Cardenales
de Lara venció a Tiburones de La Guaira en un apretado juego 2 carreras por 1
en el Parque de la Ciudad Universitaria y se instaló en la gran final de la
pelota criolla tras despachar a los escualos 4-1 en la serie de semifinales.
Los
dirigidos por Luis Dorante enfrentarán en un duelo de alados a las Águilas del
Zulia que también despacharon en cinco compromisos a los Caribes de Anzoátegui.
Los
pájaros rojos vuelven a una final del béisbol venezolano tras cuatro años,
cuando cayeron en siete juegos ante Navegantes del Magallanes y buscarán un
título que les es esquivo desde hace 16 años, siendo el último en la temporada
2000-2001, precisamente ante los turcos.
El centro del diamante del estadio Universitario se tiñó de rojo,
mientras que un pedazo de Barquisimeto parecía haberse instalado en la tribuna
de la izquierda, luego de que Hassan Pena sacara el noveno inning sin apuros. Fue la recompensa a un arduo trabajo de la directiva
crepuscular que dejó atrás tres años de decepciones en los que el equipo
finalizó con marca positiva sin acceder a la postemporada.
Estoy muy contento, todo el crédito se lo llevan los muchachos. Ha sido
una postemporada competitiva, de hecho desde octubre guerreamos. La meta es una
sola: quedar campeón”, dijo José “Chato” Yépez, gerente deportivo de los
barquisimetanos al departamento de prensa de la liga, “Tenemos un equipo muy
completo. Solo trabajamos fuerte y ahora tenemos a un club para el futuro”.
Aunque
los zulianos finalizaron con marca de 8-1 esta postemporada, los larenses fueron
el equipo más consistente en la temporada regular, al terminar con el mejor
registro del campeonato, y pese a afrontar dificultades ante los Bravos de
Margarita en su primera llave, superaron las adversidades y lograron maniatar a
una ofensiva de Tiburones que jamás pudo ser la misma tras el primer encuentro
de la semifinal.
La
afición larense cifran sus esperanzas en una fuerte ofensiva blindada con nombres como Luis Valbuena, Paulo
Orlando, Carlos Rivero, Jesús Montero y Rangel Ravelo, que hacen de este equipo
un rival de temer.
Mientras que su
pitcheo abridor a diferencia del zuliano se ve más robustecido con Omar Bencomo, Raúl Rivero, Néstor Molina y Jorge
Martínez, cuatro brazos criollos que muy pocos equipos pueden darse el lujo de
tener.
De
hecho, los abridores larenses en la serie contra
Tiburones llegaron al quinto tramo.
El
relevo de cierre con Hassan Pena que ha demostrado en su pasantía por la LVBP
ser uno de los mejores cerradores de todos los tiempos, da garantía de éxito
para cualquier equipo en la liga.
La
primera incursión de Pena en la pelota venezolana fue con Águilas hace cuatro
temporadas atrás.
Será
apoyado en los episodios finales por Luke Irvine y Franklin Morales.
Aunque
ambos equipos irán con limitantes, Lara deberá afrontar la perdida de Idelmaro
Vargas, su segunda base durante toda la temporada, que se marchó por recomendación
de su organización, Cascabeles de Arizona durante el cuarto compromiso de la
serie para realizarse exámenes físicos, recordemos que Vargas jugó con
molestias durante la serie ante Bravos, recibiendo un fuerte golpe en su muslo
derecho que hizo temer perderse el resto de la postemporada. De igual modo,
Paulo Orlando deberá marcharse el 26 de enero para Estados Unidos, debido a que
participará en el festival del fanático de Reales de Kansas City, entre el 27 y
28. Eso quiere decir que el brasileño deberá abandonar al equipo en plena final.
Si
bien Luis Núñez fue el elegido por el manager Dorante para cubrir la segunda
base, ha dejado claro que su intención es seguir reforzando el cuerpo de
lanzadores para la final, considerando que su ofensiva sigue siendo productiva.
Claro
está que esa decisión será tomada tanto por la directiva como por el cuerpo
técnico.
Hay
que recordar que Lara jugó la serie ante Bravos sin Juan Carlos Gutiérrez que
fue tomado como primera escogencia desde los Leones del Caracas, pese a que el
lanzador manifestó su disposición nunca se uniformó de cardenal, ya que se
encuentra en Estados Unidos, solventando su visa.
De
allí el deseo de Dorante de seguir agregando brazos a su bullpen.
Todo
está servido para la final; quien picoteará más alto, el cardenal o el águila. Uno
de ellos se unirá a Tiburones con la sequía de títulos más larga del campeonato
venezolano, los salados ya tienen 31 años, y aunque Bravos tiene diez años como
franquicia, si unimos su inicio como Petroleros de Cabimas, pasando por Pastora
de Occidente y Pastora de Los Llanos, hablaríamos de 26 años sin una corona.
El dato
Será la segunda final entre Cardenales y Águilas. La primera ocurrió en la campaña 1983-1984, cuando ambos equipos buscaban su primer gallardete, que al final correspondió al equipo zuliano, que lograría también el título del Caribe con Rubén Amaro como mánager.
@beisboladentro
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