Una de las posiciones donde Venezuela es reconocida universalmente en este deporte es la del campo corto, posición que nos ha brindado satisfacciones por la calidad defensiva de varias figuras que se llevaron honores como el Guante de Oro, asistencias al Juego de Estrellas, ejemplo de defensa y agilidad en el terreno de juego, virtudes que hicieron de nuestro país cuna por excelencia de buenos campo corto.
¿Cuántos criollos han jugado en esa posición?, para responder esa interrogante es necesario realizar un trabajo especial para que vean la importancia que tiene las paradas cortas en los venezolanos. Son pocos los que han perdurado en ella y han sido estrellas y modelo a seguir: Alfonso Carrasquel, Luís Aparicio, David Concepción, Oswaldo Guillen y Omar Vizquel, son los que han perdurado en el tiempo de juego debido a sus destrezas naturales en el campo de juego.
Por supuesto ellos fueron los precursores de una camada que comenzó a crecer década tras década ya en los años noventa y 2000 fueron apareciendo Alex González, César Izturis, Elvis Andrus, entre otros que continúan el legado dejado por sus iniciadores.
Para resaltar la importancia de cada uno de ellos tendría que dedicarme a un artículo tal como comente al principio pero acá puedo dejarle un resumen de los cinco grandes campo cortos que se inicio en 1950 con la llegada de Alfonso “Chico” Carrasquel, quien era apodado “El Fantasma de la Calle 35”, su carrera fue de diez temporadas, suficientes para ser idolatrado no solo en Venezuela sino en los Estados Unidos, su defensa inmaculada y sus lances maravillaron a todos y compitió de tú a tú con Pee Wee Reese y Maury Wills, quienes eran las estrellas de esa época.
Carrasquel tuvo el honor de ser el primer latinoamericano en ser invitado a un Juego de Estrellas, el primero de cuatro que participo; tuvo una cadena de lances consecutivos sin cometer errores, finalizo además tercero en la votación al Novato del Año en 1950 que ganó Walt Dropo.
La carrera de Carrasquel con los Medias Blancas de Chicago fue muy notoria debido a que se convirtió en el favorito del público que protesto a más no poder al saber que sería transferido a Cleveland en 1956 para abrirle paso a un novato que la gerencia del club llamo “La máquina de hacer outs”, su nombre era Luís Aparicio.
Sin duda un debut amargo, pues Aparicio idolatraba a Carrasquel y fue su sustituto en los Medias Blancas, equipo con el cual gano el Novato del Año en 1956 e inició una cadena de nueve años consecutivos siendo líder en bases robadas. De hecho se conoce que Aparicio fue quien modernizo nuevamente el arte de robar en las mayores que estaba desapareciendo ante el cuadrangular.
Entre los logros de este zuliano se destaca líder en doble plays ejecutados, asistencias, lances realizados, hits conectados para esa posición (marcas que fueron cayendo poco a poco a finales de los años noventa y mediados de esta década). Además obtuvo nueve Guantes de Oro, diez participaciones al Juego de las Estrellas y un segundo lugar en la votación al MVP de 1959 que gano su compañero de equipo Nellie Fox.
Estos pergaminos en su dilatada carrera fueron méritos suficientes para que en 1984 recibiera la exaltación al Salón de la Fama, siendo el cuarto latinoamericano en recibir la distinción y segundo que comanda la elección hecha por cronistas del béisbol.
David Concepción admiro la carrera de Aparicio, jamás se imagino que estaría a la par de su compatriota unos años después y fuera él modelo de una camada que comenzaría a usar en su uniforme el dorsal 13 en su honor.
Durante 19 campañas se mantuvo en el mejor béisbol del mundo, fue el capitán de los Rojos de Cincinnati, equipo que en la década de los años 70 fue conocido como “La Maquinaria Roja”, debido a las figuras de renombres que acabarían años más tarde entronizados en Cooperstown y que le permitió asistir a varias Series Mundiales.
Obtuvo cinco Guantes de Oro en medio de una competencia que tuvo con Larry Bowa y Ozzie Smith. Asistió a nueve Juegos de Estrellas, siendo electo MVP de la edición de 1982. Obtuvo un cuarto puesto en el MVP de la Liga Nacional en 1981 que gano Mike Schmidt y fue el mejor campo corto de mediados de la década de los años 70 y principios de los 80.
El testigo lo tomaría Oswaldo Guillen quien portaba el 13 de Concepción en sus espaldas, el futuro parecía prometedor para el mirandino que en 1985 se convirtió en el segundo criollo en ser galardonado Novato del Año, igualando a Aparicio. Su carrera duro 16 temporadas, pero desde que salió de Chicago en 1997 su carrera tomo otro camino y dejo de ser la referencia que fue. Era el capitán de los Medias Blancas y con ellos tuvo tres convocatorias al Juego de Estrellas y la obtención de un Guante de Oro.
Al retirarse en el año 2000, inicio una carrera de técnico con Montreal y luego con Florida donde formo parte del equipo campeón de 2003. En 2004 fue nombrado manager de los Medias Blancas de Chicago siendo el primer criollo en recibir dicha distinción. En 2011 iniciará su octava campaña consecutiva al frente de los patiblancos con los cuales ya tiene en sus vitrinas un Manager del Año y una Serie Mundial, ambos conseguidos en el año 2005.
El último vástago de esa hegemonía de grandes campo cortos es Omar Vizquel quien más se asemejo a lo expuesto por Luís Aparicio según los entendidos. Vizquel inicio su carrera a finales de los años 80 y fue con los Indios de Cleveand en 1994 cuando su nombre comienza a escribirse con luz propia al ganar su segundo Guante de Oro.
Actualmente en play en funciones de utility, Vizquel dejo un legado que hoy es patrón a seguir por una nueva camada que también porta el 13 ahora en honor a él. Como defensor de las paradas corta el caraqueño estableció una marca de once Guantes de Oro para la Liga Americana, quedándose a dos de la marca que posee para las mayores Ozzie Smith, más lances ejecutados, más hits para un criollo en esa posición, entre otras distinciones que seguramente finalizarán con una placa en Cooperstown.
Los magos de seda
Alex González es el pelotero de más trayectoria del grupo actual de campo cortos criollos que verán acción está temporada. En su campaña 13 en el big show ha participado en 1363 encuentros, todos ellos en el campo corto, siendo uno de los pocos jugadores que aún no ha jugado en otra posición, sin duda un honor que pocos tienen.
La carrera de González ha pasado desapercibida debido a las lesiones y a su bajo promedio ofensivo que solamente en pocas ocasiones ha podido explotar cuando está del todo sano. Ha participado en un Juego de Estrellas y ha sido un digno heredero de Vizquel en la grama corta debido a la cantidad de partidos que lleva sin ser usado en otra posición.
De por vida exhibe promedio de 248 con 137 cuadrangulares y 609 impulsadas. Su promedio de fildeo es de 971.
Marco Scutaro es otro de los peloteros que estará eternamente agradecido porque su rol de utility le brindo la satisfacción de ser regular en las mayores.
Desde su ascenso a las mayores en 2002 con los Mets, el yaracuyano comenzó su rol hasta abrirse paso con los Atléticos de Oakland, cuando en 2004 el equipo decide asignarle la segunda base a tiempo completo participo ese año en 137 encuentros de los cuales 123 fue en el segundo cojín.
Desde entonces con Oakland su rol fue primordial ocupando incluso en las siguientes campañas en más de cien compromisos debido a su capacidad de juego en varias posiciones. El campo corto fue la posición donde más vio acción debido a la baja producción de sus titulares.
Su consagración llegó en 2009 cuando Toronto lo nombró regular de la posición seis en el transcurso de la campaña. En total fueron 143 partidos en la grama corta donde estableció topes en bateo (282), jonrones (12) y remolques. Esa actuación le sirvió a Scutaro para ser tomado en cuenta por Boston quien lo firmó por dos años y en 2011 será su última campaña con los patirojos. A sus 34 años el criollo sabe que las oportunidades de continuar en rol titular son escasas sobre todo en una posición tan exigente como la grama corta.
Una actuación similar a la hecha en las dos últimas campañas le brindarán por lo menos dos años más en plan estelar o continuar su carrera como utility.
De por vida batea para 267 con 61 jonrones y 350 carreras, en una carrera de nueve años con Mets (2002-2003), Oakland (2004-2007), Toronto (2008-2009) y Boston (2010 en adelante). Exhibe promedio de fildeo de 974 en 547 encuentros en la grama corta.
Ronny Cedeño ha sido uno de esos peloteros que sorprendió con su repentino ascenso al big show, donde ha demostrado ser un verdadero jugador de la posición seis y ser usado con buenos resultados en otras posiciones.
En 2005 los Cachorros de Chicago lo llaman al equipo grande y de inmediato le asignaron la posición, además de brindar defensa en otras posiciones. El resultado fue un éxito en un pelotero que jugaba Caribe cada vez que salía al terreno de juego.
Llego a Seattle en 2009 donde sus virtudes en las paradas cortas son apreciadas en la organización naviera ocupando la titularidad. Además Seattle vio otras virtudes en Cedeño y decidió darle juego en otras posiciones al campo e incluso como jardinero donde participo junto a Endy Chávez y Franklin Gutiérrez en un encuentro en los jardines siendo la primera vez que Venezuela tiene a tres protagonistas jugando el outfield de un conjunto.
Solo estuvo en media campaña ya que Pittsburgh dolidos de no tener un autentico siore adquieren a Ronny Cedeño para que sea su jugador de todos los días, el premio llegó a los 26 años donde hoy continúa siendo eje fundamental de un equipo lleno de jóvenes promesas que esperan dar la primera campanada esta temporada.
Su promedio de por vida es 245 con 31 jonrones y 164 remolcadas. Su promedio defensivo es de 967 en una carrera de 6 campañas con los Cubs, Seattle y Pittsburgh.
La nueva generación de campo cortos estelares que se abren paso en esta nueva década y siglo la conformaran los siguientes tres jugadores. Asdrúbal Cabrera tomo la batuta dejada por Omar Vizquel en los Indios de Cleveland y es actualmente el capitán de la tribu.
No cabe duda que su defensa recuerda la del caraqueño cuando estaba en plan estelar con la tribu. Iniciará su quinta campaña en las mayores donde promete ser el año de la consagración, en la campaña 2008 fue jugador regular de la segunda base y al año siguiente la gerencia decidió que sus desplazamientos son obviamente de un siore regular por lo que lo devuelven a esa posición, donde hoy promete recoger los frutos y empezar a ser nombrado entre los mejores.
A pesar de que las lesiones han perturbado su accionar en las mayores, Cabrera confía que las cosas serán diferentes en 2011, y superar los 131 partidos que tiene como máxima cifra en el béisbol. De por vida su promedio se ubica en 284 con 18 cuadrangulares y 166 traídas al plato. Ha participado en 222 partidos en el campo y su promedio defensivo es de 974.
Alcides Escobar dejo números prometedores en las menores por lo cual los breves ascensos entre 2008 y 2009 con Milwaukee, sirvieron para que la organización lupuosa le entrega la grama corta en 2010.
Aunque no bateo lo esperado, su defensa tampoco estuvo a la altura. De hecho Escobar fue probado en los jardines para ver si tenía un mejor desempeño. Al final, Milwaukee decide involucrarlo en un cambio hacía Kansas City por el Cy Young del 2009 Zack Greinke. En Kansas le fue notificado que estará en el siore a tiempo completo por lo cual le recomendaron que se relajará y fuera el mismo pelotero que dejo números prometedores en las menores.
De por vida batea para 250 con 5 jonrones y 52 remolcadas en tres temporadas en las mayores. Su promedio de fildeo se ubica en 963.
Finalmente Elvis Andrus fue uno de los prospectos A-1 de los Bravos de Atlanta, equipo que lo transfirió a Texas por Mark Teixeira en 2007. Los pergaminos de Andrus se mantuvieron hasta la campaña 2009 cuando Texas le entregó el campo corto en el equipo grande.
Desde entonces el venezolano concluyo segundo en la premiación al Novato del Año, la campaña pasada asistió a su primer Juego de Estrellas y este año promete obtener el Guante de Oro y la Serie Mundial (ambos le fueron esquivo en 2010). No cabe duda de las condiciones físicas de Andrus quien ha venido mejorando en las jugadas de rutina, donde suele cometer errores infantiles.
En 2011 Andrus tendrá muchas metas por fijarse y ya a sus 22 años está iniciando una carrera prometedora que lo colocará como uno de los mejores en la posición.
De por vida batea para 266 con 6 jonrones y 75 producidas. En cuanto a su defensa, Andrus tiene promedio de 972.
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