jueves, 7 de febrero de 2013

A-Rod el gran mentiroso



En la temporada 2005, Barry Bonds se sometió a una operación en su rodilla limitando su actuación a solo 14 encuentros, siendo estos en el último mes de temporada regular. Ese año Bonds era vinculado como un posible consumidor de esteroides y muchos alegaron que esa “operación” era para que su cuerpo se limpiara de sustancias estupefacientes.

Aunque solo quedo en rumor esa anécdota, Barry finalmente fue hallado culpable de perjurio y enfrento un juicio por consumo de esteroides.

Hace cuatro años, Alex Rodríguez, confesó en un programa de televisión que se dopó entre los años 2001-2003, cuando el jugador perteneció a los Rangers de Texas. En ese entonces, el pelotero afirmó que la presión de los $250 millones de dólares que firmó fue detonante para caer en el consumo de hormonas de crecimiento humano (HGM, por sus siglas en inglés).

Hace una década atrás, Rodríguez fue considerado el jugador más completo del béisbol. Su confesión cayó como agua fría no sólo en sus seguidores, sino en el desarrollo de su carrera. Para muchos sus registros estaban manchados como los que tuvieron Bonds, McGwire, Palmeiro y compañía.

Aunque el capitulo pareció quedar atrás, Rodríguez nuevamente entra en el ojo del huracán. Hace una semana su nombre se vinculo a un posible consumo, cuando el periódico Miami New Times reveló el dato. La clínica anti envejecimiento en Miami, Biogénesis, propiedad del cubanoamericano Anthony Bosch, una versión de BALCO en el este de los Estados Unidos, habría suministrado hormonas a diferentes peloteros entre los que se destacan Manny Ramírez, Melky Cabrera, Bartolo Colón, Nelson Cruz, Gio González, Yasmandi Grandal, Jesús Montero y Francisco Cervelli.

Aunque Montero se mostró incrédulo por ver su nombre entre los clientes, Cervelli aseguró que busco asesoría en esa empresa para tratar una lesión en su pierna. El resto a excepción de González y Cruz han sido reincidentes por violar la política anti dopaje del béisbol.

Que aparezcan algunos peloteros reincidentes en el uso de sustancias prohibidas no sorprende, así como el de “nuevos” consumidores.

El nombre de Rodríguez es el que más llama la atención.

El informe detalla que Rodríguez recibió hormona de crecimiento humano, testosterona y esteroides anabólicos entre 2009 y 2012.

De hecho, Antony Bosch, jefe de la clínica, estuvo vinculado a Manny Ramírez cuando este fue suspendido en 2009. Bosch, nunca ha sido acusado por autoridades locales o federales.

Si la historia del New Times es cierta, y si los registros reportados en la clínica anti envejecimiento en Miami son correctos, y si Rodríguez en efecto compró HGH y otras sustancias para mejorar el rendimiento, este sería el punto final en la carrera de quien fuera considerado en su momento el jugador más completo del béisbol.

Ya Rodríguez se encuentra en una situación incierta con su organización. Los Yankees de Nueva York en vista del fracaso del pelotero en sus últimos tres años han buscado la manera de salir de su contrato.

Rodríguez se perderá la temporada 2013 por una operación de cadera y aún le restan por cancelar 114 millones de dólares de un contrato que firmó en 2008 que subió de 250 a 275 millones de dólares, contrato que lo convirtió en el pelotero mejor pagado en deporte alguno. Incluso la cifra ascendería a 300 millones, si Rodríguez superara las marcas de cuadrangulares de Babe Ruth, Hank Aaron y Barry Bonds.

Un jugoso contrato que hoy Nueva York ve como una inversión fallida.

Pero esto no es culpa de Rodríguez para el momento de la firma, el dominicano tenía una proyección histórica y Nueva York ávida de dinero adquirió a cuanto pelotero quiso por sumas exorbitantes.

La ausencia de A-Rod por toda la temporada recuerda el episodio de Bonds; ante una posible investigación, muchos aseguran que está operación cayó como anillo al dedo para que su cuerpo se limpiara de posibles rastros.

El pelotero ha negado dichos rumores aparecidos en el Miami New Times, incluso ya contrato un abogado para demostrar su inocencia.

Quizás sea hora de solapar un posible retiro. Sus números le garantizan un nicho en la inmortalidad. Aunque estará la duda de si lo hizo sin trampas.

Rodríguez sigue señalando que no ha consumido esteroides. Sus palabras recuerdan a Lance Armstrong quien fue acusado de doparse y aunque el ciclista enfrentó calumnias mientras demostró su inocencia, recibiendo incluso el apoyo de atletas y patrocinantes, cedió ante la presión y confesó que uso esteroides durante su etapa como múltiple campeón del tour de Francia.

La culpabilidad de Alex Rodríguez es tan clara como la confesión de Armstrong. Depende de él confesarlo o no.

Pero Rodríguez quiere evitar un escándalo en su carrera y culminar su contrato con los Yankees, a quien ha acusado de querer torpedear su carrera para salir del contrato que firmaron.

Es hora de que el béisbol castigue severamente a los reincidentes.

Es obvio que las suspensiones de 50 o 100 encuentros no hacen mella en los peloteros. Ryan Braun, jugador Más Valioso de la Liga Nacional hace par de campañas salió en un informe positivo por uso de HGH, aunque un jurado determino que no hubo indicios de tal consumo, Braun quedo con una mancha que impidió que obtuviese su segundo MVP el año pasado.

Su nombre volvió a aparecer en el laboratorio Biogénesis, y el pelotero se mostró dispuesto a ser investigado, a fin de demostrar su inocencia.

El béisbol comienza a perder credibilidad. Los acusados de consumidores son latinos en su mayoría. Solo pocos peloteros estadounidenses han sido vinculados a hormonas de crecimiento, entre los que figuran Mark McGwire, Barry Bonds y Roger Clemens, es evidente que se sigan haciendo más pruebas.

Manny Ramírez arrojo dos veces positivos y el pelotero no afronto una segunda suspensión, decidió retirarse y volvió; las mayores decidieron rebajar su suspensión a 50 encuentros y aún así no recibió el ascenso por parte de los Atléticos de Oakland, equipo que tomo sus servicios.

Hoy se encuentra esperando una oferta para volver al béisbol.

Fue en 2004, cuando las Grandes Ligas pusieron en ejecución las pruebas antidopaje, ya han transcurrido nueve años y el sistema sigue presentando fallas y huecos que nunca le permitirá dar la credibilidad a los posibles casos.

Melky Cabrera fue un claro ejemplo de cómo el sistema puede ser burlado.

La novela entre los Yankees y Rodríguez tiene vieja data, la organización paga las consecuencias de sus firmas onerosas. Este incidente puede ser el detonante para que Nueva York salga del pelotero, pero quizás la salida traiga como consecuencia que desembolsen dinero de por medio.

Es posible que los Yankees vayan detrás de él para tratar de extraerle el mayor alivio financiero  posible por el dinero que todavía le deben. Es posible que la carrera de Rodríguez en Nueva York haya terminado con esas horribles actuaciones en postemporada ante los Orioles y los Tigres. Es posible que otros equipos tampoco lo quieran, de la misma manera que han rechazado a Manny Ramírez.

Solo Rodríguez tendrá la última palabra.

@beisboladentro.

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