Nuevamente
el pitcheo sigue siendo el protagonista de la edición 2016 de la Serie Mundial.
Un
sencillo remolcador de Coco Crisp en el séptimo episodio como emergente, fue
suficiente para que los Indios de Cleveland ganaran 1 por 0 a los Cachorros de
Chicago para colocar la serie dos juegos por uno.
Josh
Tomlin, Andrew Miller y demás relevistas del bullpen de los Indios maniataron a
Chicago para que los Indios derrotasen el viernes a los Cachorros, amargándole
a los locales su primer juego de Serie Mundial en el Wrigley Field desde 1945.
La
derrota implica que los Cachorros ya no podrán conquistar en casa su primer
campeonato en 108 años.
Los Indios se colocan arriba en la serie 2-1. Foto: AP |
Con
el juego igualado sin carreras, el bateador emergente Crisp empalmó su sencillo
el jardín derecho ante el relevista Carl Edwards Jr para producir la eventual
carrera del triunfo.
El
rally de la única anotación se puso en marcha cuando Roberto Pérez, abrió la
alta del séptimo con un sencillo. El corredor emergente dominicano Michael
Martínez avanzó tras un sacrificio de Tyler Naquin y luego llegó a tercera con
un lanzamiento descontrolado.
Luego
de un boleto a Rajai Davis, Crisp vino a batear por Miller y conectó su
imparable impulsor ante el derrotado Carl Edwards Jr. Davis fue puesto out en
tercera tras el tiro del jardinero cubano Jorge Soler.
Todo
le funcionó a Francona, como arriesgar con Carlos Santana en el jardín
izquierdo por apenas la segunda vez en su carrera y luego apelar a un doble
cambio el traer a Miller por Tomlin para coartar una amenaza de los Cachorros
en el quinto y poniendo a Davis por Santana en defensa.
Bryan
Shaw y Cody Allen se encargaron de los últimos dos episodios para la quinta
blanqueada de los Indios en la postemporada.
El
cuarto juego será el sábado, con el as Corey Kluber abriendo por Cleveland
frente a John Lackey.
El
puertorriqueño Javier Báez se ponchó tirándole ante Allen con corredores en
segunda y tercera para el último out, y confirmando la victoria de Miller.
Un
silencio sepulcral se apoderó del Wrigley luego de una jornada de febril
jolgorio por un evento había tardado décadas en escenificarse en uno de los
estadios más icónicos de las Grandes Ligas.
"Llegar
y conseguir la victoria fue enorme para nosotros", dijo el jardinero
veterano Coco Crisp, cuyo sencillo empujador en el séptimo episodio representó
la única carrera del encuentro. "Llegar y ver todo el azul entre el
público te recuerda que el apoyo que tienen los Cachorros es algo mundial.
Sabes con qué estás lidiando llegando al partido".
Por
más que se quiso hablar de la romántica idea de un regreso a la Serie Mundial a
este estadio luego de una espera de 71 años, los Indios lograron la victoria de
manera metódica, como lo han hecho durante toda esta postemporada.
Con
4.2 excelentes innings del abridor Josh Tomlin, más la fórmula ganadora del
trío de relevistas Andrew Miller, Bryan Shaw y Cody Allen, Cleveland logró su
quinta blanqueada de esta postemporada, un récord de Grandes Ligas.
"Todo
el crédito es para nuestro staff de pitcheo", dijo el segunda base de la
Tribu, Jason Kipnis. "Quitar el factor del público fue crucial".
Entre
Miller y Allen, han tirado 25.0 ceros en esta postemporada, con un total de 45
ponches. En sentido general, el pitcheo de Cleveland lleva efectividad
colectiva de 1.65 (18 carreras limpias en 98.0 entradas).
De
esa manera, la Tribu se ha colocado a ley de dos victorias para coronarse
campeones por primera vez desde 1948 con todo y la euforia de los Cachorros y
sus seguidores a esta altura del año.
La cifra
23-0 es el registro de los Indios cuando Andrew Miller y Cody Allen están en la lomita.
@beisboladentro
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