Los primeros tres encuentros entre Caribes de Anzoátegui y Tigres de Aragua ha determinado que la ofensiva iba a dictar la pauta en esta serie final, ante un pitcheo que luce agotado debido a lo riguroso que ha sido el campeonato.
A excepción del joven lanzador de Caribes, José Álvarez, quien es el único abridor entre ambos conjuntos que completa cinco entradas en la final; tanto Julio Franco y Buddy Bailey han tenido que recurrir al bullpen donde a pesar de buenos brazos, el cansancio está haciéndose presente y por allí las victorias no llegarán.
Fíjense en esto – sin contar el partido del jueves – Caribes y Tigres han producido en la final 40 carreras, 52 imparables, 13 jonrones y 12 dobles; la efectividad de los lanzadores es de 6.52; números que evidencian el dominio de la ofensiva sobre el pitcheo, en una final desde ya que apunta a romper varios registros en los encuentros que faltan.
Caribes exhiben un promedio global superior a los 300, mientras que los aragüeños están cercanos a los 250; la clave en que los orientales se impusieran en los dos juegos en su casa se debió al bateo agresivo y al haber silenciado los bates de Wilson Ramos, Héctor Giménez, Alex Romero y Jesús Guzmán; aunque el resultado no se volvió a ver el miércoles, cuando Ramos y Guzmán despertaron para que Aragua pusiera 2-1 la serie, aún siguen las interrogantes en la cueva felina sobre si ese despertar es el comienzo de victorias.
El factor sede será vital en las aspiraciones bengalíes de igualar y ponerse arriba en la serie; hace siete años cuando estas divisas se enfrentaron el cuarto encuentro Aragua iguala la serie a dos victorias en un encuentro que se recuerda el cuadrangular del refuerzo de Caribes, Robert Pérez quien iguala a Antonio Armas con más jonrones en esta fase con cuatro.
Caribes claro está, exhibía mejor pitcheo con Gustavo Chacín, Carlos Silva, Tim Harikkala y una ofensiva que comandaban Magglio Ordoñez, Eliézer Alfonzo, Luís González, Omar Infante y Robert Pérez; Pablo Ruggeri, ex gerente general y ex presidente de la divisa asegura que las ida de Andrew Baldwin y Sthepen Bray se hicieron sentir, “¿Cuántas entradas lanzaba Bo Belinski cuando venía para acá?, ¿Y Bob Gibson?, hizo más de doscientos lanzamientos en un partido, hoy es difícil que los lanzadores vean acción acá debido a las restricciones”.
Esto no quiere decir que la actual plantilla no sea mejor, el Caribes de la 2003-04 es diferente a la de 2010-11; misma similitud tienen los Tigres; hay algo claro que queda por definir; podrá el pitcheo hacerse respetar en lo que queda de serie o seguirá la ofensiva imponiéndose sobre ella; de ser así, el equipo campeón deberá comenzar a barajar nombres que puedan solventar el pitcheo porque la ofensiva ya está presente y en una Serie del Caribe, donde cuatro juegos ganados pueden significar una victoria, el pitcheo deberá ser el crédito del club; sino pregúntenle a los Tigres de Aragua de la edición 2008-2009.
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