Foto: lasmayores.com |
La primera
temporada de Ender Inciarte con los Bravos de Atlanta puede
considerarse un éxito a nivel individual. Tras pasar a las filas de Atlanta en
el canje que envió al abridor Shelby Miller a los Diamondbacks en diciembre del
2015, el jardinero venezolano finalizó con promedio de .291 y ganó su primer
Guante de Oro el año pasado.
Tan
impresionados quedaron los Bravos con dicha actuación de Inciarte que durante
el receso de temporada le dieron un contrato de cinco años valorado en US$30.5
millones.
Fue en la
segunda mitad del 2016 que Inciarte más se destacó, ya que bateó .341 después
de la pausa del Juego de Estrellas. En comparación, ha tenido un comienzo flojo
este año. Aunque ya lleva cuatro jonrones- no se ha volado la cerca más de seis
veces en una campaña desde que debutó en Grandes Ligas en el 2014 - el
guardabosque llegó al miércoles con promedio de .208 en 18 partidos.
No obstante,
el manager de los Bravos, Brian Snitker, no se alarma ante la escasa producción
de su primer bate.
"No creo
que hubiese podido duplicar [su desempeño en la segunda mitad del 2016] durante
162 juegos, porque fue demasiado bueno", dijo el capataz acerca de
Inciarte.
La
tranquilidad de Snitker se debe en parte a lo valioso que es Inciarte con el
guante. En el 2016, el oriundo de Maracaibo finalizó en el segundo lugar entre
los jardineros centrales de la Liga Nacional, detrás de Billy
Hamilton de los Rojos, con
UZR (estadística avanzada que mide el aporte de un jugador a la hora de evitar
carreras en relación al promedio de su posición) de 11.6. Inciarte también
terminó en el segundo lugar del viejo circuito detrás de Hamilton con 13
carreras evitadas con el guante (DRS, por sus siglas en inglés).
Inciarte no ha
cometido error defensivo alguno esta temporada y suma apenas 15 pifias en 400 partidos de por vida como ligamayorista.
"Te puede
ganar juegos tanto con su defensa como con el bate", dijo Snitker acerca
de Inciarte. "Su guante, las rutas. Su brazo es un arma. Es capaz de hacer
muchas cosas para ayudarte a ganar un juego".
De su parte,
Inciarte tampoco se deja desesperar por los números ofensivos. Incluso señala
que aprendió mucho de su primera temporada en Atlanta, en la que bateó apenas
.224 y disputó solamente 59 compromisos en la primera mitad por un tirón en la
corva izquierda antes de encenderse.
"Todos
los días son diferentes. Uno siempre tiene que salir a competir y tratar de
hacer lo mejor posible", dijo Inciarte. "A veces los resultados no se
pueden controlar. El año pasado yo tuve mucho que aprender con el inicio que
tuve y sé que las cosas van a ir mejorando poco a poco".
Con 400 juegos
en su carrera de cuatro temporadas como ligamayorista, Inciarte puede sentirse
bendecido de cumplir con varias metas. Ser considerado un jardinero élite y
tener un Guante de Oro en sus vitrinas. Ahora las expectativas son más altas
para el jugador reserva de las Águilas del Zulia en Venezuela.
@beisboladentro
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