miércoles, 12 de enero de 2011

Big Mac con las puertas cerradas

Esta quinta entrega de los trabajos especiales sobre los posibles “exaltados” al Salón de la Fama del béisbol de las grandes ligas, le corresponde el turno a Mark McGwire, sin duda alguna uno de los grandes jonroneros de esta última década.

Con San Luís disparo 70 jonrones en 1998
McGwire luego de haber tenido el mundo a sus pies en 1998, cuando fijo en 70 el nuevo registro de cuadrangulares, después de romper los 61 de Roger Maris; iba enrumbado a Cooperstown, nadie, ni siquiera el propio pelotero, dudaban de su entronización en su primer año en las papeletas; pero el escándalo del dopaje, sacudió rápidamente toda aseveración sobre un grupo de peloteros donde el nombre del Gigante de Pomona figuraba.

Quien era ese hombre que había colocado en duda el honor de McGwire y puso en sospechas sus registros, nada más y nada menos que su ex compañero José Canseco, con quien conformo uno de los dúos más mortíferos en la década de los 80 en el béisbol, era Canseco quien afirmo a través de su libro que él personalmente le inyecto al norteamericano hormonas de crecimiento para hacerlo un bateador de poder, las miradas de inmediato recayeron en el cubano, quien fue ignorado del béisbol y fue objeto de burlas por querer mancillar la reputación de otros peloteros. 

Pero la afirmación de Canseco, hacía eco sigilosamente, sobre todo cuando se comenzaron a investigar a aquellos posibles peloteros que “bajo” sospechas podrían ser consumidores. Además las miradas hacía McGwire comenzaban a ser constantes, un pelotero que estableció un registro para novatos con 49 jonrones y que cinco años después volvería a despachar más de 40 vuelacercas; pero también se empezaron a escuchar voces cuando tuvo dos campañas de 60 o más jonrones y cuatro temporadas consecutivas dando más de 50, cuando dos años antes había conseguido 18 (en dos temporadas) debido a las lesiones, las dudas comenzaron a ser frecuentes, sobretodo su físico en los noventas comenzó a tener una musculatura envidiable en comparación con aquel joven delgado que gano el Novato del Año.

No vengo a hablar del pasado

En el año de 2005, José Canseco, Mark McGwire, Rafael Palmeiro, Sammy Sosa, Roger Clemens y Curt Schilling, fueron los primeros peloteros en ser llamados a declarar en el Congreso de los Estados Unidos sobre el uso de esteroides en el béisbol; dicha reunión fue convocada por el Senador Mitchell quien fue nombrado por el Comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig para iniciar las investigaciones pertinentes. Cabe destacar que en dicha reunión además de los peloteros, se encontraban políticos, reporteros, el representante de los jugadores de las mayores, Donald Ferh y el Comisionado Selig.

Cada uno de los peloteros esgrimieron sus relatos, Canseco relato que inyecto esteroides a Palmeiro y McGwire, tal como lo relata en el libro al igual que otros peloteros; por su puesto Palmeiro se defendió de las acusaciones de su compatriota, mientras que McGwire se negó a declarar, señalando que no estaba allí para hablar del pasado.

Inmediatamente, las dudas comenzaban a ser esclarecidas, era McGwire un consumidor de esteroides, el ojo del huracán comenzaba a posar sobre el jugador que en 2001 se había retirado.

Con José Canseco eran llamado los Bash Brothers
En el tribunal de la opinión pública, ya Mark McGwire es culpable; los fanáticos al ver sus declaraciones “No estoy aquí para hablar del pasado”, borró una docena o más de jonrones, como si los momentos más importantes de su carrera desfilasen por la mente de los que le escuchaban en sentido inverso.

Si vemos la retrospectiva del jugador californiano, tenemos que su primer éxito llego en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, cuando era miembro del combinado norteamericano que consiguió la medalla de plata en la disciplina del béisbol que estaba de exhibición en dichos juegos.

De inmediato llamo las miradas de los equipos y fichó con los Atléticos de Oakland ese mismo año; dos años bastaron en las menores para que el pelotero recibiera la ansiada llamada. Viernes 22 de agosto, McGwire era alineado como séptimo y tercera base; y aunque se fue de 3-0, con dos asistencias al campo, era el inicio de una prometedora carrera que se completo en 1987, cuando fue electo Novato del Año de la Liga Americana en forma unánime, superando ampliamente a Kevin Seitzer.

Ese año el californiano bateo para 289 con 49 jonrones – nueva marca para novatos – y 118 empujadas en 151 partidos. McGwire no fue titular sino después de los primeros 12 encuentros de Oakland quien tenía a Rob Nelson como el inicialista.

Ese año asistió al Juego de Estrellas y ocupo la sexta casilla para el premio al Jugador Más Valioso, que recayó en el puertorriqueño George Bell.

Una carrera que despegaba

Los hermanos de la destrucción
En 1988 los “Bash Brothers” estaban haciendo estragos en la Americana; José Canseco y Mark McGwire eran el dúo más peligroso del béisbol, de hecho el cubano fue el MVP del joven circuito y se convirtió en el primer pelotero en robarse 40 bases y batear 40 cuadrangulares en un año. McGwire mientras tanto disminuyo sus números a 260 – 32 – 99; pero se gano su segundo Juego de Estrellas. Así estuvo el jugador durante los siguientes cuatro años, donde tuvo su pináculo en 1992, cuando volvió a disparar 42 jonrones y perder por uno el título que recayó en Juan González; esa campaña asiste a su sexto Juego de Estrellas de manera consecutiva y gana su primer Bate de Plata, concluye cuarto en la votación al MVP que gano su compañero Dave Stewart. En 1989 se corona campeón de la Serie Mundial.

En 1993, McGwire solamente juega en 27 compromisos debido a una lesión en la espalda, limitándolo a 9 cuadrangulares y 24 remolcadas, misma situación se repite en 1994, actuando solamente en 47 compromisos, despachando 9 cuadrangulares y 25 remolcadas. Volvería a lo grande en 1995, a los 31 años el Big Mac batearía para 274 con 39 jonrones y 90 remolcadas; nuevamente es convocado al Juego de Estrellas, la número siete pero no actúa en el compromiso.

Nuevos aires, nueva etapa
McGwire sigue su accionar con Oakland hasta mediados de 1997, cuando es traspasado a San Luis. Antes en 1996, obtiene su segundo liderato en cuadrangulares con 52, acudiendo a su octavo encuentro de Estrellas y finalizando séptimo en el MVP. Obtiene además el segundo Bate de Plata. Se recuerda la lucha que tuvo con Brady Anderson quien ese año culmino segundo con 50 vuelacercas.
El físico de McGwire cambio notablemente

Cabe destacar que de 1986 a 1997, el Big Mac bateo 363 cuadrangulares con 941 remolcadas y 263 de promedio en 12 campañas con Oakland. En San Luis su nueva divisa esta su otrora manager y gran amigo Tonny LaRussa, el ingrediente perfecto para McGwire que debutaba en la Liga Nacional; antes había sido objeto de rumores que lo vinculaban a los Yankees pero nunca llegó.

En San Luís durante la segunda parte de la campaña de 1997, McGwire da 24 cuadrangulares que sumados a sus 34 dados en Oakland le dan 58, quedando a tres de la marca de Roger Maris, ya comenzaban a señalar al jugador como el nuevo heredero de la marca. Cabe destacar que al momento de su cambio a la Nacional, lideraba el joven circuito en esa categoría.

Y así fue 1998 era el año de despegue de McGwire, en su primera campaña completa como jugador de San Luis, protagonizo uno de los duelos más impactantes con el dominicano Sammy Sosa, donde el norteamericano gano el duelo 70 a 66. Aunque se adueño de la marca absoluta de cuadrangulares, McGwire no pudo vencer a Sosa por el MVP, llegando de segundo.

Al siguiente año nuevamente él y Sosa volverían a enfrentarse ganando nuevamente el americano 66 a 63. Además fue líder en remolcadas con147.

En las siguientes dos campañas, a pesar de batear 32 y 29 cuadrangulares respectivamente – cifras aceptables para cualquier jugador -, muchos pensaron que la época buena había pasado, pero realmente las lesiones en una de sus rodillas lo mermo al juego, jugando 89 y 97 partidos respectivamente. Al final optó por el retiro.

Esteroides y más….

Una vez estallada la situación de los esteroides, el ojo del huracán a McGwire llegó, se recordó el episodio de 1998, cuando el jugador reconoció haber usado esteroides anabolizantes, sustancia prohibida por el Comité Olímpico Internacional (COI), pero no por las Grandes Ligas, que comenzó a prohibir sustancias en 2001, coincidiendo con el retiro de McGwire y el establecimiento de una nueva marca de jonrones en poder de Barry Bonds que consiguió 72.

En el Congreso negó hablar del pasado
¿Podría esa presión mantenerlo también fuera del Salón de la Fama?, el jugador era considerado por primera vez en 2007. Poco a poco varios peloteros comenzaban a pedir disculpas por actos del pasado, cobrando mayor relevancia los expuesto por José Canseco; McGwire, mientras tanto se olvido del béisbol alejándose de todos, claro está que su nombre sonaba constantemente pues no había una declaración oficial por parte del jugador.

Por lo tanto, era culpable sin que pudiera hablar ese silencio que tuvo en el Congreso lo hacían culpable, periodistas daban diversos puntos de vista sobre la cercanía a las elecciones al Salón de la Fama. “Creo que esto le impedirá triunfar en la primera vuelta… creo que será incorporado, pero no creo que sea en primera vuelta”, señalo Jerome Holtzman. A su vez Ross Newhan, “Voy a votar por Mark McGwire, tal como había planeado hacerlo, ha negado todo uso de esteroides, no ha sido encausado por el uso de esteroides y no hay pruebas cuantitativas del efecto estimulante de los esteroides sobre un desempeño determinado”.

Llego el día y su nombre salió en 2007 en las papeletas, el resultado 23.5% (128 votos), ocupando el noveno puesto de una votación que ganaron Cal Ripken Jr y Tonny Gwynn. El resultado fue un obvio rechazo de los periodistas por la no confesión de McGwire sobre si consumió o no esteroides. En 2008, ocupa nuevamente la novena casilla con un 23.6% (128 votos), manteniendo el mismo porcentaje de su debut. En 2009 baja su porcentaje al recibir 21.9% (118 votos), ocupando nuevamente la novena casilla, había un rechazo hacía McGwire, dados los casos de Palmeiro y Alex Rodríguez, este último había admitido que uso esteroides de 2001 a 2003. 

La confesión
Antes de iniciar la campaña de 2010, Tony La Russa, fiel defensor de McGwire, había convencido al pelotero que aceptará el cargo como entrenador de bateo de los Cardenales, era el retorno del Big Mac, luego de nueve años alejados de los diamantes, la jugada en parte era para convencer a los periodistas que el jugador estaba limpio de toda culpa.

El resultado sería nefasto.  “Hubiese deseado nunca haber consumido esteroides, fue tonto y un error. Me disculpo de verdad. Al poner las cosas en perspectiva, hubiese deseado nunca haber jugado en la era de los esteroides”. Esta declaración llego tardía, tal vez uno de los íconos más seguido sobre si uso no esteroides, había reconocido en una entrevista que durante diez campañas uso hormonas del crecimiento humano.

Durante su alocución pidió perdón por sus acciones y La Russa señalo que con esta declaración le permitirá recuperar su imagen. Agregó que quiso confesarse antes de aceptar el cargo de instructor de bateo con San Luís.

McGwire afirmó que la primera vez que uso esteroides en la postemporada de 1989-1990 y después de lesionarme en 1993, además de usarlo en ocasiones a lo largo de la década de 1990, incluyendo la magistral campaña de 1998. Por cierto estás declaraciones Canseco aseguro que tuvo miedo de seguir hablando McGwire, ya que la MLB hizo bien su guión para volver al béisbol y nunca admitió que fue él quien le inyecto las hormonas.

“Desearía nunca haber tocado esteroides. Fue una tontería y un error. Me disculpo con sinceridad”, fueron palabras reiterativas del un pelotero que jugó durante 16 campañas y que al momento de retirarse ocupaba el sexto lugar en jonrones con 583.

En 2010, antes de la confesión McGwire volvió a tener un repunte leve de 23.7% (128 votos) nuevamente en el noveno lugar. La declaración pensó en suponer un nuevo intento de subir esos 128 votos que ha tenido en tres de las cuatro campañas que ha estado en las papeletas, aunque el pelotero lo negó la intención era esa convencer de que tiene las credenciales para ser exaltado.

 
2011, después de su confesión llegó una nueva votación, esta vez contundente 19.8% (115 votos), y parece que va a continuar en picada en los siguientes años, pues los votantes han admitido algo, no están votando en contra de los esteroides, sino por la mentira en que tuvieron a millones de seguidores por no admitir que usaban hormonas de crecimiento, y como tal ese castigo será contundente con la llegada de Palmeiro, Sosa, Piazza, Bonds, Clemens y compañía.

Cuál es el futuro de McGwire, voló demasiado alto, el impulso que recibió sus alas deportivas provenían de los esteroides, aún cinco años después de su retiro las interrogantes continúan, sobre qué hubiera pasado si confesará todo en el Congreso.

Palmares

12 convocatorias al Juego de Estrellas (En seis de ellas no actúo 1987,91,95,96,97 y 2000).
Novato del Año en 1987
Ganador del premio Lou Gehrig en 1999

Guante de Oro en 1990
Tres Bate de Plata (1992,96 y 98)
Líder en cuadrangulares en ambas ligas (49 en 1987 con Oakland y 70 en 1998 con San Luis)
Cuatro lideratos de cuadrangulares (1987, 1996, 1998 y 1999)
Líder remolcador en 1999.
Líder en boletos en 1990 y 1997
Líder en porcentaje de embasado en 1996 y 1998
Cuatro veces líder en Slugging (1987,1992,1996 y 1998)
Cuatro temporadas consecutivas disparando 30 o más cuadrangulares (1987-1990)
Cinco temporadas consecutivas disparando 30 o más cuadrangulares (1995-1999)
Dos temporadas con 60 o más cuadrangulares (1998-1999)

@Adonisalejandro     

No hay comentarios:

Publicar un comentario