Pasaron 17 años para que las
Águilas del Zulia volvieran a una instancia final.
17
años de sequía que adormecieron a una afición que en las últimas temporadas vio
cómo su equipo accedía a la postemporada y se quedaban varados a causa de
deserciones y malas escogencias.
Todas
esas frustraciones quedaron atrás, gracias al triunfo conseguido ante Caribes
de Anzoátegui (1-0) en el quinto juego de la semifinal, en un estadio Luis
Aparicio que rompió récord de asistencia esta temporada al registrar 20.772
espectadores.
Los
zulianos regresan a una final desde la campaña 1999-2000, cuando conquistaron
su quinto y último campeonato en el torneo venezolano. Nuevamente el éxito del
conjunto rapaz radico en la ejecución de cada uno de los aspectos del juego:
defensa, pitcheo y bateo oportuno, más el aporte de algunos nombres en esa
alineación.
Las
Águilas cierran la postemporada como el equipo más consistente al sumar un solo
revés en enero (marca de 8-1), situación que mantiene la ilusión de una
fanaticada que esta hambrienta de título.
Lipso
Nava, mánager de los rapaces fue claro en sus metas cuando fue designado estratega
de los rapaces en marzo de 2016.
“Quiero
devolverles a los jugadores esa mística de trabajo arduo para alcanzar buenos
resultados, de sentir compromiso por el nombre que se lleva por delante del
uniforme y no por el que está detrás”,
Y vaya
que lo logró, el exinfielder conoce perfectamente el entorno de las Águilas y
la idiosincrasia de la afición, por lo que estuvo claro en el reto que afrontó.
Reto que le permitió erigirse esta temporada como Mánager del Año, y que está a
solo cuatro triunfos de dejar atrás una racha de decepciones.
Nava
siempre estuvo familiarizado con el núcleo de peloteros, en las últimas
temporadas había ejercido el rol de coach de tercera, por lo que esa
experiencia le permitió cambiarle la mentalidad al grupo, adicionando al cuerpo
técnico a otros ex peloteros que se entregaron por completo a la camiseta
zuliana.
Esa
mentalidad les permitió cerrar la postemporada invictos en su “nido” con marca
de 5-0, convirtieron el Luis Aparicio en su fuerte, después que las últimas
temporadas fuera un escenario inhóspito para ellos.
Por
algo fueron el equipo más consistente durante gran parte de la temporada y pese
a los traspiés que tuvieron en la recta final, lograron enrumbar nuevamente el
vuelo y hoy parten como los grandes favoritos para proclamarse campeones.
Confianza
En
su primera experiencia como mánager interino, Nava levantó el vuelo rapaz luego
del descalabro de Mako Oliveras al frente de la novena. Después de iniciar la
campaña 2011-2012 con marca de 11-12, Lipso logró enderezar el rumbo con un
registro de 29-17, que sirvió para la clasificación a la postemporada.
Lipso Nava, buscará ser el segundo criollo que le de un título a las Águilas después que lo hiciera Pompeyo Davalillo. Foto: panodi.com.ve |
“Había
ansiedad por volver con el equipo, pero la oportunidad llegó en su momento
justo. Ahora me siento más preparado, con más aplomo y una mayor experiencia.
Solo que esta vez el reto es muy diferente. Uno debe ganarse el respeto de la
afición y transmitir a los muchachos que ese respeto de la gente se gana con
resultados, con esfuerzo y trabajando duro”, puntualizó Nava, en su primera
práctica en el mes de septiembre.
La
razón siempre estuvo de su lado, y quedó demostrado durante la celebración de
los peloteros tras concretar su pase a la final. Cada uno de ellos agradeció a
la afición esa entrega que les brindaron en los tres cotejos efectuados en “El
Grande” que se quedó pequeño con la respuesta de la fanaticada.
Tras
caer en el primer compromiso de la serie en Puerto La Cruz, José Pírela, cargó
con el peso ofensivo y fue el principal responsable de las cuatro victorias
rapaces. El Águila Negra, sin contar el partido del martes tenía promedio de
385, con un cuadrangular y cuatro remolcadas.
Los
diez imparables conseguidos durante los nueve encuentros disputados por los
zulianos en esta postemporada, le permitió llegar a 87 hits, ubicándose segundo
en ese departamento dentro del equipo zuliano, muy cerca de Carlos Quintana que
lidera esa estadística con 94.
Tras
la victoria del pasado lunes, el jardinero aseguro que la mística del equipo
sigue intacta.
“Vamos a seguir hacia
delante, haciendo las cosas de la misma manera que lo hicimos a lo largo de la
campaña, ejecutando las jugadas de rutina, moviendo a los corredores y haciendo
los outs claves”, manifestó el “Águila Negra” al departamento de prensa de los
rapaces.
Pirela explicó que la
cohesión que ha logrado cada uno de los peloteros dentro clubhouse ha sido un
factor, que si bien es intangible dentro del terreno de juego, sin duda ha
tenido un efecto positivo dentro del equipo.
Una cohesión que parece no
tener fisuras para enfrentar a unos Cardenales de Lara, que si bien fueron el
equipo más compacto durante toda la temporada, es un equipo al que no se le
puede hacer ningún error.
Uno de ellos terminará con
su maleficio, Cardenales tiene 16 años que no celebra un campeonato, mientras
que Águilas tiene 17.
Por cierto, la
clasificación de las Águilas llega un 17 de enero de 2017, su mánager usa el
número 17 y han pasado 17 años de su último campeonato, una cábala… lo sabremos
en los próximos días.
La cifra
9 finales han disputado las Águilas del Zulia, ganando cinco de ellas. Será la segunda vez que enfrente a los Cardenales de Lara,a quienes ganaron en la temporada 1983-1984, cuando sumaron su primer gallardete.
@beisboladentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario