martes, 8 de febrero de 2011

Puerto Rico espera resurgir el béisbol nuevamente

Cuando se conoció que Puerto Rico organizaría la Serie del Caribe de este año, las dudas comenzaron a surgir en varios países e incluso en la Confederación del Caribe, desde si el evento sería un éxito, y si nuevamente la afición se volcaría hacía los estadios.

El escenario se diluiría en febrero de 2011: se pudo notar que aún la afición boricua sigue alejada del béisbol, atrás quedaron aquellas celebraciones donde se recuerda la edición de 1995 cuando los Senadores de San Juan formaron aquel “Dream Team” donde figuraban Roberto Alomar, Carlos Baerga, Rey Sánchez, Juan González, Carlos Delgado, Carmelo Martínez, Rubén Sierra, Juan González, Bernie Williams y Edgar Martínez.

El último título para los boricuas en estos eventos sucedió en el 2000 cuando los Cangrejeros de Santurce, dirigidos por Mako Oliveras ganaron el evento en Dominicana con registro de 6-0; desde entonces dominicanos, mexicanos y venezolanos se han repartido los trofeos en esta nueva década.

La pelota de la Isla del Encanto, vive en un limbo del cual aún no haya una salida. Misma situación que impacto en la cancelación del torneo hace tres años atrás. El motivo la poca inversión de patrocinantes, quienes ven al torneo como un mecanismo poco viable para invertir.

La afición respondió a medias durante la Serie del Caribe
Además hay muchas razones para subrayar la debacle de la liga puertorriqueña, desde un mal manejo de las autoridades de la liga, hasta la exclusión de grandeligas; pero tampoco podemos obviar la inclusión del draft universitario estadounidense, situación que ha incidido en el éxodo de jóvenes promesas boricuas al sistema norteamericano.

Recordemos que Puerto Rico, al ser un estado perteneciente a los Estados Unidos, deben regirse las mismas leyes norteamericanas, por lo tanto, a partir de esta década la pelota boricua comenzó a sucumbir al ver el talento emergente yéndose al draft universitario, donde los jugadores que quieran participar en el torneo profesional de la isla, tienen que haber sido seleccionado primero por alguna casa de estudio en la nación norteamericana.

Es decir, si ellos no pueden conseguir un acuerdo universitario no tienen la oportunidad de participar en el torneo local. Esto, según las personas cercanas al campeonato puertorriqueño, ha afectado mucho la cantidad de peloteros que tiene la isla y, por ende, el apego de los propios peloteros con la liga de su país.

“Antes no pasaba esto. Eso es una nueva modalidad que también se une a la situación negativa que está pasando el béisbol de Puerto Rico en la actualidad. No es como en otros países que pueden firmar con un equipo profesional sin tener contrato afuera” relato el periodista Rubén Rodríguez, del periódico Nuevo Diario.

Ante esta situación, es obvio que el draft ha sido uno de los culpables que la liga puertorriqueña haya decaído, ya que los jóvenes que desean incursionar en la pelota se ven limitados a actuar en una liga si no tienen asegurado su educación primero, por lo cual la fuga de promesas que sueñan con emular a Juan González, Iván Rodríguez, Roberto Alomar entre otros, desaparece y prefieren irse a otras disciplinas al ver que sus sueños no pueden hacerse realidad.

Evento a medias

Se pudo constatar que en los primeros dos compromisos de la serie, el público no abarroto el estadio Isidoro “Cholo” García, tal como venía sucediendo en otros escenarios como Dominicana, Venezuela y México; pero en el tercer cotejo de los boricuas frente a los quisqueyanos se pudo volver a apreciar el público ávido de pelota.

Pero aún así el escenario no se lleno en su totalidad.


En los Juegos Centroamericanos la afición lleno el estadio

Rodríguez aseguro que “Esta temporada hubo poca asistencia, pero si supieras que fue mejor que el año anterior. Digamos que fue menos peor, si queremos verlo de alguna manera. Lamentablemente, el organismo que lleva las riendas del béisbol puertorriqueño ya no cuenta con la credibilidad del público ni de los anunciantes”.

Aseguro que la falta de grandeligas en el torneo afecta también, ya que juegan durante sus primeros años en Puerto Rico, pero cuando llegan al estrellato, una parte de ellos no sienten aprehensión sobre su camisa en la isla, amén de la falta de público en los estadios.

En cuanto a la baja asistencia, Karla Pacheco, periodista del diario Primera Hora, manifestó que la asistencia a los parques fue muy pobre. Aunque para la Serie del Caribe ha sido baja, inclusive en los encuentros boricuas, ésta representa un incremento significativo, si se compara con lo que se ve durante una ronda regular en su país.

“En el juego inaugural de Puerto Rico, donde habían 1.000 o 2.000 personas, representa un llenazo, si lo comparamos con lo que se vive en la ronda regular”.

Qué hacer

Ante este panorama poco alentador, es necesario que se tomen medidas para que el rescate de la pelota boricua vuelva, misma que formo una generación de oro en el béisbol y que brillo en las mayores, es inaudito que una liga semiprofesional llame más la atención que una profesional donde se han formado peloteros de renombre.

Dicha liga se juega con un formato similar al de las Grandes Ligas y participan jóvenes, veteranos y drafteado y la afición se desvive por esa pelota de categoría Doble A que por la profesional.

Que hubiera sucedido si Puerto Rico se hubiera alzado contra todos los pronósticos campeón de la Serie del Caribe, sin duda alguna hubiera servido de aliento para el resurgir de una liga que exhibió una cantera de figuras que hoy son consideradas luminarias.


@Adonisalejandro

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