Estos fueron los hechos, luego de conseguir su décima primera victoria en los últimos doce encuentros, y colocarse un juego por encima de los 500, este jueves 23 de junio, Jim Riggleman quiso jugar agresivo con la gerencia de los Nacionales de Washington, al exigirle una renegociación de su contrato que finaliza al concluir la temporada.
“Si no ejerces la opción de mi contrato, no me voy a montar en el autobús del equipo tras el juego de hoy”, señalo Riggleman al gerente general de los Nacionales, Mike Rizzo.
Al final cumplió su palabra, Riggleman no midió sus consecuencias y no pensó en el equipo que en estos momentos atraviesa una racha positiva, encontrándose en el tercer lugar de la División Este de la Liga Nacional, a nueve juegos de los Filis de Filadelfia.
Riggleman esta vez no jugó con el librito de los managers, actuó como un jugador rebelde que quiso imponer sus exigencias.
En tres años como manager de los Nacionales, Riggleman tiene registro de 140-172, mientras que en doce años como manager su registro global es de 662-824 al frente de cuatro divisas.
No fue un manager ganador, quizás por qué le toco equipos débiles en el papel. Pero no se puede negar que Riggleman fue trabajador en su paso por Washington al darle oportunidad a Mike Morse de jugar a diario, le dio la titularidad a Wilson Ramos por encima de Iván Rodríguez en la receptoría, movió a Jayson Werth al primer puesto, dando resultados positivos; quizás la gerencia podría haberle ofrecido un año más de contrato o dos al finalizar la campaña, pero Riggleman no supo mover bien sus piezas y quizás se despidió para siempre de las Grandes Ligas por su actitud altanera.
Se convirtió en el segundo manager en renunciar a su cargo, cuatro días antes Edwin Rodríguez dejó su puesto al frente de los Marlins de Florida; y es el tercero que deja su puesto en la campaña 2011, situación que inició este mes Bob Geren con Oakland.
No pensó en el equipo
Una de las normativas que tienen los equipos de Grandes Ligas es dejar al lado los motivos personales, pues como equipos son uno y siempre se deben pensar primero en la divisa y luego en sus protagonistas.
Riggleman no lo vio así, los managers a diferencia de los peloteros son firmados durante la temporada muerta de las mayores, dependiendo del éxito e impacto que han tenido, algunos de ellos consigue contratos jugosos.
“No soy un Casey Stengel, obviamente no soy el tipo de personas que ellos quieren a lo largo del camino; no volveré a firmar acuerdos de una temporada como manager”. Quizás Riggleman no sabía cuál era los planes de Washington con él, los resultados de esta temporada pudieron haberlo colocado en un contrato atractivo que el quizás no vio por cegarse ante motivos personales.
“Me gusta este lugar, y lo voy a extrañar mucho. Pero mi contrato es de un solo año y tengo que pensar en mi futuro”, dijo.
En declaraciones a los medios, el gerente general Mike Rizzo aseguro sentirse decepcionado por cómo sucedieron las cosas, “No era el momento apropiado para tomar la opción de manera tan apresurada, espero que esto no sea una distracción para el equipo, me decepciona que haya pensado primero en objetivos personales que en el equipo”.
Por lo pronto, John McLaren asumirá el mando de manera interina a los Nacionales hasta que el equipo busque un manager. McLaren quien era coach de banca del equipo, fue manager en las mayores con Seattle entre 2007 y 2008, dejando marca de 68-88.
@beisboladentro
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