martes, 8 de febrero de 2011

Una serie con sabor azteca


No había un claro favorito, un torneo donde carecían las estrellas, una sede donde la pelota boricua estaba en el limbo; en fin una Serie del Caribe con un nuevo escenario cada vez más desgastado, donde México demostró que fue el mero macho del torneo.

Aunque, por primera vez la celebración no se hizo en el campo, debido a que los aztecas ganaron a primera hora su partido; y tuvieron que esperar en su hotel para celebrar la victoria de Dominicana sobre Puerto Rico, y darles de esta forma su sexta corona, la primera desde 2005 y coincidencialmente la primera para los Yaquis de Ciudad de Obregón en su historial del Caribe.

Llegaron sin estrellas y fueron los monarcas del Caribe
El evento estaba a punto de presenciar un cuádruple empate en su última jornada ya que Yaquis de Ciudad de Obregón (México) y Criollos de Caguas (Puerto Rico) estaban igualados en el primer lugar con 3-2; mientras que Toros del Este (República Dominicana) y Caribes de Anzoátegui (Venezuela) estaban segundos con 2-3; lo que significaba que si venezolanos y quisqueyanos ganaban sus respectivos encuentros se jugaría la jornada extra para conocer el campeón.

Pero nunca sucedió, ya que Venezuela cayó en su compromiso y facilito la victoria azteca, permitiendo a los manitos celebrar nuevamente un trofeo caribeño, por primera vez en suelo boricua.

Un escenario distinto

Por decisiones como está es que la Serie del Caribe, continúa en un limbo del cual pareciera no salir, amén de una mala administración de su presidente Juan Francisco Puello Herrera, quien parece responder a intereses personales que favorecer a las ligas caribeñas.

En caso de que el escenario de un cuádruple empate se diera, la Confederación aseguró que tienen el juego de desempate para dos conjuntos que finalicen empatados en el primer puesto; pero si hay cuatro simplemente a través de una fórmula poco ortodoxa se eliminarían dos equipos sin jugar.

“Los reglamentos de la Serie del Caribe establecen que si cuatros equipos terminan empatados, se eliminarían dos por las series particulares o el promedio de carreras anotadas y permitidas y los dos mejores avanzarían en un juego extra… si el empate es entre tres, se elimina al que perdió en las series particulares o el promedio de carreras y los otros dos se van a la final”, aseguro Puello Herrera.

Ante semejante aberración el esfuerzo de todos los equipos se esfumaría por una regla antideportiva, es decir, después de tanto bregar con una temporada regular, unos play off y llegar a la serie caribeña, para ser eliminados por esta fórmula; no tiene el perdón de Dios.

Puello Herrera, aseguro que las limitaciones se deben a que el acuerdo con las Grandes Ligas (MLB) es de no pasar del ocho de febrero el evento; por lo cual la opción de dos partidos de desempate nunca iba a prosperar.

Nuevamente se evidencia la falta de compromiso de la Confederación con las ligas caribeñas, junto a lo ajustados torneos de cada liga, cuestión que deberán revisar en el futuro.

México el monarca del Caribe


Celebraron su campeonato ante Venezuela

Que tenían en común los equipos de Caribes de Anzoátegui, Yaquis de Ciudad Obregón, Toros del Este y Criollos de Caguas; pues tanto venezolanos, dominicanos y mexicanos iban a buscar su primer trofeo como campeones en este evento, ya que los boricuas tenían un trofeo que data desde los años 80; haciendo especial el evento para los restantes equipos.

Pues esa espera termino para los Yaquis que se unen a otros equipos que han obtenido el trofeo caribeño para el país azteca, y a pesar de que la celebración no fue hecha en el terreno de juego, se constato el trabajo de equipo que a pesar de no tener figuras de renombre, supieron administrar bien los encuentros, incluyendo el inaugural donde vencieron a los dominicanos en quince entradas.

El balance oficial de México en este evento se constato en par de victorias sobre República Dominicana y Venezuela, mientras que los boricuas los vencieron en los dos encuentros que realizaron; por lo cual, una jornada de desempate entre Puerto Rico y México hubiera sido un trago amargo para los aztecas que no pudieron imponerse a los de casa.

El quisqueyano Eddy Díaz, al frente de la selección mexicana supo realizar los cambios justos y sobreponerse de las lesiones de Iker Franco y Oscar Robles para llevarse el título.


Julio Franco no pudo dar la misma satisfacción a su afición

Caribes lucho hasta el final

No se puede negar que los monarcas venezolanos dieron su último aliento hasta el final, quedo en evidencia el desgaste de sus jugadores, el equipo jamás bateo como lo hicieron en el torneo local y en la final. Aunque los bates de Kroeger, Salazar, Chávez y Herrera no estaban, la representación que se llevó no deslució en el papel, pero se noto que algunos jugadores aún no tenían el timming ajustado.

Algo claro se debe señalar, el bateo no se produjo; eso quedo demostrado para los Caribes de Anzoátegui, no fue el mismo equipo que repartió batazos en la final ante Aragua, Alex Romero, Alexi Amarista, José Castillo, César Suárez, Eliézer Alfonzo, jamás se encontraron con el hit; se noto en el caso de Castillo y Suárez que son bateadores del primer lanzamiento y a sabiendas de que los contrarios lo sabían no hicieron los ajustes y se fueron con pitcheos malos; Niuman Romero demostró porque aún no es una estrella en las mayores, por falta de decisión en las jugadas de rutina. Sólo Luís Jiménez fue factor de alegría para la representación criolla, junto a Jackson Melian, Henry Rodríguez (único en el todos estrellas), Luís Núñez, Seth Etherton, Orber Moreno, Alex Herrera y Francisco Buttó.

El pollito único criollo en el All Star
A pesar de albergar una esperanza en la jornada final, Julio Franco no pudo dar ese aliciente a sus peloteros tal como lo hizo en la temporada regular y junto a los fallos arbitrales que perjudicaron a la tribu, se pudo haber llegado más lejos.

Pero la premisa es clara, si no bateas y fabricas carreras, corres el riesgo de perder, tal como sucedió en su ante penúltimo compromiso ante Puerto Rico que gracias a los boletos y no batear en el momento oportuno cayeron derrotados ante un equipo que nunca dio de hit para ganar el partido.

Será hasta la próxima cita en República Dominicana, aún sin escenario confirmado ya que La Romana no quedo ratificada como sede del clásico número 53, quedando ahora Santo Domingo o el mismo escenario a la espera de que la Confederación apruebe la sede.


@Adonisalejandro

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