.

En ese entonces, Buddy Bailey elevo su malestar con la situación que término con la mitad del equipo desmantelado y tuvieron que escoger peloteros a última hora, y aunque el resultado fue el título del evento, no siempre esa situación se repetirá.

Ya Samuel Moscatel, gerente del equipo oriental, elevo su preocupación por cómo se manejo toda la organización; la liga sigue en deuda sobre como el calendario afecta la confección de un equipo atractivo y aunque Caribes salió bien en su debut, como señale anteriormente, no sabemos que seguirá después.

Calendario 2011-2012 prioridad

En este punto tuve mayor hincapié en otro artículo que escribí sobre los puntos negativos que dejo el torneo 2010-2011, sin duda todo lo vivido a horas del debut de Caribes en la serie se evidenció con un calendario exigente que sólo complace a la liga y a algunos dueños.

Hay que redefinir el calendario y que la Serie del Caribe, sea un punto de reflexión para que aquellos peloteros deseen ir, se manifiesten sin ver como un torneo los agota por los rigurosos juegos y traslado de sedes; no se justifica que una final arranque una semana antes de iniciarse el torneo si el hipotético séptimo juego se realizará el 31 de enero. Es hora que la liga y los dueños sacrifiquen sus intereses en pro de ir a un evento que está perdiendo el atractivo por falta de interés de algunos peloteros, el recortar el calendario a 60 partidos es una vialidad que en vez de 63 encuentros que desgastan, igualmente como señale la eliminación del comodín permitiría volver al esquema de doce juegos en el round robin y aunque el presidente de la liga, José Grasso Vechio, afirme que esa vialidad no se dará entonces señores comiencen a sacrificar un calendario que está pasando factura no sólo este año, sino que se viene arrastrando desde hace mucho y que hoy se evidencia esas cicatrices.

@Adonisalejandro     

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