Firmado como uno de los prospectos de mayor proyección
por los Yankees de Nueva York, Jesús Montero, fue el niño prodigio de la
organización a rayas, que fue llevando su prometedora carrera a paso seguro.
Con un estreno por todo lo alto, Montero rápidamente
demostró que los reportes ofensivos lo convertirían en una estrella. Su defensa
generaba dudas, pero la organización del Bronx, estaba segura que mejoraría con
el tiempo.
Lamentablemente su condición de prospecto A-1, hizo que
fuera traspasado a los Marineros de Seattle, donde recibiría la oportunidad de
ser regular y sin estar en una ciudad donde la presión de los medios no sería tumultuosa.
Aunque el cambio fue beneficioso para el venezolano,
Montero no respondió a las proyecciones que la gerencia naviera se trazó de él.
En la temporada que concluyó, Montero vivió una autentica pesadilla: perdió la
titularidad de la receptoría, fue bajado a ligas menores, tuvo que pasar por el
quirófano para corregir una lesión en la rodilla izquierda y, mientras se
rehabilitaba conoció que Major League Baseball, lo suspendió por 50 encuentros
al comprobarse que estaba vinculado a la clínica Biogénesis, encargada de
suministrar sustancias prohibidas a los peloteros.
Montero se ha visto bien cubriendo la inicial |
Para completar la dura situación, Seattle subió a su
cotizado prospecto Mike Zunino, proyectado como el careta del futuro de la
organización.
Aunque reconoció su error y prefiere dejar esa situación en
el pasado, Montero llegó a Venezuela con nueva mentalidad a los Cardenales de
Lara, organización que lo adquirió el año pasado en una transacción con los
Navegantes del Magallanes y en la que se vieron involucradas figuras como Juan
Rincón, Francisco Cervelli, Clevelan Santeliz y Gabriel Noriega.
En su segunda pasantía en la LVBP, Montero de 23 años, ha
tenido como meta mejorar su ofensiva y aprender a jugar en la primera
almohadilla, una petición de Seattle por sus conocidas limitaciones defensivas
detrás del plato.
En 16 encuentros –ocho como defensor del primer cojín-,
Montero ha realizado cinco asistencias, ha participado en 55 outs en 62.0 de
entradas jugadas para 1.000 en porcentaje de fildeo.
También ha ejecutado cinco doble plays.
Si bien son pocos partidos jugados, los resultados son
satisfactorios, tomando en cuenta que jamás ha jugado en esa posición.
“No ha sido fácil esa transición. Desde los 13 años estoy
como receptor. A veces no sé qué hacer con la pelota cuando estoy en primera”, acotó el carabobeño al diario El Universal, al
inicio de la campaña regular.
La pasantía de Montero originalmente es hasta diciembre,
aunque eso pudiera cambiar ya que Lara y Seattle mantienen un convenio de
trabajo, y si los resultados son satisfactorios, es posible que su estadía sea
hasta donde lleguen los larenses.
Por lo pronto, Montero se concentra en seguir aprendiendo
las virtudes de jugar a la inicial y ayudar a Lara a acceder al round robín.
@beisboladentro
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