Debutó
a finales de la temporada 2011 con los Yankees de Nueva York, su fama le hizo
merecedor de ser considerado el prospecto A-1 de la organización, Jesús Montero
tenía todo para triunfar y eso lo sabían los Marineros de Seattle, organización
que decidió adquirirlo a inicios del 2012 para que fuera parte de la
reestructuración de la franquicia.
Contaba
con 22 años y un futuro prometedor. Si bien su defensa en la receptoría generaba
ciertas dudas, Montero contaba con el apoyo de la gerencia del club.
Lamentablemente las proyecciones que se tenían no han sido las más halagadoras,
siendo su suspensión de 50 juegos el año pasado por el caso Biogenesis, la gota
que derramó el vaso.
Aunque
en Seattle hay confianza en lo que Montero puede hacer, ya no se vislumbra como
aquella joya que adquirieron a cambio de Michael Pineda hace tres temporadas
atrás. Los movimientos realizados por el elenco nauta durante el receso
primaveral han confeccionado “en el papel” un equipo competitivo en la cual
Montero pareciera no tener espacio de juego.
Es
Jesús Montero aún una pieza valiosa dentro de la alineación de Seattle.
Esa
es la gran interrogante que se abre para el carabobeño en este entrenamiento
primaveral, vital en sus aspiraciones de consagrarse en el mejor béisbol del
mundo.
Con
24 años a cuestas, Montero comienza una nueva etapa en su carrera. Sus días
como receptor quedaron atrás, ahora será probado como primera base y bateador
designado, siendo este último el rol que más se le vislumbra para esta
temporada que iniciará en abril.
Montero no ha podido demostrar en Seattle las condiciones que le valieron ser el prospecto A-1 de los Yankees hace unos años atrás |
Pero
cuando observamos que el roster de Seattle hay nombres como Justin Smoak, Corey
Hart y Logan Morrison, llamados a ocupar las posiciones de inicialista y
designado, las dudas sobre el venezolano son alarmantes.
Montero
ni siquiera figura en el “depth chart” del club. Es probable que inicie la
campaña en ligas menores mientras continúa aprendiendo a ser inicialista.
Jack
Zduriencik, gerente general de los Marineros, afirma que será difícil ver a
Montero como parte del roster inaugural de esta temporada, por lo que un tiempo
en ligas menores lo hará rencontrarse y demostrar sus condiciones como jugador.
En
dos campañas con Seattle su promedio se ubica en 252 con 18 jonrones y 71
producidas en 164 encuentros. La cifra más preocupante fueron sus 120
abanicados en 616 turnos.
Hay
una brecha incómoda para el venezolano en este entrenamiento primaveral, la
llegada de Robinson Cano, Corey Hart, Logan Morrison, John Buck, Fernando
Rodney y el manager Lloyd McClendon, dan un rostro totalmente diferente al del
año pasado. Montero no tiene espacio ante la llegada de estos jugadores
veteranos, sus opciones de acuerdo a varios especialistas están en el Tacoma,
filial Triple A del equipo y esperar por una oportunidad.
Es
probable que obtenga ese chance, pero su capacidad para continuar dependerá de
lo que pueda demostrar con el madero.
@beisboladentro
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