Venezolanos
en el spring training
Otrora prospecto de los Yankees de Nueva York, Jesús
Montero ha tenido una deuda con el béisbol. Su despegue como pelotero no ha
llegado, Se pensó que tras su salida de la mítica organización a rayas, sería
parte del futuro que la gerencia de los Marineros de Seattle estaba
construyendo, pero la verdad es otra, tras problemas ofensivos y extra
deportivos, el carabobeño perdió su estatus en una organización que no lo ve
dentro de sus planes.
Tras dos campañas discretas que incluyeron un viaje a
ligas menores y dos suspensiones (una por el caso Biogénesis y otra por una
riña), el venezolano llegó al campo primaveral de los nautas con 40 libras
menos (18 kilos) y listo para buscar una posición en el equipo grande.
Para los ejecutivos de Seattle, la noticia es
particularmente buena, ellos esperan que Montero responda como el pelotero
Grande Liga que estaba llamado a ser; y aunque el equipo se reforzó en los dos
últimos años, el venezolano espera convencer con su trabajo que está listo para
asumir nuevamente el reto.
La maduración del criollo ha sido parte de esa
transformación, se ha mostrado arrepentido de sus errores y ha mostrado
numerosas disculpas y agradecimientos que quería expresar, fortaleciéndose a sí
mismo, lo que le permite ganar confianza para competir por un puesto en el
roster de 25.
Las dos últimas temporadas han sido difíciles para el
venezolano de 25 años. En 2013, cumplió una suspensión de 50 juegos, derivada
del escándalo de dopaje en la clínica Biogénesis, y se sometió a una cirugía en
la rodilla izquierda.
Y cerca del final de la campaña anterior, su buen
desempeño en la sucursal de la Triple A en Tacoma se vio cortado en forma
abrupta. Montero fue suspendido por involucrarse en un pleito durante un
encuentro de la Clase A en Boise.
El receptor estaba en un programa de recuperación en las
instalaciones de los Marineros en Everett cuando ocurrió aquella confrontación
con un ex cazador de talentos, a la vista de muchos fanáticos. El episodio
representó una vergüenza para la organización.
Convertido en inicialista, el venezolano se ha visto muy
ágil en la custodia del primer cojín y su bate está a tono, dejando gratas
impresiones en el cuerpo técnico.
La adquisición de Nelson Cruz, quien se desempeñara como
designado deja a Montero en disposición de competir por ser el suplente del
inicialista Logan Morrison, además de Rickie Weeks, quien firmó hace poco con
los nautas y se perfila a ser el utility del club.
Jack Zduriencik, gerente general de Seattle, aún tiene
confianza de lo que Montero puede hacer, él fue el responsable de traerlo al
equipo y espera que este responda a esa confianza. La pasada temporada conectó
para 286 con 16 jonrones y 74 producidas en 97 juegos con el Tacoma.
Esta podría ser la última oportunidad de Montero de
convencer al equipo, su contrato expira al cierre de esta campaña, ya no tiene
el estatus de prospecto y con varios inicialista grandes en diferentes equipos,
necesita demostrar que puede ser un jugador de todos los días.
La frase
“Fue sorprendente, pero no tanto, simplemente porque estábamos preparados para ver los resultados de las preparación dura que siguió. Todos decían que él estaba verdaderamente comprometido, como no lo habían visto en mucho tiempo”. Jack Zduriencik, gerente general de los Marineros de Seattle.
@beisboladentro
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