miércoles, 14 de octubre de 2015

De volver al futuro a los Cachorros de 2015



Un “flash informativo deportivo” empieza. Dice que los Chicago Cubs le ganaron a los Cocodrilos de Miami en la Serie Mundial; entonces un incrédulo Marty McFly dice: Un momento… ¿Los Cachorros ganaron la Serie Mundial… contra Miami?

El anciano le responde: Qué sorpresa, ¿no? ¿Quién lo diría? 100 a uno la posibilidad.

El extracto pertenece a la película Volver al Futuro II, estrenada en 1989 y que es ambientada en en el año 2015, donde auto voladores, inteligencia artificial, biometría de huellas digitales, pantallas táctiles, internet, teléfonos móviles, implantes biónicos, entre otros, se hacían presentes.

Si bien volver al futuro, predijo las maravillas tecnológicas de un lejano 2015, hizo mucho énfasis en el título conseguido por los Cachorros, equipo que estará disputando la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, la próxima semana ante Mets de Nueva York o Dodgers de Los Ángeles, una serie que se define este jueves.

Desde que inicio la temporada, la afición y los medios han hecho presagio sobre la película que Robert Zemeckis dirigió; y no es para menos, Joe Maddon llego al equipo como su mánager, avalado por el historial de éxito que logró al frente de los Rayas de Tampa Bay, y con ello el éxito de volver a saborear una postemporada, algo que no conseguían desde 2003, año del triste episodio de Steve Bartman.

Pero de eso hablaremos más adelante.

Por lo tanto, centrémonos en unos Cachorros que han labrado su camino, gracias a su dueño Tom Ricketts, que desde la compra del club, realizo uno de los movimientos más acertados del mercado; contratar a Theo Epstein como su presidente y director de operaciones.

Epstein, es conocido por ser el artífice de la construcción de los Medias Rojas de Boston entre 2003 y 2011, equipo que ganó durante ese periodo dos Series Mundiales y que acabo con 86 años de frustraciones para la afición de Boston.

Hay mucha expectativa por saber si los Cachorros
cumplirán esa profecía de una película de 1989
Con este movimiento, Ricketts enfiló su visión hacia el mítico estadio Wrigley Field, proponiendo unas series de mejoras para dar mayor comodidad a la afición y que los cambios fueran de la mano con el proyecto que él y Epstein venían confeccionando.

A principio, la afición no vio con buenos ojos los cambios hacía el parque de pelota, ocasionando demandas por daño al patrimonio, que conllevaron a juicios para detener los trabajos que estaban por iniciarse. Si bien la demanda no prosperó, Ricketts prosiguió con su plan, demostrando esta temporada su visión, dándole a la afición un estadio adaptado a las mejoras de un nuevo siglo, brindado comodidad desde cualquier área.

Ese cambio vino acompañado por la confección de un equipo que hoy representa el rostro de un futuro inmediato.

La llegada de Joe Maddon ha sido una de las principales razones para el éxito de los Cachorros.

Maddon venía precedido de una fama bien ganada por lo que había conseguido con Tampa Bay, un equipo con un presupuesto modesto que no sólo llegó a una Serie Mundial, sino que en varias ocasiones desbanco a los Yankees de Nueva York y Medias Rojas del primer lugar de la División Este de la Liga Americana.

Con esos pergaminos, Epstein lo contrata como su mánager, basado en una plantilla que venía irrumpiendo y que contaba con varias herramientas emergentes en su sistema de ligas menores que hacía presagiar buenos augurios.

El resultado: 97 victorias, siendo el tercer equipo más ganador de las mayores y sólo superado por los Cardenales de San Luis (100 victorias) y Piratas de Pittsburgh (98).

Con una plantilla que promedio 26.7 años, Maddon fue creando un team work donde la juventud de sus figuras se hacía presente en la alineación diaria. Sólo Miguel Montero (31 años), Chris Colghlan (30) y Dexter Foxler (29), representaban los veteranos de más trayectoria en el juego diario.

La inyección de Jon Lester, supuso la llegada de un líder para esa rotación de abridores, pero el zurdo dejó mucho que desear en su primera incursión en la Nacional, dejando marca de 11-12 y 3.34 de efectividad.

Jake Arrieta se erigió como el líder de la rotación, gracias a su registro de 22-6 y 1.77 de efectividad. Fue tal su desempeño que Maddon no dudo en darle la bola en el juego de los comodines y silenciar a los Piratas, que asistían por tercer año consecutivo a la postemporada.

La afición ha apostado por Maddon y por unos Cachorros
que se han convertido en una maquinaría jonronera en la
Serie Divisional ante los Cardenales de San Luis
Arrieta no solo fue la revelación en el pitcheo; el venezolano Héctor Rondón salvó 30 en 34 oportunidades dejando una efectividad de 1.67 y constituyéndose como uno de los mejores cerrojos esta temporada. Tampoco se puede obviar el aporte de Travis Wood, Pedro Strop, Clayton Richard, Trevor Cahill y Fernando Rodney.

Aunque el pitcheo fue lo más destacado colectivamente, Chicago fue más conocido por su cuarteto de figuras emergentes.

Los nuevos “Core Four”
Así fueron conocidos Derek Jeter, Andy Pettitte, Jorge Posada y Mariano Rivera, quienes debutaron con los Yankees de Nueva York en 1995, siendo elementos claves en la conquista de cuatro campeonatos de Serie Mundial en un lapso de cinco años a finales de la década de los años noventa, y que fueron los únicos integrantes del primer título alcanzando en ese periodo (1996), que se coronaría por quinta vez en el año 2009.

Con ese precedente único en el béisbol, los Cachorros pueden beber de esa historia, después de ver como este año Juan Soler, Kris Bryant, Kyle Schwarber y Addison Russell (los tres últimos debutaron este año), recibieron durante la temporada la responsabilidad de ser regulares.

Cuatro jóvenes con edades entre 21 y 23 años que comenzaron a demostrar su potencial, constituyéndose en favoritos de la afición, y que están amparados por el liderazgo de los “veteranos” Anthony Rizzo y Starlin Castro, ambos con 25 años de edad.

Tampoco podemos dejar atrás a Javier Báez, otra joven promesa que recibió su ascenso este año y que buscará el próximo año hacerse de la titularidad, creando un agradable dolor de cabeza a Maddon, que este año le dio mayor oportunidad de juego a Schwarber como jardinero, siendo este un receptor original.
Bill Sianis y su cabra Murphy le
fue negada la entrada al estadio
por el dueño del club, lanzando él
la maldición de la cabra

Este cuarteto junto al aporte de Báez, Rizzo y Fowler fueron predominante en el éxito de los Cachorros en los últimos tres juegos disputados frente a San Luis, ante quienes la sacaron en diez ocasiones, una cifra tope para la franquicia.

Con esos batazos, los oseznos fabricaron 15 de las 20 carreras anotadas en la serie (75 % del total), que significan el tercer porcentaje más alto para un equipo en la historia del playoff, según datos de Elias Sport Bureau, después de los Yankees de 1998 (78%) y los Medias Rojas de 2003 (77%). Ambos equipos ganaron la Serie Mundial.

Ante tal precedente, es imposible negar que el presagio de Volver al Futuro II se haga realidad.

La afición lo sabe al igual que el equipo, que se presta a iniciar su primera Serie de Campeonato desde 2003, cuando en aquella ocasión, los Marlins de Florida (hoy Miami, nueva cita a Volver al Futuro), los dejaron en el camino en siete juegos.

Fue un día como hoy, hace doce años, un día fatídico para los fanáticos de los Cachorros de Chicago. El equipo se encontraba a cinco outs de eliminar a los Marlins en la serie de campeonato de la Liga Nacional, lo que hubiese representado el primer banderín del conjunto desde el 1945 y su primera aparición en una Serie Mundial desde el 1908, la última vez que ganaron el título de las Grandes Ligas.

Steve Bartman amado y odiado en Chicago
Sin embargo, la furia de toda una ciudad cayó esa noche sobre los hombros de Steve Bartman, un eterno seguidor de los Cachorros que, en la octava entrada, con un out y con Chicago en ventaja de 3-0, interrumpió una posible atrapada de Moisés Alou en batazo de foul de Luis Castillo que pudo haber sido el segundo out de la entrada. El resto, como dicen, es historia; los Marlins anotaron ocho carreras en la entrada, ganaron el sexto juego, 8-3, y luego eliminaron a los Cachorros en el séptimo desafío. Florida venció a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial, 4-2, para obtener el campeonato.

Esa será la historia a vencer, y el rival lo conocerán el jueves entre el vencedor del juego decisivo de Dodgers y Mets.

En cuanto a Epstein ya se encargo de derrotar la “Maldición del Bambino”, ahora intentará hacer historia y acabar con la tragedia Bartman, que hasta el sol de hoy no ha asistido  a un juego de los Cubs, para enfocar sus filas hacía “La Maldición de la Cabra” y cerrar 107 años sin títulos para los Cachorros.

Es Volver al Futuro 2 el presagio final sobre el destino de los Cachorros, no saltaron como favoritos, y ya los avances tecnológicos están presentes, por supuesto Miami tiene su equipo que no son los Cocodrilos sino los Marlins.

Cierro con aquella frase del anciano de la película “Ojalá pudiera volver al principio de la temporada y apostar por los Cachorros”


@beisboladentro 

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