miércoles, 5 de enero de 2011

Alomar se baña de inmortal….


El año pasado vivió el amargo de no ser electo
Aún queda en la memoria aquel 6 de enero de 2010, cuando el puertorriqueño Roberto Alomar quedo a escasos ocho votos para su entronización.

Muchos alegaron que no merecía la exaltación en su primer año, debido a aquel incidente donde escupió al árbitro John Hirschbeck; otros alegaron que debido a la falta de “buenos candidatos” en 2011, era preferible dejar al latinoamericano para la siguiente elección.

En fin, llego el 2011 y la votación fue dada a conocer por el presidente del Salón de la Fama, quien en un claro español anunció “Roberto Alomar, bienvenido a Cooperstown”. El boricua obtuvo el 90% de los votos, gracias a 523 votantes que reafirmaron que Alomar merecía su exaltación.

El puertorriqueño ganó diez Guantes de Oro, la mayor cantidad para un segunda base, además bateo para 300 con 504 dobles, 210 cuadrangulares, 1.504 anotadas, 1.134 remolcadas, 474 robos y 2.724 imparables. Quedo a 276 hits de los tres mil, marca que no pudo alcanzar debido a problemas en su espalda que forzó su retiro en el campo primaveral en 2005 cuando asistió invitado por Tampa Bay.

La elección fue hecha a través de 539 boletas a periodistas miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA), por sus siglas en inglés, donde destaca el venezolano Juan Vené, estos periodistas tienen derecho a votar en teoría por un máximo de diez personal al mismo tiempo y como mínimo por cinco.

Un fuera de serie

Alomar quien tuvo el honor de compartir llave de dobleplays con Cal Ripken en Baltimore y Omar Vizquel en Cleveland, fue considerado el mejor camarero de todo el béisbol debido a su destreza en el campo y su consistencia como bateador.

Actuó en doce partidos de estrellas y se convirtió en el tercer pelotero de Puerto Rico en llegar al templo de los inmortales. Los otros son Roberto Clemente y Orlando Cepeda.

En su segunda aparición en las papeletas, Alomar supero ampliamente los 397 votos que recibió el año pasado y demostrar a aquellos que no votaron por él, que su inclusión fue una injusticia el año pasado. Es catalogado junto a Ryne Sandberg y Joe Morgan como los mejores segunda bases del béisbol.

Alomar además es el tercer pelotero hispano en encabezar la votación de los nuevos exaltados al Salón de la Fama, el primero fue el venezolano Luís Aparicio, quien en 1984 encabezo la votación con 84.6%. En 1991 el panameño Rod Carew acaparo el 90.5% de los votos y este año Alomar que obtuvo 90% de los votos.

Hay que destacar que Roberto Clemente fue entronizado en 1971 en una votación especial ya que ese año falleció en un accidente aéreo y no se espero los cinco años para su inducción.

Inmortal después de catorce años

Fueron catorce votaciones la que aguanto callado Bert Blyleven, para al fin escuchar que su nombre está en Cooperstown, su exaltación, llego sufrida como las que vivieron Andre Dawson, Bruce Sutter, Rick Sutcliffe, Jim Rice y otros en años recientes, quienes vieron año tras año ver como finalizaban cerca del mínimo requerido.

Para este lanzador, el reconocimiento llegó tarde, pero en el momento justo, cuando muchos pensaron que el 2010 era el año (recibió 74.2%, quedando a cinco votos del mínimo requerido que es 75%), el 2011 fue el punto culminante de una gloriosa carrera que lo llevo a ganar 287 encuentros y que de alguna manera fue castigado por no culminar con 300 triunfos (cifra que automáticamente da la exaltación).

Blyleven recibió 79% de los votos, gracias a 463 electores que decidieron que era momento de reconocer una carrera gloriosa. El lanzador supero los 400 que alcanzo el año pasado y que lo puso en el umbral de una exaltación que el considero injusta pues en una ocasión afirmo que sus números realmente fueron contundentes.

La clase de 2011 tuvo conformada por Wilson Álvarez, Carlos Baerga, Jeff Bagwell, Harold Baines, Bret Boone, Kevin Brown, John Franco, Juan González, Marquis Grissom, Lenny Harris, Bobby Higginson, Charles Johnson, Barry Larkin, Al Leiter, Edgar Martínez, Tino Martínez, Don Mattingly, Fred McGriff, Mark McGwire, Jack Morris, Raúl Mondesí, Dale Murphy, John Olerud, Dave Parker, Tim Raines, Kirk Reuter, Benito Santiago, Lee Smith, B.J. Surhoff, Alan Trammell y Larry Walker, Ugeth Urbina.

Los exaltados serán homenajeados este jueves en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, donde se les unirá Pat Gillick quien resulto electo por el Comité de Veteranos en diciembre del año pasado. Cabe destacar que Gillick fue pieza fundamental en la llegada de Alomar a Toronto para sus dos únicos títulos y en Baltimore donde los hizo contendores.

Latinos en deuda

La lista de elección contemplo a varios latinoamericanos que en su momento fueron serios candidatos a la elección. El más emblemático es sin duda Edgar Martínez, reconocido como el mejor bateador designado en la historia y quien en su primer año recibió un 36.2%; mientas que este año obtuvo un 32.9%, indicando un descenso en aquellos que consideran que el designado no es un jugador que demostró condiciones de juego.

Martínez jugó 18 temporadas en las mayores, dejando promedio de 312 con 309 cuadrangulares, 1.261 remolcadas y dos coronas de bateo. Fue el pelotero emblema de Seattle que vio partir a otras estrellas con megacontratos como Ken Griffey, Jay Buhner, Randy Johnson y Alex Rodríguez.

Otro boricua fue Juan González, dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana que dejo 434 cuadrangulares y 1.404 remolcadas en 17 temporadas en las mayores, pero que a pesar de estar en los últimos años de su carrera aquejado por varias lesiones, figura entre los sospechosos por el uso de esteroides, por primera vez en la papeleta de votación dejo un 5.2% manteniéndose vivo para un  segundo año, donde pareciera inminente su eliminación el próximo año.

Carlos Baerga, también de la Isla del Encanto figuro entre los elegidos, dejo promedio de 291 y asistió a cuatro Juegos de Estrellas en 14 campañas, fue considerado uno de los mejores camareros con una mezcla de poder, pero que estuvo opacado por jugar al mismo tiempo que Alomar. Lamentablemente no recibió ningún voto y quedo descartado para futuras elecciones.
Benito Santiago, también de Puerto Rico, fue Novato del Año en 1987, gano tres Guantes de Oro y asistió a cinco Juegos de Estrellas en 20 campañas, quedo descartado de la lista al recibir un voto. El cubano Constantino “Tino” Martínez, tuvo 339 cuadrangulares, 1.271 empujadas, además de haber ganado cuatro anillos de Serie Mundial con los Yankees de Nueva York; recibió seis votos pero no fueron suficientes para obtener el 5% necesario para seguir en las papeletas.

El dominicano Raúl Mondesí, también ganador del Novato del Año, fue dos veces un 30-30 (jonrones y bases robadas), ganó dos Guantes de Oro con los Dodgers de Los Ángeles, tampoco recibió votos; al igual que los venezolanos Wilson Álvarez que ganó 102 partidos en las mayores y Ugeth Urbina que rescato 240 partidos.

Antes de la exaltación de Alomar, en Cooperstown habían trece hispanos con su placa en el pabellón, seis de ellos fueron electos por la BBWAA siendo ellos: Roberto Clemente de Puerto Rico (elección especial en 1971), Juan Marichal de República Dominicana (1983), Luís Aparicio de Venezuela (1984), Rod Carew de Panamá (1991) y Atanasio “Tany” Pérez de Cuba (2000). Mientras que el puertorriqueño Orlando Cepeda fue electo por el Comité de Veteranos.

El resto fue reconocido por su desempeño en las extintas Ligas Negras (los cubanos Martín DiHigo, José Méndez y Cristóbal Torrientes) y como narradores el argentino Eli “Buck” Canel, el ecuatoriano Jaime Jarrín y el cubano Rafael “Felo” Ramírez.

El último latino en participar en una ceremonia de Cooperstown fue Tany Pérez en el 2000. Carew por su parte no es solamente el único latino electo en su primera oportunidad en la boleta, sino además es quien tiene el porcentaje más alto para su entronización con un 90.5%.

@Adonisalejandro                            


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