“Hay una falla epidémica dentro del
juego. No entienden lo que está pasando. Y eso hace que la gente que maneja
equipos de grandes ligas evalúe mal a los jugadores y administre mal a sus
equipos… La gente que dirige equipos piensa en términos de comprar jugadores.
La meta no debe ser comprar jugadores sino comprar victorias. Y para comprar
victorias, necesitas comprar carreras”.
Esa
frase pertenece a la película Moneyball,
donde se retrata la filosofía adoptada por Billy Beane, gerente general de los
Atléticos de Oakland, para ganar juegos a través de la sabermetría.
Si
aplicamos dicha oración a la temporada que están viviendo los Atléticos, entonces
las cosas no salieron bien planificadas para Beane. Cuesta creer que un equipo
que ostentaba la mejor marca de las Grandes Ligas para el 15 de agosto, haya
perdido desde entonces, su ventaja divisional y corra el riesgo de quedarse
fuera de los playoff.
Lesiones,
mala suerte, malas rachas… muchas razones para el colapso de Oakland, que tras
adquirir a mediados de julio a Jon Lester, Jeff Samardzija, Jason Hammel y
Jonny Gomes, no consiguieron la fórmula para mantenerse ganando y han jugado
para 11-20 en los últimos 31 encuentros.
Si
bien los californianos tienen uno de los cupos de comodín, la ventaja de juego
y medio que tienen sobre Reales de Kansas City y Marineros de Seattle, representa
una dura amenaza ya que Oakland actualmente cosecha siete derrotas en los
últimos diez encuentros, repentinamente están en peligro de ni siquiera
clasificarse como uno de los comodines.
¿Qué
ocurrió aquí y por qué?, hay bastantes razones para el colapso, una de ellas la
pérdida de Yoenis Céspedes, quien fue enviado a los Medias Rojas de Boston a
cambio de Lester y Gomes. El peso que representaba el cubano en la alineación
de los elefantes no ha sido llenado ni por Gomes ni por Adam Dunn, quien llegó
a mediados de agosto. Desde el cambio Oakland ha anotado cuatro o más carreras
solamente en 16 ocasiones, mientras Céspedes estuvo en la alineación, los
Atléticos anotaron en 67 ocasiones cuatro o más carreras. Esto representa un
duro descenso en las aspiraciones californianas, Céspedes era el motor de una
ofensiva que respalda con creces a sus compañeros, quienes se vieron afectados
tras su salida.
La salida de Céspedes ha dejado un hueco profundo en la ofensiva de los Atléticos |
Agosto
fue un calvario para varios jugadores estelares, Jed Lowrie, John Jaso y Coco
Crisp se vieron afectados por lesiones, alejándolos por varios días de la alineación. Brandon Moss promedio 169,
sin jonrones y cuatro remolcadas. Derek Norris (202, 2 y 9) y Alberto Callaspo (209,
1 y 6).
Cambiar
a Céspedes ciertamente no ayudó, pero tener a seis titulares lesionados o
hundidos en un bache los ha mermado aún más. Añadan el hecho de que los
Atléticos han tenido un enorme hueco en la segunda base toda la temporada, con
Callaspo, Nick Punto y Eric Sogard, quienes se han combinado para un 74 de
wRC+.
Ni
el buen momento ofensivo de Josh Donaldson ha incidido en un repunte para los
elefantes.
Tampoco
podemos menospreciar el hecho que Céspedes tampoco ha marcado mucha diferencia
en Boston, pero su presencia en Oakland hubiera dado cierta estabilidad por el
nivel que exhibían durante la campaña regular.
La
contraparte es que Beane considero hacer movimientos claves para darle mayor
profundidad a su rotación en la parte final de la temporada. La adquisición de
Lester, Samardzija y Hammel les dio respiro a Sonny Gray, Jesse Chávez, Scott
Kazmir y Tommy Milone, quienes lanzaron admirablemente en la primera mitad de
la temporada.
Gray
y Milone estaban en su segunda campaña en las mayores, Chávez tenía solamente
dos aperturas en su carrera y Kazmir había lanzado solamente 160 episodios
desde 2007.
La
jugada no salió mal después de todo, el cuarteto presentó problemas en agosto y
algunas inconsistencias que derivo en algunos movimientos para el último mes de
temporada.
Lester
se ha erigido como el bastión de la rotación y no ha defraudado en sus diez
aperturas. Presenta registro de 6-3 con 2.20 de efectividad, ha permitido 17
carreras en 69.2 episodios de labor.
Si
bien Oakland ha navegado contra la corriente, la competencia en el Oeste de la
Liga Americana ha jugado de forma fenomenal. Desde el 31 de julio, los
Angelinos han jugado para 31-16 y los Marineros presentan 27-18, fecha en la
que los Atléticos comenzaron su desplome.
El
lunes se jugará la última semana de temporada regular, Oakland jugará siete
encuentros consecutivos de los cuales tres serán ante los Angelinos y cuatro
ante los Rangers de Texas. Los Atléticos dependen de ellos mismos, han pasado
de ser un favorito a ganar la Serie Mundial a estar rodeados de mucha
incertidumbre para los playoff.
De
manera que, todo esto se resume a las últimas frases de la película Moneyball.
“Si cualquier otro equipo gana, lo
felicito. Tomarán champaña, les darán sus anillos. Pero si nosotros ganamos con
nuestro presupuesto, con este equipo habremos cambiado el juego. Y eso es lo
que quiero. Quiero que signifique algo”.
“Billy sigue tratando de ganar el último
juego de la temporada”.
El dato
73-49 era el registro de Oakland para el 15 de agosto; ese día cayeron ante los Bravos de Atlanta, siendo su tercera derrota consecutiva.
@beisboladentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario