martes, 13 de septiembre de 2011

El extrovertido Oswaldo Guillen


Durante el mes de junio y en medio de una racha positiva de once victorias en los últimos doce partidos, el ex manager de los Nacionales de Washington, Jim Riggleman le exigió a la gerencia del club una renovación en su contrato; el resultado jamás se produjo, ya que la gerencia decidió a esperar que concluyera la temporada y discutir la situación del manager.

Pero Riggleman, en un acto de altanería decidió renunciar al ver que sus demandas no eran escuchadas. Esto pudo haberle costado un futuro en la pelota como técnico, pero el otrora manager de los Nacionales, actuó como un pelotero y no como un estratega de mucha experiencia, dejando a un lado las ambiciones de un club por su ego personal.

Esta misma situación ocurre con el venezolano Oswaldo Guillen, quien con su manera peculiar de dirigir a querido ser el dueño del espectáculo; ahora en medio de la situación que vive su club, los Medias Blancas de Chicago, que se niegan a morir en la lucha ya sea por el comodín o por el título de la división central, ha señalado que espera una renovación por parte de la gerencia de los patiblancos.

Ya son dos las semanas que tiene el mirandino señalando sus deseos de seguir con el equipo pese a las relaciones turbulentas que ha tenido con Kenny Williams, gerente general y Jerry Reinsdorf dueño del club.

“Yo espero regresar aquí el año próximo, yo espero regresar aquí por mucho tiempo. Yo creo que le estoy lanzando a la luna, pero yo creo que mis expectativas son muy altas, siempre lo serán. Yo creo que no hay dudas en la mente de nadie sobre cuánto yo adoro esta organización, cuánto adoro esta ciudad. Habían dos cosas que eran mis metas cuando yo era niño, y eran jugar en las mayores y ser manager en las mayores, y lo logré con esta organización. Yo espero regresar no sólo el año que viene, espero regresar aquí durante los próximos 20 años”, declaro Guillen a ESPN 1000 de Chicago.

El criollo tiene una opción para el venidero año, pero los rumores ahondan a que su destino sería Florida, equipo que no ha negado ni desmentido sus intenciones de contar con el polémico manager quien formó parte del cuerpo técnico de los peces cuando se declararon campeones en 2003.

Ha querido el manager venezolano desviar las miradas a la pésima temporada de su club, al hablar de su renovación de contrato.

“Hay algo de lo que estoy seguro y es que ellos tendrán que pagarme en el 2012. Eso es seguro. Alguien tendrá que pagarme en el 2012, independientemente de si trabajo o no”, declaro Guillen.

Su relación con el dueño del club y su gerente se tornaron difíciles durante el año pasado, cuando el mirandino cuestiono por medio de comentarios los movimientos que tanto Reinsdorf y Williams hacían.

“No trabajo con Kenny, trabajo con los Medias Blancas”, acotó el primer manager venezolano en las mayores.

Guillen manifesto que su próximo contrato no será de un año, pues son ocho años donde ha conseguido un título de Serie Mundial y ha logrado confeccionar un grupo de peloteros que han merecido ganar más.

Jugando para 500, los Medias Blancas tratan de aferrarse a un milagro para acceder a las Series Divisionales; desde que Guillen fue nombrado manager del club en 2004, los patiblancos han obtenido la Serie Mundial en 2005 y fueron eliminados en la primera ronda de play off de 2008. Incluso ha tenido cinco campañas culminando con registros superiores a los 500.

Por lo pronto, sus comentarios continúan agitando el vaso a un equipo que trata de no distraerse por los comentarios de su estratega. Guillen ha reconocido que la directiva no ha decidido si contarán con él para el próximo año, pero sabe que al finalizar la temporada, la directiva estudiará lo acontecido del campeonato y decidirá que movimientos hará.

“Cuando tienes un año decepcionante como el que tuvimos, hay muchas cosas en el aire. Buenos coachs, buenos técnicos, buenos jugadores, pero mala campaña”.

El mirandino sin contar el partido del día 13 de septiembre tiene foja de 673-608 en ocho años al frente de los Medias Blancas, a quienes llevó a conseguir su primera Serie Mundial desde 1917 en el año 2005. Igualmente ese año fue electo Manager del Año. Sólo Jimmy Dykes (899) y Al López (840) han cosechado más triunfos con el club, que el venezolano.

Inmortal en Venezuela

Este martes se conoció que el mirandino Oswaldo Guillen, Wilson Álvarez, Luís Salazar y Roberto Muñoz, fueron seleccionados como nuevos miembros del Salón de la Fama del béisbol venezolano.

La decisión corrió por parte del Comité Contemporáneo que estuvo integrado por representantes de los medios de comunicación, anotadores oficiales, árbitros y personeros de los ochos equipos de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, quienes eligieron a los jugadores que participaron en el período comprendido entre 1980 y 2003.

Guillen quien se estrenó en la campaña 1981-82 con los Tiburones de La Guaira, fue parte de la denominada “Guerrilla” que tantas satisfacciones le brindo a la afición guairista en la década de los años ochenta.

En 13 campañas dejo promedio de 279 (1434-400) con 42 dobles, 25 triples, un cuadrangular (conectado en Acarigua en su último año 2000-01), 198 anotadas, 117 empujadas y 34 bases robadas.

En las mayores estuvo 16 años con los Medias Blancas de Chicago (obteniendo el Novato del Año en 1984), Orioles de Baltimore, Bravos de Atlanta y Mantarrayas de Tampa Bay, cuando decidió retirarse en el año 2000. Dejo promedio de 264.

Fue convocado al Juego de Estrellas en tres ocasiones y ganó un Guante de Oro. Campeón con los Marlins de Florida como técnico en 2003 y con los Medias Blancas de Chicago como manager en 2005. Fue el primer manager venezolano en las mayores en 2004, primero en dirigir un Juego de Estrellas en 2006 y Manager del Año en 2005.

Wilson Álvarez por su parte jugó toda su carrera con las Águilas del Zulia a quienes ayudo a conseguir tres de sus cinco títulos en su historia. Ganó la triple corona del pitcheo en la campaña 1991-92 cuando dejo marca de 8-0, 1.47 de efectividad y 64 ponches.

Es recordado por ser el primer venezolano en lanzar un juego sin hits en las mayores en 1991. Jugó con cinco divisas en su carrera de 14 años con Texas, Medias Blancas, San Francisco, Tampa Bay y Dodgers. Se convirtió en el año 2004 en el primer criollo en alcanzar los 100 triunfos en el big show.

Luís Salazar fue el emblema de los Tiburones de La Guaira durante 17 temporadas, un gran utility que mostró su clase al dejar promedio de 294, con 390 anotadas y 370 remolcadas, además de 43 cuadrangulares. Al momento de su retiro se convirtió en manager del club.

En las mayores tuvo 13 campañas siendo el principal utility de los Padres de San Diego, Cachorros de Chicago, Medias Blancas de Chicago y Tigres de Detroit.

Roberto Muñoz fue un lanzador relevista que mostró su calidad con los Tigres de Aragua. Fue elegido por el Comité Histórico.

@beisboladentro

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