Hay que tener en cuenta algo, el béisbol es un negocio y los peloteros lo saben, incluso si tu eres una institución dentro de la franquicia el trato a veces no es el bien deseado. Si no recordemos a Frank Thomas con los Medias Blancas de Chicago o Sammy Sosa con los Cachorros.
Edgardo Alfonzo emblema de los Navegantes del Magallanes es uno de esos casos, luego de dos temporadas con números inferiores, la gerencia del equipo turco le notifico que no estaba en sus planes que el “capitán” este en el roster y le ofrecieron el puesto de coach, situación donde aún no ha expresado si acepta o no.
La situación obedece debido al talento emergente del Magallanes, donde jóvenes como José Altuve, Johermyn Chávez y Francisco Martínez se abren paso.
Luís Blasini, gerente deportivo del barco, espera por la decisión del mirandino quien incluso señalo hace unos meses que pensaría la oferta de la gerencia naviera.
Alfonzo de 38 años está consciente de su situación, pero él aún asegura que desea jugar un año más en la pelota, por supuesto Magallanes es la primera opción, pero si no ocurre está dispuesto a irse a otra franquicia que le brinde su último deseo.
El pelotero ha asegurado que la organización le ha faltado el respeto, al no asegurarle ni siquiera un juego de despedida.
“Me dijeron que si el equipo clasificaba a la postemporada, pensarían hacerme un homenaje. De lo contrario, no. Eso es una falta de respeto”, acotó el capitán de la nave turca desde su hogar en Nueva York.
Hay que recordar que Magallanes en el pasado ha tenido esa misma situación con otros peloteros, incluido miembros del cuerpo técnico, tal es el caso de Gregorio Machado, a quien en varias ocasiones han cesanteado y vuelto a contratar, pese al trato que le han dado.
Lo cierto es que el béisbol romántico cesó, ahora el negocio es si tu rindes o si eres parte de una organización de grandes ligas, Alfonzo sabe que no tiene esos dos pormenores, pero a pesar de los registros que ha conseguido con el Magallanes, estos prefieren obviarlo y cerrarle las puertas sin un merecido homenaje.
La última palabra la tendrá Alfonzo…
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