“Asumo la responsabilidad completa por
mis errores que llevaron a mi suspensión durante la temporada 2014… lamento que
mis acciones hayan hecho la situación peor que lo que debía. A las Grandes
Ligas, a los Yankees, a la familia Steinbrenner, a la Asociación de Jugadores,
y a ustedes, los fanáticos, solo les puedo decir que lo siento”.
Estas
líneas corresponden a la carta que Alex Rodríguez hizo llegar a los medios de
comunicación, disculpándose por haber violado el programa antidopaje de las
Grandes Ligas.
El
pelotero espera hacer borrón y cuenta nueva tras un tumultuoso proceso en el que amenazó con demandar al ex
comisionado Bud Selig, la organización de Nueva York, al médico del equipo, al
sindicato de peloteros y hasta las Grandes Ligas por querer difamar su carrera.
Aunque al final confeso el uso de sustancias prohibidas a la agencia antidroga
de Estados Unidos (DEA), Rodríguez quedó como un mentiroso patológico en el
cual cualquier palabra simplemente sería cuestionada por no ser consecuente en
sus declaraciones.
Por
medio de la carta, Rodríguez busca ser absuelto de los errores cometidos en el
pasado, pero la verdad es que apenas el proceso inicia cuando el próximo sábado
se reintegre a los entrenamientos de la mítica organización a rayas.
El
pelotero viene de ser suspendido por toda la temporada 2014 (162 juegos),
después de lograr que un juez le redujera la sentencia de 211 encuentros, la
mayor cantidad en la historia de este deporte.
En
2013, la oficina del comisionado de las Grandes Ligas, suspendió a 13
jugadores, incluyendo Rodríguez, como resultado del testimonio de Anthony Bosch
en la investigación del escándalo Biogénesis. Un 14° pelotero, Ryan Braun,
negocio una suspensión por 65 encuentros antes que concluyeran las
averiguaciones.
Todos
los sancionados aceptaron sus condenas, excepto A-Rod, quien procedió a
demandar a Grandes Ligas, al comisionado Bud Selig, a los Yankees, al doctor
del equipo, a un hospital de Manhattan y al sindicato de jugadores. Un nuevo
récord deportivo en materia legal.
Las
relaciones con la organización están rotas y por más que los Yankees quisieran
terminar sus relaciones con Rodríguez, quien cumplirá 40 años en julio y
solamente ha jugado 166 partidos desde 2012, los Yankees están amarrados al
pelotero por tres años más y tendrán que pagarle $61 millones de dólares hasta
el 30 de septiembre de 2017, sin contar con otros posibles cheques gordos por registros
históricos.
Se
encuentra a 81 hits de los 3.000, a seis vuelacercas de igualar a Willie Mays
en el cuarto lugar en la historia y a 31 remolcadas de llegar a las 2.000.
Cada
uno de esos registros aunado a los cuadrangulares que logré este año vendrá con
un jugoso bono estipulado en la extensión de contrato firmado hace siete años
atrás, y que hoy tiene a la organización pagando caro su error.
Tareas pendientes
Convencer
al cuerpo técnico de los Yankees de Nueva York de que está al tope de sus
condiciones, será una de las tareas que tendrá A-Rod en esta postemporada.
El
último encuentro que disputo el antesalista fue el 13 de septiembre de 2013,
desde entonces, se enfocó en rehabilitarse y competir por el puesto cinco con
Chase Headley, quien se perfila como el titular de esa posición.
Los
reportes señalan que Rodríguez en principio sería bateador designado, y deberá
demostrar durante el spring training que su cadera responde a los rigores del
juego para cubrir con eficiencia la tercera base esporádicamente. El mánager
Joe Girardi, dijo días atrás que considera usar al pelotero como una opción para
defender la inicial.
Queda
ver si Rodríguez vuelve a recuperar el esplendor de lo que alguna vez fue ser
considerado el jugador más completo de este deporte, mientras tanto, las
conjeturas acerca de su condición física y su reincidencia a sustancias prohibidas
lo mantendrá como foco de los medios, en una temporada que promete mostrar
varios episodios de A-Rod.
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