No cabe duda del talento inagotable de los jugadores venezolanos en las mayores, sobre todo en la tercera base, posición mejor conocida como la esquina caliente, grandes jugadores defensivos han estado allí para mostrar su clase, además de agregar un aliciente como lo es el bateo.
Alfonso Carrasquel quien fuera el precursor en la posición de campo corto, tuvo un corto desempeño en la antesala al participar en un encuentro en 1956 con los Indios de Cleveland. Fue entonces cuando nuestro país tuvo la primera experiencia en esa posición; desde entonces la participación criolla en esa posición ha sido esporádica.
Y cuando hablo de esporádica me refiero a que han sido pocos los venezolanos que han tenido un papel transcendental en esa posición. A pesar de tener seguridad en lo que estoy escribiendo, quise constarlo en la web baseball-reference para darme cuenta que los titulares criollos de la antesala los puedo contar fácilmente con los dedos de mis manos.
El primer jugador que tuvo un rol de “titular” en esa posición fue Damaso Blanco en 1972, cuando actuó en 19 partidos en esa posición, por supuesto tenía 30 años, una edad prácticamente avanzada para alguien en las mayores, su rol además fue de campocorto en varios compromisos, su carrera fue breve hasta 1974.
Fue en 1980 cuando Luís Salazar se estrenó en las mayores y con él llegaría el primer jugador estrella en esa posición, la cual alcanzo su cenit en 1982 cuando recibió la titularidad y actuó en 129 encuentros; por su puesto Salazar era un utility que se desempeño bien en otras posiciones, por lo cual tuvo una carrera extensa en las mayores. En la tercera tuvo 863 partidos en doce campañas que jugó en la antesala de sus trece años en las mayores.
Se tuvo que esperar hasta 1995 con la llegada de Edgardo Alfonzo para que Venezuela tuviera otro antesalista titular a tiempo completo. El mirandino estuvo nueve campañas en esa posición y 889 partidos jugados.
Mención aparte merece Luís Sojo quien se paseo por diferentes posiciones en el campo encontrando de manera “breve” roles importantes como segunda base o campo corto, pero a la calladita es el criollo que más años se desenvolvió en la antesala, según baseball-reference; tuvo once campañas de sus trece, jugando en la antesala, es decir, 158 encuentros en esa posición; un número inferior ante lo hecho por Salazar y Alfonzo, pero aún así su rol de utility le hizo participar en varios partidos en la antesala.
De acuerdo con lo expuesto en los diferentes portales de los diferentes equipos que conforman la Major League Baseball, tres criollos aparecen como regulares en el tercer cojín.
Alberto Callaspo será la pieza angular de los Angelinos de Anaheim a sabiendas que puede desempeñarse con la misma calidad en otras posiciones donde requieran sus servicios. Así lo ha demostrado en los cinco años que tiene en las mayores: segunda base, tercera base, campo corto, jardinero izquierdo o jardinero derecho. El resultado es el mismo debido a sus condiciones atléticas en el terreno de juego.
Callaspo inicio su transitar en las Grandes Ligas en 2006 cuando recibió su primer llamado con los Cascabeles de Arizona; allí estuvo dos años, donde demostró condiciones para afrontar situaciones difíciles. De hecho Arizona lo estaba colocando como su campo corto para la campaña 2008, pero lo transfieren a los Reales de Kansas allí su rol nuevamente se mueve en diferentes posiciones hasta 2009, cuando la organización lo nombra su segunda base, participando en 146 compromisos.
Al siguiente año es movido a la tercera almohadilla, para ese entonces cuenta con 27 años y luego de 76 compromisos es cambiado a Anaheim, desempeñándose en esa posición en 54 partidos, además de otros encuentros en segunda y el campo corto. Al final participo ese año en 130 encuentros.
Actualmente Callaspo es el antesalista del equipo californiano, por los momento no tiene rival en la posición. El único escollo que pudiera enfrentar es que baje su nivel de juego y sea desplazado por Maicer Izturis quien viene consolidándose para actuar en cualquier posición del infield. Pero el aragüeño no decae en sus aspiraciones y pese a estar recuperado de sus molestias del hombro, lo más seguro es que su carrera sea movida a la segunda base en un futuro corto.
En la antesala tiene un total de 165 partidos de los 428 que lleva en las mayores. Su porcentaje de fildeo lo ubica en un 972. De por vida exhibe promedio de 278 con 21 jonrones y 158 remolcadas.
Si alguien ha sabido sacar provecho a su estadía en las mayores y disfrutarla pese a su edad es Melvin Mora; este pelotero nacido en Yaracuy, es uno de los pocos jugadores en las grandes ligas que ha pasado por varias facetas desenvolviéndose en rol protagónico ya sea como utility, jugador titular, de nuevo utility y titular nuevamente, algo que a sus 39 años lo convierte en el jugador regular de más edad en las mayores y lo coloca en una lista de peloteros que han llegado a esa edad en condición de regular.
Mora llega al mejor béisbol del mundo en 1999 con los Mets de Nueva York, luego de un peregrinaje en las menores de diez años, contaba con 27 años cuando los Mets lo alternan en los tres jardines y en el infield. Fueron 66 encuentros que vio Mora y pudo cumplir su anhelo de jugar ante las estrellas que idolatraba.
Al siguiente año su rol se desempeño como utility, pero en su mente estaba adueñarse de cualquier posición sea en los jardines donde venía desempeñándose con regularidad o colarse en el infield. Con los metropolitanos participa en 79 compromisos antes de ser transferido con los Orioles de Baltimore donde le asignan el rol de campocorto jugando 52 de los 53 partidos restantes.
Durante los años 2001-2004 Mora se convierte en un amuleto de garantía para los Orioles, el equipo le entrego el jardín central en su primer año, además de alternarlo en otras tres posiciones al campo, en su segundo año le asignan el jardín izquierdo y el rol de utility de emergencia en otras posiciones, situación que recurrió en los siguientes dos años. En dicho lapso la mayor cantidad de encuentros jugado por el criollo fue de 149 en 2002. Al siguiente año asistió a su primer Juego de Estrellas y una lesión lo privo de tener su primer gran año en las mayores, estaba para ese entonces dentro de los mejores bateadores del circuito pero al final su promedio cayo debido a su lesión.
Su consagración definitiva llego en 2004, Cal Ripken Jr se había retirado un año antes y la vacante en tercera necesitaba ser cubierta con alguien que tuviera la misma entrega que tuvo Ripken. La gerencia no dudo y le entrego la posición a Mora, experimentando para ese entonces su primera gran temporada y con ella la llegada de un contrato que lo colocaba en la élite.
La fama le sonrió a los 32 años, ese año bateo para 340 con 27 jonrones y 140 remolcadas, todos estos números topes en su carrera, que además le valió un Bate de Plata. Lo más destacado es que demostró que lo hecho el año pasado no fue casualidad y estuvo batallando con Ichiro Suzuki el título de bateo ese año, ya que tuvo algunas semanas al venezolano liderando a los bateadores, al final el sueño de tener para ese entonces al segundo criollo con un título de bateo se esfumo pues Ichiro culmino con un sólido 372.
El resto de la historia es conocida por todos. Con los oropéndolas se mantuvo hasta el 2009, fueron seis años donde Mora fue el tercer bate de un equipo que estaba engranando piezas para el futuro. El criollo no volvió a batear para 300 en ese lapso, pero tuvo dos campañas de veinte o más jonrones, dos campañas de cien o más remolques y dos de ochenta o más carreras remolcadas. En su última temporada tuvo un bajón considerable en sus números y la gerencia pensando que el criollo estaba en declive (tenía 37 años) lo deja libre, cerrando así un ciclo exitoso con Baltimore que lo afianzo como un jugador versátil y profesional que se desempeño en cualquier posición sin contratiempo.
Con Baltimore su promedio fue de 280 con 158 jonrones y 662 producidas.
Llega a Colorado como suplente del cuadro, situación que no le incomodo para nada, ya que sabía que iba a tener mucho tiempo de juego, debido a sus condiciones para desempeñarse sin inconvenientes en las distintas posiciones del infield.
Y así fue Mora se las arreglo y participo en 113 encuentros siendo la tercera y la primera base las posiciones donde vio más acción en la primera la lesión de Ian Stewart le abrió un cupo para jugar y en la segunda posición la lesión de Todd Helton y el bajo promedio de Jason Giambi, hicieron de Mora el ideal para ocupar esa posición también.
Además jugo en segunda y el campo corto y volvió a jugar en los jardines en cuatro encuentros, por primera vez desde la campaña 2003, algo que emociono al jugador pues se sentía a la expectativa de cómo iba a estar su cuerpo después de seis años sin jugar en los jardines.
Al final Colorado no le renueva el contrato y llega a Arizona con la misión de transmitir a sus 39 años el conocimiento y la veteranía necesaria a un equipo que espera disputar este año los play off. Mora sabe bien que está quemando sus últimos cartuchos y el que la gerencia le entregará a su edad la titularidad de una posición donde se requiere habilidad es un riesgo que pocos han tomado en las mayores. Para ello deberá demostrar que sus reflejos están intactos y que su bate aún puede producir hasta que su cuerpo diga ya.
Como defensor del tercer cojín ha participado en un equivalente a nueve temporadas según baseball-reference, para un total de 887 partidos de los 1506 que lleva en las mayores. Su porcentaje de fildeo se ubica en 961. De por vida batea para 278 con 171 cuadrangulares y 738 remolcadas.
Pablo Sandoval representa el futuro de los venezolanos en esa posición por lo menos durante los próximos siete años. El criollo se sometió a un riguroso entrenamiento físico para adelgazar y presentarse al campo de entrenamiento con casi veinte kilos menos, luego de haber perdido la titularidad la campaña pasada.
El rejuvenecimiento de Pandoval como es llamado hace presagiar el inicio de una campaña que lo podría colocar cerca de los 40 jonrones y 120 remolcadas, marcas que por supuesto persigue el criollo.
Su estreno en las mayores se produjo en 2008 participando en 41 encuentros repartidos entre la primera base (17), tercera base (12) y la receptoría (11). Ese pequeño cafecito que se tomo en mes y medio en las mayores batearía para 345 con 3 jonrones y 24 remolcadas. Lamentablemente el carabobeño había tomado los turnos legales y había estado más de 45 días en el roster del equipo grande, por lo que no podría optar al Novato del Año en la siguiente temporada, cuando el club le anunció que sería su antesalista titular.
A sus 22 años recibe la oportunidad que pocos tienen de ser regular en las mayores, participo en 153 encuentros de los cuales 120 fueron en la antesala, bateando para 330 ubicándolo entre los mejores bateadores del torneo, 25 jonrones y 90 remolcadas, números sólidos para un jugador corpulento en esa posición.
En la siguiente campaña se esperaba mucho del criollo quien era junto a Tim Lincecum las figuras del equipo, lamentablemente le pego el segundo año y apenas bateo para 268 con 13 jonrones y 63 impulsadas en 152 encuentros, números distantes de la temporada 2009 y que le hicieron perder su rol de titular durante los play off y no pudiera colaborar de lleno en la obtención del título alcanzado por los Gigantes el año pasado.
La disposición mostrada en el verano donde el equipo le dio un ultimátum hizo que trabajará con el propósito de volver en plan estelar y recuperar el prestigió perdido la campaña pasada por su sobrepeso.
Por lo pronto el criollo es la referencia en esa posición para los nacido en la tierra de Bolívar y promedia de por vida 305 con 41 jonrones y 177 impulsadas. Su promedio de fildeo en la antesala es de 962. Tiene 24 años y un mundo por delante por lo que será una de las figuras emergentes dentro de la nueva camada de grande ligas que conforma junto a Carlos González, Elvis Andrus y compañía.
@beisboladentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario