jueves, 12 de mayo de 2011

Peloteros franquicia: Especie en extinción


El béisbol año tras año va innovándose, atrás quedo la generación dorada o aquella que practicaba este deporte por amor, donde un equipo se destacaba por el juego colectivo que hacían para conseguir las victorias; hoy día el béisbol moderno vive una época de cambios, cambios que tienen que ver con el surgimiento de noveles promesas, que han dejado el colectivo para ser protagonistas y la cara del club.

Pero ¿cuántos de esos peloteros concluyen su carrera, con la divisa que les brindo la oportunidad de llegar a las mayores?, atrás quedo la época del pelotero franquicia, ese que se identificaba con el club, el hombre que portaba con orgullo los estándares de su organización y que el público idolatraba desde las tribunas, hoy son pocos los jugadores que permanecen con sus divisas desde su debut, la premisa del pelotero hoy día es “hoy estoy aquí y mañana no sé ni dónde juego”.

El béisbol se ha vuelto un negocio tan lucrativo que ya la época del jugador franquicia, ese que juraba fidelidad eterna a un uniforme fallecería con los retiros de Tony Gwynn y Cal Ripken Jr, hoy miembros del Salón de la Fama. Y cuando hablo de fallecimiento, hago referencia a que fueron ellos los últimos vástagos de una herencia que se inicio desde el comienzo del béisbol. Ese camino que trazaron en una ocasión Ted Williams, Joe DiMaggio, Mickey Mantle, Lou Gehrig, Robin Yount, Jackie Robinson, Luke Appling, Ernie Banks, Jhonny Bench, Mike Schmidt, Roberto Clemente, David Concepción, Sandy Koufax, Bob Gibson, entre otros.

Hoy, son pocos los peloteros que aún tratan de mantener ese legado vivo, la mayoría son estrellas que van más allá de su clase. Algunos ya están cerca del retiro, otros continúan su transitar por el mejor béisbol del mundo, pero todos tienen en común la fidelidad por una camisa que, ya más que tenerla puesta, forma parte de su piel.

Pero como dije al principio, la existencia de un mercado de agentes libres y cambios sorpresivos que realicen los equipos, atenta con el pelotero franquicia, son pocos, pero ese legado acaso continuará…

Lealtad y compromiso

El talento de un pelotero no solo se mide por el contrato que firme, va más allá del compromiso que pueda tener con la franquicia, con los fanáticos y con la ciudad; su valor no solo lo demuestra en el terreno de juego sino fuera de ella.

Estos son jugadores que de verdad sienten a su equipo, creen en sus posibilidades y los ponen por encima de su rendimiento personal. Esta ha sido su manera de ser y su forma de ganarse el respeto.

Quienes tienen esa perspectiva conforman un pequeño grupo siendo estos Chipper Jones, Todd Helton, Derek Jeter, Mariano Rivera y Jorge Posada; cada uno de ellos ha implementado su rol dentro de la organización y cada uno de ellos ha marcado su legado, dejando bien claro que los logros personales son un complemento en sus ilustres carreras.

Todd Helton: La primera estrella de Colorado

Troy Tulowitkzi compañero de Todd Helton en los Rockies de Colorado afirma que Helton es la razón por la cual Colorado se mantiene en la cima de su división. Mientras que Jim Tracy, manager del equipo asegura “Pienso que él está en el lugar indicado y es muy bueno para todos nosotros que esté aquí”.

Colorado inicio su periplo en las Grandes Ligas en el año de 1993, mientras que Helton se estrenaría en 1997, por lo tanto es la primera gran estrella de este club, pues está jugando su campaña quince de las 19 que lleva la franquicia. Es Helton el último slugger de aquellos “Bombarderos de la Calle Blake” donde estaban Andrés Galarraga, Dante Bichette, Larry Walker, Vinny Castilla y Ellis Burks.

El legado de Helton se puede constatar en los números de por vida que está dejando en la franquicia, donde figura en algunos de primero y en otros entre los primeros tres. Entre sus reconocimientos figura: cinco elecciones al Juego de Estrellas, un premio Hank Aaron, tres Guantes de Oro, cuatro Bates de Plata, dos play off y una Serie Mundial. Quizás su anhelo antes de retirarse sea ganar un clásico de octubre.

Chipper Jones: Una carrera rumbo a Cooperstown

Con 39 años Chipper Jones abrió el 2011 jugando su temporada 18 con los Bravos de Atlanta, equipo con el cual estableció un récord para la franquicia al aparecer por decima sexta vez abriendo un juego inaugural.

Pocos tienen el honor de hacer un registro como el que estableció Jones. “Siempre es muy bueno estar aquí, uno se siente como en casa”, afirmo el tercera base que ha tenido que lidiar con cualquier tipo de lesión que ha venido amenazando con jubilarlo antes de que él lo desee.

Pero, aún así se las arregla para demostrar que su bate es uno de los más sólidos del béisbol, y que lo llevará al Salón de la Fama una vez se retire. Sus números lo ubican entre los mejores tres en cada renglón en la historia de la franquicia. Desde su arribo a las mayores en 1993, Jones ha sido una joya preciada por la organización de los Bravos, ha rendido en cualquier posición que le haya sido encomendada, sin importarle registros personales. Ya con el retiro cerca, Jones tiene claro que sus condiciones no son las mismas, sobretodo jugar a esa edad en una posición donde se requiere agilidad. Pero su meta es despedirse con un segundo anillo de Serie Mundial, instancia a la cual ha llegado en tres ocasiones.

Entre los pergaminos que exhibe el toletero tenemos: seis Juegos de Estrellas, un premio al Jugador Más Valioso y dos Bates de Plata.

Trío de ases en el Bronx

Es quizás el grandeliga más emblemático en la actualidad, catalogado como uno de los mejores exponentes de la disciplina, pelotero franquicia de uno de los clubes con mayor tradición (Yankees de Nueva York), punta del iceberg de la generación de atletas súper estrellas en Estados Unidos y figura pop mediática.

Esas características que hacen de Derek Jeter un icono de la pelota y símbolo del éxito. Sin aún retirarse su lugar en el Salón de la Fama es casi un hecho, su personalidad y liderazgo lo convierten en un ejemplo a seguir, su carisma lo eleva a lugares extraterrestres.

Pero a pesar de esos altares donde ha sido ubicado Jeter no escapa del factor tiempo, con 36 años a cuestas, la llama de la gloria se ha mermado, desde la campaña pasada Jeter está en el ojo del huracán por el descenso vertiginoso de su producción ofensiva. Este año a pesar de promediar por encima de los 280, cifra que para cualquier pelotero es decente, para Jeter representa un bajón sobre todo si su promedio de por vida se ubica en 313. Nunca había bateado tan por debajo de lo habitual desde su campaña de novato (250 en 1995) y los 270 conseguido el año pasado.

¿Será acaso el comienzo del ocaso de su carrera?, varios analistas lo especulan, sin embargo el manager Joe Girardi asegura que se trata de un inoportuno slump.

“Él es un gran pelotero, estoy seguro que saldrá de ésta, ha hecho algunos pequeños ajustes y lo he visto hacer mejores swings”, declaró.

Su hoja de vida ha sido impecable, los fanáticos de Nueva York, conocidos por no ocultar nada han sido incapaces de proferir pitas a su capitán. Jeter es consciente con lo que está sucediendo y es un profesional a la hora de hablar; “No cambio cosas, basado en resultados, seguiré trabajando igual como le he hecho”. Su compañero Mark Teixeira asegura “Esto es béisbol, uno no puede ser exitoso todo el año, los mejores jugadores a veces son presa de la adversidad”.

Y a pesar de esos percances Jeter se encuentra cerca de realizar una gesta histórica, convertirse en el vigésimo octavo jugador en arribar a los 3.000 hits, algo que ningún jugador de la franquicia del Bronx ha logrado y que se vislumbra difícil de que alguien iguale la gesta de este pelotero; ni siquiera Alex Rodríguez, ya que inició su carrera con los Marineros de Seattle, por lo cual al arribar también a los tres mil imparables dentro de tres años no tendrá el mismo valor de lo hecho por Jeter.

El “Capitán América” como es apodado tiene entre sus pergaminos: once elecciones al Juego de Estrellas, Novato del Año, Más Valioso del Juego de Estrellas, Premio Babe Ruth, Más Valioso de Serie Mundial, dos premios Hank Aaron, un premio Roberto Clemente, cinco Guantes de Oro, cuatro Bates de Plata, cinco anillos de Serie Mundial en siete intentos, entre otros reconocimiento que ha sabido ganarse en 17 temporadas.

Quizás sea el mejor receptor de todos los tiempos en la organización de los Yankees, pero lo cierto es que ningún receptor desde la llegada de Jorge Posada había sido tan famoso desde la época de Thurman Munson y anteriormente a él Yogi Berra.

La carrera de Posada ha estado llena de varios reconocimientos y sus conocimientos sobre el juego de pelota ayudo mucho a su equipo a conseguir las victorias; pupilo de Joe Girardi y Jim Leyritz en su época de novato, Posada ha sabido darse su puesto en la historia de la franquicia y por algo está jugando su campaña 17 con el mismo equipo.

A sus 39 años sabe que es poco lo que le queda de juego, ahora como designado tratará de “alargar” su carrera quizás una temporada más para retirarse como uno de los emblemas de esta histórica franquicia.  Tiene en su haber cinco Juegos de Estrellas, cinco Bates de Plata y cuatro anillos de Serie Mundial en seis intentos.

Quizás ser el mejor cerrador del béisbol no garantice que Mariano Rivera tenga un lugar en el Salón de la Fama, dado el poco apoyo de los especialistas a esta figura, sino pregunten a Lee Smith quien al momento de retirarse tenía el registro de más rescates de por vida y no ha entrado, o Dennis Eckersley y Rich Gossage que llegaron a la inmortalidad entre debates y años de espera.

Rivera con 41 años está jugando el primero de dos años de contrato con Nueva York, con lo cual es casi seguro que se despida al finalizar la temporada 2012, al igual que Jeter y Posada, debuto hace 17 años, siendo los únicos miembros de una franquicia que tienen tantos años jugando juntos.

Con 572 salvados hasta el miércoles 11 de mayo, Rivera está cerca de convertirse en el segundo lanzador con más de 600 rescates, Trevor Hoffman se retiro el año pasado con 601, por lo cual el panameño tiene grandes posibilidades de establecer una nueva marca está misma campaña si rescata 43.

Sin duda el debate se avivará una vez llegue Hoffman y Rivera como candidatos a la inmortalidad, Rivera ha sido más sorprendente en post temporada donde exhibe una brillante efectividad de 0.71 con 42 rescates y registro de 8-1, diferente a los 75-55; 2.22 y 572 rescates en temporada regular. ¿Merece la inmortalidad?, acá parte de sus registros: once Juegos de Estrellas, premio Babe Ruth, cinco premios al Relevista del Año en la Liga Americana, Más Valioso en Serie Mundial, Más Valioso en Serie de Campeonato y cinco anillos de Serie Mundial en siete intentos.

Será Albert Pujols e Ichiro parte de ese legado

Los Cardenales de San Luís no planificaron que Albert Pujols llegará de las menores a los 21 años, con 15 turnos al bate por encima de Doble A en 2001. Desde entonces ha ganado tres premios al Jugador Más Valioso en sus primeras diez temporadas en el big show.

Si a eso sumamos que consiguió otros cuatro segundo lugares en esa votación que pudieron ser para él, estaríamos hablando de uno de los bateadores más peligrosos en la actualidad. Si bien todavía ronda por su cabeza el explorar la agencia libre, Albert Pujols sabe que los Cardenales de San Luís son su casa de siempre. El estelar inicialista, que vence su contrato al finalizar la temporada, desea conseguir un acuerdo por los próximos 10 años y una suma que pudiera superar los 300 millones de dólares.

Su estatus de superestrella lo hace apetecible, pero sus pretensiones monetarias no están para cualquiera. Así, dinero por delante, Pujols podría mantener su residencia en San Luís y disfrutar de la comodidad que le brinda estar en un sitio que conoce como la palma de su mano; de lo contrario si se va a la agencia libre en noviembre, San Luís es un serio candidato para sufrir los dolores del abandono por la salida de la cara de la franquicia.

Por su parte, Ichiro al igual que Pujols será agente libre al finalizar la temporada, ambos debutaron en 2001 llevándose el Novato del Año en sus respectivas ligas. A diferencia de Pujols, el japonés está en un equipo que dejo de ser competitivo en los últimos años, por lo cual es posible que Seattle inicie una restructuración sin su jugador franquicia en los últimos años.

Ichiro quien llegó a los 27 años a las mayores después de varias campañas en la pelota japonesa, ha maravillado a todos por sus dotes ofensivos, que parecen no mermar con el transitar de los años. Pese a tener un promedio de por vida de 331, Ichiro ha bateado por debajo de su promedio global en seis ocasiones, y a pesar de su carrera de diez años bateando sobre los trescientos en cuatro de esas seis ocasiones se ha considerado que el japonés ha tenido una temporada floja.

Más sorprendente aún es, que en diez campañas tenga el registro de batear 200 o más hits, en cinco de esas sobre los 220, estableciendo una marca de 262. Actualmente tiene más de tres mil imparables entre la liga japonesa y la estadounidense, por lo cual pudiera superar a Pete Rose quien tiene la mayor cantidad de hits en la historia del béisbol. Pero con 37 años y 2.291 hits en su haber pareciera ilógico pensar que Ichiro esté buscando los 3.000 hits, pero cualquier cosa puede pasar con este fenómeno del medio oriente que irá por su campaña once bateando sobre los 300 y 200 hits.

Hay más

Por supuesto la lista pudiera ser larga de peloteros que entrarían en ese sistema de “franquicia”, pero cuántos de ellos durarán es muy pronto saberlo, por lo tanto, acá una lista de peloteros para que vayan pensando si continuarán o no con su equipo original:

Troy Tulowitzki, Robinson Cano, Ryan Braun, Jered Weaver, Daric Barton, Adam Lind, Martin Prado, Carlos Zambrano, Andre Either, Stephen Drew, Tim Lincecum, Grady Sizemore, David Wright, José Reyes, Brian Roberts, Matt Latos, Ryan Howard, Chase Utley, Jimmy Rollins, Cole Hamels, Michael Young, David Price, Evan Longoria, Dustin Pedroia, Jason Varitek, Jonathan Papelbon, Kevin Youkilis, Joey Votto, Alex Gordon, Justin Verlander, Brandon Inge, Joe Mauer, Justin Morneau, Michael Cuddyer y Mark Buerhrle.

@beisboladentro          

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