En 1995, los Yankees de Nueva York, rompían una racha
de 14 temporadas sin asistir a una postemporada. Para los medios de Nueva York,
la atención se centro en Don Mattingly, quien hacía su debut en estos eventos.
Mattingly, que contaba con 34 años, debuto en 1982, un
año después que los Yankees cayeran en la Serie Mundial ante los Dodgers de Los
Ángeles.
Desde entonces, el elenco a rayas jamás supo lo que era
acceder a una postemporada.
El sueño de Mattingly y los Yankees de llegar a la
Serie Mundial se esfumó cuando los Marineros de Seattle los eliminaron en cinco
compromisos, en las instauradas Series Divisionales de esa temporada.
Al final el inicialista optó por el retiro después que
la organización decidiera no renovarle su contrato.
Mientras Nueva York despedía a su pelotero insignia de una forma poco convencional; dentro del roster del club había cuatro jóvenes promesas que se convertirían en corto tiempo en las nuevas caras de la mítica franquicia.
Mientras Nueva York despedía a su pelotero insignia de una forma poco convencional; dentro del roster del club había cuatro jóvenes promesas que se convertirían en corto tiempo en las nuevas caras de la mítica franquicia.
Se trata de Derek Jeter, Mariano Rivera, Jorge Posada y
Andy Pettitte, quienes fueron integrantes de los cinco gallardetes que
consiguió el elenco neoyorquino entre 1996 y 2009.
Ningún equipo que se ha coronado campeón en un periodo
similar, ha contado con el mismo núcleo de peloteros en su roster.
La dinastía Yankee inició en 1995, con este cuarteto. Fueron eliminados ese año por los Marineros de Seattle en la primera ronda de postemporada. |
Fue la generación dorada. Una generación que no ha
vuelto a florecer en una divisa que ha dependido en los últimos años de
contratos onerosos, sacrificando piezas importantes de su ya golpeado sistema
de ligas menores.
Fueron ellos quienes dieron inicio a la dinastía Yankee a finales de los años noventa.
Mientras este cuarteto comenzaba a escribir sus carreras, los Yankees fueron brindándole al mismo tiempo oportunidad a otros jóvenes como D´Angelo Jiménez, Russ Davis, Mike Lowell, Andy Fox, Rubén Rivera, Ramiro Mendoza, Homer Bush, Ricky Ledee, Shane Spencer, Alfonso Soriano, Ed Yarnall y Ted Lilly, algunos de ellos lograron éxitos, otros se quedaron en el camino; lo cierto es que ninguno de ellos lograron en tan corto tiempo los registros de Jeter, Posada, Rivera o Pettitte.
Ellos tomaron el testigo de otras leyendas del equipo, y se convirtieron en modelos a seguir por sus propios compañeros.
Fueron ellos quienes dieron inicio a la dinastía Yankee a finales de los años noventa.
Mientras este cuarteto comenzaba a escribir sus carreras, los Yankees fueron brindándole al mismo tiempo oportunidad a otros jóvenes como D´Angelo Jiménez, Russ Davis, Mike Lowell, Andy Fox, Rubén Rivera, Ramiro Mendoza, Homer Bush, Ricky Ledee, Shane Spencer, Alfonso Soriano, Ed Yarnall y Ted Lilly, algunos de ellos lograron éxitos, otros se quedaron en el camino; lo cierto es que ninguno de ellos lograron en tan corto tiempo los registros de Jeter, Posada, Rivera o Pettitte.
Ellos tomaron el testigo de otras leyendas del equipo, y se convirtieron en modelos a seguir por sus propios compañeros.
Jorge Posada fue el primero en decir adiós en la
temporada 2011.
Esta temporada Mariano Rivera y Andy Pettitte se
despedirán.
Solo quedara Derek Jeter y cuando éste decida
retirarse, los recuerdos de aquellos títulos serán grandes anécdotas para las
siguientes generaciones.
Un receptor entre los
grandes
Thurman Munson es considerado el mejor receptor en la
historia de la organización.
Y fue este el modelo a seguir para Jorge Posada, quien recordó
al mítico receptor que falleció en un accidente aéreo en 1979.
Cinco títulos de Serie Mundial, cinco Juegos de
Estrellas, cinco Bates de Plata y un tercer puesto al premio MVP en 2003, son
parte de sus pergaminos en 17 temporadas con Nueva York.
Se retiro en 2011, luego de conocer que la organización
no lo tenía en sus planes para la venidera campaña, y aunque recibió propuestas
para continuar jugando, el boricua prefirió decir adiós con aquella mítica
frase que inmortalizó Joe DiMaggio.
“Le agradezco al buen Dios por haberme hecho un Yankee”.
Posada fue el primero en decir adiós en 2011 |
Con 40 años, Posada fue el primero del cuarteto de la
suerte en decir adiós. Calificó su experiencia con los Yankees diciendo que la
misma “no tiene precio”
Dejo promedio de 273 con 275 jonrones y 1.065
remolcadas en 1.829 juegos.
Es uno de los cinco receptores en la historia con 1.500
imparables, 350 dobles, 275 jonrones y 1.000 remolcadas. Está al lado de Johnny
Bench, Gary Carter, Carlton Fisk e Iván Rodríguez.
Junto a Bench son los únicos
del grupo en jugar con una sola organización.
Sus 275 vuelacercas lo ubican octavo en la historia del
club.
El mejor relevista de la
historia
El año pasado una lesión en la rodilla derecha que le
hizo perder la temporada completa, pospuso su retiro para esta temporada.
Aunque en principio se pensó lo peor, Mariano Rivera
retornó por la puerta grande y ha demostrado que a pesar de tener 43 años, su
repertorio se mantiene intacto como aquel joven que debutó a los 25 años con la
organización del Bronx.
Al ritmo de Enter
Sandman de Metallica, Mariano Rivera nuevamente luce su número 42 en los
últimos episodios para ayudar a preservar los triunfos de su club.
Pocos recuerdan que hace 19 temporadas, el actual líder
en salvados de todos los tiempos, se abría paso en la organización a rayas como
un abridor más.
Azares del destino permitieron al cuerpo técnico mover
al panameño a funciones de relevo. El resultado, más que conocido por todos,
catapulta a Rivera como el mejor relevista en la historia de este deporte.
Rivera fue homenajeado en el Juego de Estrellas de este año. No salvó pero se llevó un sonoro reconocimiento del Citi Field de Nueva York |
Un 12 veces “All-Star”, Rivera no quería que su carrera
terminará por una lesión. Así como infundió miedo en sus rivales, hoy es
testigo de los múltiples homenajes que recibe en cada parada que su club hace
por las distintas ciudades.
El homenaje más grande será el que reciba en el Yankee
Stadium este domingo, último día de temporada regular en el Bronx, un homenaje
que de seguro hará que suelte algunas lágrimas que ni siquiera los múltiples
logros alcanzados en su dilatada carrera han logrado.
Aunque en su mente está cerrar con un anillo de Serie
Mundial, Rivera sólo disfruta del momento.
El astro canalero ha tenido una actuación espectacular
en playoff con los Yankees, al ayudar a ganar cinco Series Mundiales con 42
rescates y un excelente promedio de efectividad de 0.70 en 141 episodios en 96
partidos en estas fases.
En 1999 fue declarado el Jugador Más Valioso de la
Serie Mundial, mientras que en 2003 se llevó los mismos honores en la Serie de
Campeonato de la Liga Americana.
El panameño no ha salvado menos de 28 juegos en cada
una de las últimas quince temporadas.
Ha sido líder en rescates en tres ocasiones, dos de
ellas con 50 o más salvadas.
Sin contar los números del viernes 20 de septiembre,
Rivera presenta registro de 82-60 con 2.22 de efectividad. Su actuación lo
catapulta con sólidos argumentos para ser entronizado en cinco años al Salón de
la Fama, lugar al que pocos relevistas han podido llegar.
Su labor humana dentro y fuera del terreno le ha
permitido recibir elogios de sus compañeros y rivales. Rivera se posiciona como
un autentico candidato a ser exaltado al Salón de la Fama de forma unánime,
algo que ni Babe Ruth, Ty Cobb, Nolan Ryan, Willie Mays, Hank Aaron o Cal
Ripken han podido alcanzar.
Los 652 rescates que lleva, hacen de la marca una meta
difícil de alcanzar, uniéndose a los 56 juegos consecutivos de Joe DiMaggio
dando de hit, los 4.256 imparables de Pete Rose, los 7 juegos sin hits de Nolan
Ryan o las 511 victorias de Cy Young.
En cuatro ocasiones ha concluido entre los tres
primeros al premio Cy Young.
Esta temporada se despedirá y su ida ha creado un
difícil panorama en la organización. No hay un sustituto para emular o
acercarse a lo realizado por el lanzador nacido en Panamá.
Rivera ve como los días se acortan y sabe que los
Yankees rezan porque cambie de parecer. Ya ha sido enfático y nada lo hará
cambiar de parecer.
Ya probó un poco del homenaje de Nueva York, cuando fue
vitoreado en el Juego de Estrellas, era la casa de los Mets, pero era como si
lanzara en el Yankee Stadium.
Por lo pronto disfruta de los regalos originales que ha
recibido de sus rivales.
Jeter, Posada, Pettitte y Rivera celebraron en grande el quinto título de Nueva York en 2009 |
Una tabla de surf que le regalaron los Atléticos de
Oakland, un disco de oro enmarcado con la canción Enter Sandman de Metallica,
cinco bicicletas de paseo para su familia que le entregó los Padres de San
Diego, una mecedora armada con bates rotos que provocaron sus lanzamientos por
parte de los Mellizos de Minnesota, a la que apodaron “la mecedora de los
sueños rotos”, replicas del Fenway Park por parte de los Medias Rojas de
Boston, o dinero para su fundación, son parte del reconocimiento a su carrera.
Cuando la temporada regular expire, el número 42 dejará
los terrenos, el último número que queda en las Grandes Ligas. Número que fue
retirado de todos los equipos en homenaje a Jackie Robinson, quien rompió la
barrera racial en los años 50. Número que Rivera exhibió con mucho orgullo por
permiso de las Grandes Ligas.
Hoy, somos testigos de ver al más grande lanzador
retirarse como los grandes.
Un zurdo excepcional
Con 41 años, Andy Pettitte decidió que era hora de
decir adiós al deporte que tanto ama.
Lejos de aquellas diatribas que tenía de jugar o no,
Pettitte aseguro que ya su cuerpo está agotado, física y mentalmente.
“Llegué a un punto en el que dejé en el terreno todo lo
que tenía”, dijo Pettitte en el comunicado que se difundió está semana, en la
cual señalo su retiro.
Ha jugado 18 temporadas en las Grandes Ligas, quince de ellas con Nueva York. |
En 2010, se retiro de los terrenos, pero un año después
volvió por amor al deporte. Ahora al igual que Mariano Rivera se prepara para
recibir un homenaje este domingo, día en el cual abrirá el partido ante los
Gigantes de San Francisco, teniendo como mejor escenario al Yankee Stadium.
Pero quizás el momento más especial lo viva el último
día de campaña regular, cuando lance ante los Astros en Houston, su ciudad
natal y en la cual lanzó para los siderales entre 2004 y 2006.
En el comunicado que se difundió esta semana, Pettitte
afirmó que contuvo sus deseos de anunciar su retiro para no restarle atención a
Mariano Rivera que recibirá un merecido homenaje el domingo ante su público.
Pero el legado de Pettitte en Nueva York es también de exitoso como el de
Rivera.
Fueron quince años de muchos éxitos.
De por vida presenta marca de 255-152 con 3.86 de
efectividad en 519 aperturas. Tiene 19 victorias en 44 aperturas en los
playoff, cifras que representan un récord para el béisbol, cifras que quizás no
logren abultarse si los Yankees quedan fuera de la postemporada.
Elegido a tres Juegos de Estrellas, conquistó cinco
Series Mundiales y siete títulos de la Liga Americana. Fue el Jugador Más
Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2011, y es el líder
histórico del equipo con 2.009 abanicados.
Pettitte supo sobreponerse al escándalo de dopaje al
que fue vinculado y siguió demostrando que sus registros son una opción para
ser exaltado al Salón de la Fama.
El lanzador aseguró que anunció su retiro antes que
termine la campaña en agradecimiento a los fanáticos que lo apoyaron durante su
carrera.
El más grande de todos
Con el retiro de Rivera y Pettitte, Derek Jeter será el
último sobreviviente del título de Serie Mundial conseguido en 1996.
Aquejado por varias lesiones, Jeter, apenas ha jugado
17 partidos esta temporada en la cual culmina su contrato.
Es un hecho que recibirá una extensión en la que
pudiera ser la última campaña de su dilatada carrera de 19 temporadas. Cinco
anillos de Serie Mundial, cinco Guantes de Oro, 13 Juegos de Estrellas, cinco
Bates de Plata, un premio Novato del Año, Más Valioso de la Serie Mundial del
año 2000 y MVP del Juego de Estrellas de ese año, son algunos de los pergaminos
que Jeter posee.
Jeter se encuentra entre los grandes bateadores en la historia de la organización |
Si a eso le sumamos que es el primer jugador de los
Yankees de Nueva York con 3.000 hits, Jeter camina seguro al Salón de la Fama, una
vez decida colgar el guante.
Quizás sea junto a Rivera candidato sólido a lograr la
unanimidad en el recinto de los inmortales, quien sabe, su carrera ha sido
modelo para muchos y ha sido lo más puro que representa el béisbol para los
estadounidenses.
Jeter se ha ganado con pulso su lugar dentro de la
organización a rayas. Su nombre figura al lado de Ruth, Maris, Mantle,
DiMaggio, Berra y Gehrig, es una autentica leyenda y no sería descabellado
pensar que su número 2 será retirado dentro de la organización.
Aunque su legado continúa escribiéndose, Jeter sabe que
su tiempo de juego en el campocorto se verá disminuido. Tendrá 40 años la
próxima temporada y es el único campocorto con más de 2.500 juegos en una
posición.
Aceptara jugar como designado o cambiará de posición.
Esas son las interrogantes acerca del futuro de Jeter para la próxima
temporada. Jamás se ha desempeñado en otra posición que no sea campocorto,
aunque sus cualidades atléticas siguen intactas, Jeter deberá probar que los
años no pasan en vano.
Sólo él decidirá si el 2014 será su último año como
profesional.
Para cuando anuncie la noticia, Jeter cerrará un ciclo.
Con su retiro se pondrá fin a la generación dorada de
los Yankees de Nueva York, franquicia que no vislumbra una generación tan
exitosa como la que vivió Jeter, Rivera, Posada o Pettitte.
Quien quita y ambos se reencuentren dentro de unos años
en Cooperstown.
@beisboladentro
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